Capítulo 35 "Ghostin"

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JIMIN

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JIMIN

—¿Estás listo, pequeño?

—No lo sé, he montado a Apolo mientras nos quedábamos en la mansión... Pero ahora que estamos aquí, n-no lo sé... —Estaba nervioso, se notaba a leguas.

—Estaré a un lado tuyo en todo momento, ¿Sí? Ya tengo atado a Apolo a mi caballo, estaremos bien.

—No entraremos en el bosque, ¿Verdad?

—No, tal vez vayamos al río lunar, ¿Te gustaría?

El menor asintió sintiéndose un poco más tranquilo y sujetó las riendas del caballo. Una vez Jungkook le dió una seña preguntándole si estaba listo, cuando dijo que sí, comenzaron a avanzar.
Las puertas del palacio fueron abiertas frente a ellos y el sonidos de las patas de los caballos eran inconfundibles.

A los pocos minutos por la lentitud debido a su embarazo, Jimin comenzó a ver cosas familiares para él. Ya estaban dejando de lado la casa de SeokJin a lo lejos, también algunos caminos de rocas que habían estado desde hacía años en el piso.
Cada uno de esos pequeños detalles le recordó la verdadera razón por la que le gustaba pasear a caballo, no era Hermes o porque podía encontrarse a SeokJin en el camino, sino porque podía ver la vida en el bosque, podía apreciar cada aspecto que hacía de la vida una más bella.

Había olvidado la libertad que sentía cada vez que el aire acariciaba sus mejillas, o cómo alcanzaba a ver en los árboles algunas aves volando justamente como él.
Muy dentro de su ser estaba dándose cuenta del cambio por el que estaba pasando, sentía que por cada paso hacia adelante que diese sanaría un poco más. Sonrió de oreja a oreja y volteó a ver a Jungkook quien ya le estaba mirando desde antes, él siempre se preocupaba por él sin importar la situación.

—¡Ahí está el río! —Anunció segundos antes de hacer a sus caballos parar.

Jungkook bajó primero de su caballo a ayudar al menor sosteniéndolo por la cintura.
Después ataron a los caballos a un par de árboles en lo que ellos estaban ahí.

Dejó una manta color amarilla en el suelo y tomó el pequeño cesto de comida que había preparado en Spiraea, Jimin había sido de mucha ayuda aunque algunas veces tomase a escondidas un poco de fruta que debía meter en un frasco.
Había una botella de jugo de naranja junto a un par de vasos de vidrio, palitos para hacer brochetas de fruta y un par de sándwiches de mermelada, uno para cada uno.

—¿Sabes? Últimamente me gustan mucho las moras... Bueno, tiene ya algo de tiempo, pero debemos comprar muchas más para cuando regresemos a la mansión.

Jungkook se atragantó.

—Sí sabes que ese es mi aroma, ¿No?

—Oh... Cierto. —Dijo con las mejillas abultadas, después tragó.

—Tal vez sea por el embarazo, los Omegas suelen hacer este tipo de cosas cuando están en cinta. —Sacó el jugo de naranja.

—No, no es por eso... Me gustan mucho, en serio.

Crown; 국민Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz