43. Magikarp

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Alba volvió a mirar en su móvil el mensaje de Natalia para comprobar a qué botón del porterillo debía llamar, y esperó más impaciente que pacientemente a que les abrieran. No tardó en hacerlo, pero se le hizo largo igualmente por las ganas que tenía de verla, y se metieron los cuatro en el pequeño ascensor.

-¡Chavales!-saludó efusivamente María en cuanto abrió la puerta-. Espero que estéis listos para una noche de fiesta al estilo María Villar.
-Yo estoy preparadísima, que he tenido un día horrible-se entusiasmó África.

Se saludaron un poco como si se conocieran de toda la vida entre los cinco, igual que lo hicieron con Vicky, que al final iba a unirse para la cena y la previa aunque no saldría después.

-Ha bajado a por hielos-informó María a la pediatra, conteniéndose la risa al ver cómo la buscaba con la mirada como quien no quiere la cosa-. Aunque debe estar a punto de llegar.

Y de hecho, como si estuviera planeado, justo en ese momento empezaron a girar las llaves al otro lado de la puerta.

-Huy, ya habéis llegado-dijo la morena al entrar y al ver el salón de su piso tan lleno de gente-. Mira que he intentado darme prisa.
-Y tanta que te has dado, Natalia, que saliste hace cinco minutos. ¿Te ha poseído el niño de Los increíbles?-se burló Vicky.
-La han poseído las ganas de no perderse ni tres minutos a cierta rubia-se rió María, y la fotógrafa respondió con una mueca-. Bueno, coño, sentaos que ya mismo están las pizzas. Cerveza para todos, ¿no?
-¿Llegasteis hace mucho?-preguntó Natalia tras meter en el congelador los hielos y saludar a los invitados, dejándose a la rubia para el final.
-Qué va, acabamos de llegar-se puso de puntillas para saludarla con un beso, riéndose cuando empezó a escuchar a sus amigos y a las de Natalia jalearles y celebrar excesivamente ese beso-. Sois idiotas.
-¡Otro, otro, otro!-empezó a canturrear María, dando palmadas, y África no tardó en seguirle.
-¡Mari!-se quejó Natalia, con las mejillas rojas como un tomate-. ¿No has dicho que ya estaban las pizzas?
-Que ya casi estaban, Nati, casi. Os podéis dar el lote un ratito más todavía.
-Voy a ver cómo van-dijo la morena, huyendo de ahí por la vía fácil.
-Ha sido un ataque gratuito ese, ¿eh?-le dijo Alba a María, aún riéndose por la reacción de la fotógrafa-. Me la vais a matar de vergüenza. 
-Es para que se vaya acostumbrando, en tres minutos vuelve a su color habitual, no te preocupes.

La pediatra dejó a sus amigos acomodándose alrededor de la mesa del sofá mientras María repartía latas de cerveza, y se escabulló hasta la cocina, donde se encontró a una Natalia que cerraba el horno de espaldas a ella, y por eso no pudo ver que aún no había vuelto a su color habitual.

-Me gusta cómo te queda esa camiseta-dijo desde el marco de la puerta, riéndose al ver el bote que dio la fotógrafa cuando se sobresaltó. Y era verdad, ya se había fijado mientras saludada a sus amigos en cómo se le marcaban los músculos de la espalda bajo el tejido elástico, y en los que dejaba al descubierto por toda la mitad alta de la misma también.

-Ay, hola, Albi, qué susto-se levantó de las cuclillas para girarse a mirarla, y a punto estuvo de acabar en el suelo otra vez cuando reparó en la camiseta negra y semitransparente que se ceñía en torno a su torso, antes tapada por una chaqueta-. Tú también estás muy guapa.
-Gracias-se dejó observar.
-Vamos opuestas, mira-levantó una pierna para enseñarle los zapatos negros que llevaba bajo la campana de sus pantalones, tan blancos como el body, y señaló el look de Alba. Todo negro y deportivas con suela altísima blancas.
-Hasta en los pelos-se rió la rubia, revolviendo su decolorado blanquecino tan opuesto al pelo oscurísimo de la fotógrafa.
-Es verdad-se rió ella-. Ni que nos hubiéramos puesto de acuerdo, parecemos Zipi y Zape.
-O el yin y el yang-propuso la rubia.
-¡Espero que no estéis fornicando en mi cocina!-escucharon las voces de María desde ahí, y se les escapó una risa a las dos.
-¡No, Mari, no estamos fornicando!-respondió Natalia-. ¡Ya lo hemos hecho, pero ya salimos!

La casa del árbolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora