Capítulo 30 "goodnight n go"

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JIMIN

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JIMIN

—¡No, cuidado! ¡Se va a caer, sopenco!

—Oye, está bien que pronto vayas a convertirte en Rey, ¡Pero no por eso debes tratarme como mula de carga, idiota! —Tomó el grueso cuaderno de dibujo bajo su brazo y lo estampó contra la cabeza del Príncipe.

—¡Auch! ¡Oye!

—¿Puedes recordarme cuando te volviste tan sensible y ahora cumples cada capricho de tu pareja?

—Desde que llegué a su vida, querido Yug. Lo necesita, además esto no me cuesta nada. Él ama pintar, y se que le va a encantar una vez lo vea...

Yugyeom se quedó parado donde estaba con el caballete colgando en uno de sus brazos, sonrió incrédulo y siguió caminando dejando de poco en poco a Jungkook atrás. Ese día los pasillos y las habitaciones estarían desiertas, ya que Jimin había salido de la mansión por cuestiones laborales, aunque Jungkook se había quedado en casa por decisión propia.
Justo en ese momento creyó que lo mejor sería ocupar ese tiempo para llenar una de las habitaciones vacías para recrear el viejo estudio de arte del palacio, aunque siquiera fuesen a la mitad de poner en su lugar cada material que el príncipe utilizaba.

Jungkook llevaba en ambos brazos un par de cajas llenas de botes de pintura y algunos pinceles finos, en su hombro colgaba un par de trapos y un delantal, si es que Jimin deseaba usarlo.
Detrás suyo su amigo se las estaba arreglando para no dejar caer el caballete de madera a la vez en que subía las escaleras. Algunos empleados cargaban también con algunos cuadros que el príncipe había pintado.

—Wow, ¿dónde están todos? Sungwoon, toma mi abrigo por favor. —Le extendió el objeto de lana ya mencionados continuó caminando escaleras arriba esperando encontrarse a alguien.

Todos habían terminado de acomodar todo dentro del estudio hacía un par de horas, y la parte final los tenía ahora a todos dentro de la gran habitación esperando a que Jimin abriese las puertas por sí solo.
Y cuando lo hizo, Jungkook lo recibió con un ramo de tulipanes blancos.
El príncipe Park se acercó asombrado y de inmediato aceptó el bello ramo que el Alfa le regaló; vio a su alrededor la mayoría de sus viejas pinturas colgadas en las paredes, también su material sobre una mesa.

Hacía muchísimo tiempo que había abandonado esta actividad debido a su boda, pero ahora que estaba casado entonces pensó que no tendría porqué dejarlo de lado. Las cosas ya estaban hechas, y él podía hacer lo que amaba sin ninguna atadura.
A los pocos segundos se escondió entre los enormes brazos del Alfa frotando su mejilla contra el pecho del contrario.

—Gracias, Kook. No pensé que... no me lo esperaba para nada, ¿cuándo planeaste todo esto, eh? —Apenas y podía escucharse su voz, pero Jungkook tuvo el privilegio de escucharlo vibrar contra su pecho.

También notó gracias a su lobo el entusiasmado corazón del menor latir con fuerza cuando sus dedos acariciaron su espalda, el cómo ronroneaba cuando le contó entre susurros al oído cómo y desde cuando había planeado todo esto.
Duraron así tantos minutos entre caricias y voces adormiladas debido a sus feromonas, que cuando fue tiempo de separarse cayeron en cuenta de que los habían dejado completamente a solas.

Crown; 국민Where stories live. Discover now