Papá, así luzco yo.

14K 1K 40
                                    

- 1, 2, 3... ¿8? -dije tratando de decir los nombres de esas figuras a las que Marie llamaba números.

- Sí es un 3, no un ocho -me sonrió Marie.

- Ah, ¡Tres! -dije animada.

Uf, ésto es agotador. Desde hace ya varios meses me enseñan números, figuras, símbolos, letras, colores, y que se yo cuántas cosas más.

A veces resulta algo aburrido para mí. Es tedioso estar quieta y tener que concentrarme en algo que no me llama tanto la atención. Pero según Baron yo aprendo muy rápido.

Por cierto, hoy me fijé en Baron. Está más alto de lo que yo recordaba. Cuando me da su espalda a veces puedo verla más grande. No me había dado cuenta que los de mi alrededor también cambian.

¿Marie habrá cambiado?, entonces la miro fijamente. Ella luce igual que siempre. ¿Por qué Baron si cambia y ella no?. Hmmm, debo saber eso. ¿Yo también cambio?, ¿Como luzco?.

- Marie -dijo Evan ingresando a mi habitación, Evan también lucía diferente al que yo recordaba, se veía más barbudo y alto.

Ay Dios, hay tantas cosas que aún desconozco.

- El señor viajó en la madrugada, vuelve en una semana -avisó Evan.

Mmm, mi padre se fue sin mí, ni siquiera se despidió. ¿Ya no le importo acaso?.

- Oh, entiendo, gracias por avisar -sonrió Marie.

- ¡Marie! -dijo Baron algo molesto viéndola- ¿Qué estás esperando?, ¿Qué pasará si trae otra mujer ahora?, ¿Cuánto más esperarás a decírselo?, ¿Quieres que se enamore de alguien más?, ¿Alguien como Dalia? -dijo Baron regañando a Marie luego de que Evan se retirara.

¿De qué habla Baron?, ¿Qué está sucediendo?. ¿Quién era Dalia?.

- No... no puedo. No me recuerda, y ni siquiera sé si al menos tiene un poco de aprecio por mí -dijo agachando su cabeza Marie.

Oh, ya veo. Hablan del chico que le gustaba a Marie. ¿Ese chico vivía aquí cerca ahora?, ¡Entonces es la oportunidad de Marie!.

- Arg, ¡Deja de ser tonta!, es obvio que al menos te aprecia. Estoy seguro que no te rechazará a ti -dijo Baron mirando fijamente a Marie- Y dudo que no recuerde, ¡Al menos algo de aquella vez debe atesorar! -decía Baron.

En eso concuerdo con Baron. Si ese chico que le gustaba, también gustaba de ella, al menos uno de esos momentos que pasó a su lado debe recordar. Quizá el más emotivo para él.

- No Baron... no es bueno hacer eso -suspiró Marie.

Baron parecía decepcionado. ¿Acaso el conoce al chico?, ¿El también sabe del chico?. Ay, me niego a aceptar que el lo conozca y yo no. ¡Marie!, traicionera, a el le presentaste el chico y a mí no, hm.

Quisiera poder ayudar a Marie, pero no sé cómo. Baron de seguro sí podrá. Él es muy inteligente, fuerte y habilidoso. Después de todo entrena con papá, claro que debe tener habilidades múltiples.

Además mi padre lo escogió exactamente por eso, por ser muy habilidoso.

Entonces Baron fijó su mirada en el oso de peluche que sujetaba yo.

- Oh, ¿Ese no es el panda que Owen te regaló la semana pasada? -dijo Baron sonriente.

- ¡Sí!, Owen me lo dió, se llama Felpa -sonreí animada.

- ¿Y qué pasó de la pulsera que te dió Anthony? -me preguntó Baron.

- Yo, la perdí -dije algo avergonzada.

Figlia Della MafiaWhere stories live. Discover now