Papi, no lo entiendo.

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¿Qué sucedió con Nathan?, no entiendo porque... porque... ¿Por que él le hizo algo tan horrible a Gricelda?.

- No llores Camille, Gricel fue una buena persona, recuerdala siempre así -me dijo Marie quien me sostenía en brazos mientras me sonreía dulcemente.

Mi cuerpo temblaba, estoy muy... impactada. ¿Fue capaz de matar a un compañero y amigo?, Nathan... ¿En verdad eras tú?, no. Estoy... estoy imaginándomelo ¿Cierto?.

Nathan no pudo haber hecho eso. ¿Finalmente enloquecí?.

- Señora, ¿Qué hago con el niño? -dijo el hombre que cargaba a Nathan.

- Espera -dicho esto Marie me bajó cuidadosamente a su lado, y se cortó la parte baja de su falda y la apretó contra la nariz y boca de Nathan- El lugar está lleno de sangre, si el llega a olerla o tocarla... volverá a suceder... y no creo que ella lo soporte. Además, todos estaremos en peligro si eso vuelve a suceder -y empezó a limpiar con su falda la sangre que había salpicado a Nathan.

Le fue fácil limpiarlo pues Nathan estaba mojado.

Y eso... eso significa que no estoy loca. Realmente él... él mató a Gricel.

El mató. El mató a Gricel. Ella... junto con Marie me cuidaron desde siempre. Gricel.

Entonces unos disparos me sacaron de mis pensamientos. Y recordé que estábamos siendo atacados.

Me aferré más a Marie aún con miedo. ¿Qué pasaría si nos mataban?, ¿O si Nathan volvía a hacer eso?, ¿Nathan me matará si soy herida?.

Entonces cuando estábamos por pasar frente a una puerta, esta se abrió de golpe, y la persona que salió de allí fue asesinada a balazos, y su sangre nos salpicó. Miré a Nathan, el seguía dormido.

- Rayos, Sandro ven al frente, ábrenos paso -dijo Marie retrocediendo tras del nombrado Sandro.

Entonces Nathan despertó. El hombre que lo cargaba lo bajó con cuidado.

Nathan parecía desorientado. Tenía la mirada algo perdida.

Entonces negó con la cabeza y se acercó a nosotras.

- ¡S-se-señorita está bien!, ¡Y-yo la pro-protegeré! -me dijo mirándome preocupado al notarme llena de sangre.

¿Está bien dices?, ¿Dónde aquí está bien algo?, ¡En cualquier momento puedes enloquecer y matarnos a todos!.

Me dió un poco de miedo. El... el no tenía control sobre él. Yo no quiero que el vuelva a matar a alguien, o que me mate a mí.

- ¡No te acerques! -le grité colocándome detrás de Marie.

Recordé que tenía algo de sangre sobre mí.

- M-Marie cuídame -dije aferrándome a ella.

Nathan pareció sorprendido. Agachó la cabeza, y se abrazó a sí mismo.

Se veía débil y quebrado, parecía sentirse culpado. Y eso, me recordó a mí misma. Pues hasta hace unos instantes me sentía igual a él, sola, culpable de todo.

El parecía tener conocimiento de lo que pudo pasar, pero no estoy segura si sabe lo que pasó. Pues cuando despertó actuó como si nada hubiera pasado.

- Está despejado -avisó Saandro sacándonos de nuestros pensamientos.

Empezamos a cruzar, pero entonces se escuchó otro disparo, el hombre que caminaba detrás del desolado y triste Nathan, fue disparado.

Cuando giramos vimos a Nathan arrodillado en el suelo, su cabeza estaba agachada, pero se podía ver su sonrisa brillar de tan sombría que era.

Y detrás de él, yacía el inerte cuerpo del hombre.

Figlia Della MafiaWhere stories live. Discover now