Capítulo 58

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Lagarto amarillo - Culpable





Vuelvo a mojarme el rostro. A este paso tendré la piel como una lenteja rehogada por más de tres horas.

—No podía quedarse donde estaba. ¡Nooooooo! Dublín al final le resultó ser demasiado chiquitito y España, no, Valencia, el lugar más encantador para él.

Bufo varias veces y, tras un momento de aparente calma, decido que es hora de volver. Mucho espectáculo le he ofrecido a Dev.

¡Demasiado para mi gusto!

¡Ya basta!

Ivette al notar mi próximo paso, me sujeta de la mano sobre la manija de la puerta.

—¿Estás segura de querer verlo? Si quieres podemos abandonar el lugar —la miro. Sopeso sus palabras. Cada una de ellas.

—¿Por qué tendría que huir yo? ¿Acaso hice algo malo? ¿Soy culpable de que se haya ido? Solo me culpo por haberle aprendido a querer. Por haber deseado un sueño que a simple vista se veía que no era para mí. Un sueño demasiado grande. Soy culpable por haber entregado de nuevo mi corazón al menos indicado. De nada más.

Ivette me mira y sonrío de lado. Esa sonrisa la confirma que estoy mejor que nunca. O al menos eso parece. Desde luego no todo lo que reluce es oro.

—Pues siendo así salgamos. Y que se prepare ese irlandés.

Tomo aire por última vez y, tras expulsarlo, abro la puerta. Inmediatamente Luca corre hacia mí.

—¿Estás bien? —Le pego un vistazo al lugar en donde descansa su mano para luego sonreírle calurosamente.

—Solo fue un bajón de azúcar.

—Me preocupé bastante al verte tan pálida —se sincera. ¡Es tan mooono! Ya podría yo haberme enamorado de él.

—De verdad, ¿tutto bene? —asiento restándole importancia.

El resto de la noche transcurre entre más tensión que antes. Por mi parte claro, ya que aquí el señor Adams se dignó a no hablarme. A no acercarse, pero sí a tocarme lo que no tengo. Se le nota demasiado apacible.

Demasiada tranquilidad para mi gusto.

Demasiada tranquilidad para alguien que está viendo a la que dijo amar en brazos de otro.

Una hora después, suena la voz de John Legend. ¡Amo esa canción! Tiene tanto sentimiento que me es imposible no emocionarme al escucharla. De nuevo Luca me pregunta si me encuentro bien. Es tan atento que apetece comérselo con limón. Tras aclararle el por qué estoy emocionada, me invita a un baile.

¡Yo encantada de la vida!

Que se chinche quien se tenga que chinchar.

Que se chingue quien se tenga que chingar y se ahogue en su propio veneno.

Luca me toma por la parte baja de la espalda y yo lo sujeto por el cuello.

Nos movemos al son de la música.

De izquierda a derecha.

De derecha a izquierda.

Pegaditos.

Relajado él y yo más alerta que nunca.

Cuz all of me
Loves all of you.
Love your skin and all your edges
All your perfect imperfections...


Lo escucho canturrear. Automáticamente descanso mi cabeza sobre su pecho y me sujeto por la solapa de su americana. Escucho el latir de su corazón. No sé por qué, pero de algún modo u otro estar con Luca me transmite calma. Seguridad.

Aun habiendo pasado tanto tiempo, sigue oliendo igual de bien.

Me separa para verme a los ojos. Demasiado brillo hay en ellos.

—¡Eres tan bonita! —Me susurra. Vuelvo a pegar mi cabeza más a su pecho mientras me dejo guiar por él. Por Gian Luca Piaccini. Mientras me dejo evadir por la tranquilidad que me transmite.

Un carraspeo nos saca de nuestra ensoñación. De un rápido movimiento me separo de Luca para encontrarme con los ojos de un Dev bastante frío y ¿molesto?

¡Vaya!

¡Wow!

¡Por fin!

Por encima de su hombro puedo ver a una Ivette alerta observando lo que pasa.

—¿Podemos hablar? —Me dice. No digo nada. ¿De qué quiere hablar después de haber pasado tanto de mí?

Luca me mira para asegurarse de que quiero hablar con él.

—¿Quién es él? —pregunta Luca al no recibir respuesta de mi parte.

—Uno que no es de tu incumbencia —le responde Dev demasiado borde.

¡Esto está empezando a ponerse feo!

—Fíjate tú que sí es de mi incumbencia, ¿cómo la ves? —Luca me sujeta con verdadera posesión de la cintura. Sé que lo hace por defenderme así que yo no me opongo; es más, le respondo a Dev.

—No tenemos nada de qué hablar.

KILLING ME SOFTLYUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum