KILLING ME SOFTLY

Capítulo 92

🍃92🍃

~DESCUBIERTA~

—De... ¿De qué estás hablando? —titubeo.

—No quieras verme la cara

Me pongo en pie con cierta dificultad.

—Explícate

—Bea... —sisea.

—¿Quéééé? —suelto ya no pudiendo contenerme.

—¿Esperabas que me enterase? —se acerca a pasos lentos hacia mí. —¿Eeeh? ¿Esperabas que me enterase de este modo? ¿Cuándo pensabas decírmelo? —Me mira a los ojos—. ¿Cuándo pensabas contarme la verdad? —me mantengo quieta. En silencio. Los ojos comenzaron a picárseme. —¡Contéstame, Beatriz! –vocea.

—¿Co- cómo lo supiste?

Es lo único que se me ocurre decir. La única pregunta que importa después de todo. La misma que ha estado rondándome la cabeza desde el momento en el que sospeché de que Dev ya lo sabía.

Se ríe con amargo. Da la vuelta llevándose las manos a la cabeza. Peinándose el cabello.

—Es el colmo. Tú eres el colmo —repite gesticulando con las manos. —Te dije mil veces que no te quería trabajando. Te lo advertí. Te lo dejé muy claro. ¿Cómo pudiste? No pudiste solo hacerme caso. Tuviste que desobedecerme. Procuro que no os falte nada. ¡Nada! —repite gritando.

—Tampoco es que hubiese hecho algo malo —digo haciendo a un lado el rostro. Intentando defenderme.

—Noooo. No hiciste nada malo.  Tú nunca haces nada malo, Beatriz. Nunca. Como tampoco te parece haber hecho nada malo al mentirme a la cara. ¿Cómo te sentiste? ¿Cómo me veías cuando te preguntaba por Carlos, cuando te preguntaba si te trataba bien, si te daba mucha faena? Dijiste: ese idiota se lo creerá. No le dará más vueltas al asunto. Porque así me viste —se posiciona a menos de cincuenta centímetros de mi rostro—. Como un idiota. Ahora dime, ¿se te inflaba el pecho de orgullo?

—Tampoco es así

Se aleja de mí. 

Me pican los ojos, me pica el rostro. Ahora es cuando lo veo todo claro. Ahora es cuando me arrepiento de no haber tenido el valor suficiente de plantarle cara a la primera semana de curro y decírselo y dejar mi destino a la suerte.

—¡Ah! ¿No? —cuestiona con suspicacia. 

—Bueno, es cierto que no te dije nada. Es cierto que llevo trabajando durante más de mes y medio, pero si lo hice fue porque no me dejaste con ninguna otra alternativa —intento explicarme basándome en cómo realmente fueron los hechos.

—Eso no justifica nada. No te exhibe de culpa

—¿Y quién dijo que me estoy restando culpa? Crees que no pensaba contártelo. Crees que realmente te lo iba a ocultar cuando en verdad es todo lo contrario.

—Una —hace una pausa apretando los dientes—. Solo una cosa te pedí —forma un uno con el dedo—. Y no fuiste capaz de hacerme caso. 

—No hice nada malo, Dev.

—Y dale. Y dale, Bea. ¡Vas a matarme! —gesticula con las manos desde el lado trasero de la cabeza, como si se desmelenara desde atrás.

Lo veo agachar la cabeza. Pasarse las manos por el rostro y tallarse los ojos.

—Hubiese preferido mil veces que me lo dijeras. Que me hablases con la verdad en vez de mentirme de ese modo tan astuto —se pone en pie como un remolino.