Capítulo 86

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🍃86🍃


~VERGUENZA~


El resto del día lo paso entre fogones. Estoy acabando con la ensalada César. Ya dejé hechas las pechugas de pollo rellenas con cilantro. Martina está acabando el zumo de frutos de bosque.

Media hora más tarde, estamos todos sentados alrededor de la mesa. Menos Dev.

Estoy intentando no ponerme nerviosa ya que prometió que estaría llegando antes. Pero no. Ya veo que se está divirtiendo mucho con Clarita.

Cierro los ojos y cuento hasta diez. Estoy con mis niños y eso es lo que importa.

Ya hemos acabado todos con la ensalada cuando escuchamos unas llaves soñar. De inmediato la voz de Dev anunciando que ya está en casa nos confirma que finalmente la familia acabará la velada así, en familia.

—Papiii —grita Luna. Yo sigo con lo que hacía como si no ha pasado nada. Como si Dev todavía no ha llegado.

Mi esposo llega a nosotros y nos saluda a todos.

—Dejo el maletín y enseguida papi está con vosotros.

Dev les guiña el ojo y mis polluelos asienten.

Lo veo perderse de nuevo en la zona principal de la casa. Rumbo a la escalera.

Yo sigo con mi ejercicio mental de relajación.

Peace, Bea. Haya peace.

Minutos después vuelve.

—Ya estoy de vuelta —dice frotándose las manos. Hace de lado el asiento que le corresponde y asegura su culo sobre él.

—Mmm... huele delicioso. ¿Quién ha cocinado?

—Mamma —dice Toby.

Y entonces me mira. Desde que ha entrado y se ha servido un poco de ensalada, ahora es cuando se acuerda de que yo estoy aquí.

Agacha la vista hasta su plato desviando la mirada y se dispone a engullir.

—Delicioso.

La cena transcurre silenciosa. Tranquila. Quizá demasiado para mi gusto. Es un momento incómodo ya que siempre estamos parloteando de alguna que otra cosa. Martina nos mira extrañada. Pobre, cómo ha de sentirse en esta situación. De vez en cuando le regalo una sonrisa amigable.

—Le pegué a Arnold —suelta Toby de pronto y sin anestesia y todos lo miramos perplejos. Yo más que el resto ya que esperaba ser yo quien se lo dijera a su padre, pero viéndolo de otro modo, eso que me ahorra; con la situación incómoda que hay entre los dos.

Su padre deposita los cubiertos sobre la mesa y entrelaza los dedos.

—¿Se puede saber por qué?

—Porque le pegó a Theo.

Suelta con la voz firme. Sin tartamudeos.

Dev suspira.

Y ya os digo yo que les ha regañado. Sí, efectivamente, a los dos. Theo también se confesó.

A lo que iba. Sus padres les regañó y les castigó con cuatro días sin consola ni ningún juguetito de esos con los que acostumbran entretenerse. Por mi parte, no les castigué, solo que sigue en pie el disculparse con Arnold. Creo que con eso ya tienen suficiente con respecto a sus orgullo Montecristo.

Ahora mismo estamos en el cuarto Dev y yo después de haber encamado a los niños, juntos. Solo por ellos aparentanmos ser los padres que ellos tienen por costumbre ver.

KILLING ME SOFTLYحيث تعيش القصص. اكتشف الآن