Capítulo 5

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Después de ese pequeño momento de "paz" que hubo entre El Príncipe Jeon y Jimin, las cosas fluyeron un poco más sencillo aunque de por medio siguiera la misma tensión de siempre. Tal vez era algo que nunca se iba a romper, pero ambos agradecían eternamente que fuese de esa manera.
En cuanto a los planes del casamiento, la Reina ya estaba al pendiente de absolutamente todo; desde el mandar a hacer invitaciones a los invitados de honor, las decoraciones que habría en el castillo y por supuesto la corona que harían especialmente para el Omega junto a su traje de bodas.

Claro que  éste le emocionaba muchísimo convertirde en Rey, no por nada había sido educado durante toda su vida para ello. Pero no de esa manera, no si iba a casarse sin la persona que él amaba en verdad.

La Reina estaba a su lado cuando llegaron con muchos ejemplares de trajes o vestidos que podría utilizar el dia de la boda; desde sólo camisetas de encaje que hacían lucir sus hombros y un traje completo incluyendo un saco de un sin fin de tonalidades de blanco hasta algunos vestidos que a su madre le habían gustado. Al final le pidió que por mientras tan sólo iba a dar sus medidas porque aún no se sentia listo de elegir... aunque fuese una pequeña mentira sólo para que le dejara solo.

Una vez sintió la habitación completamente vacía se permitió romper en llanto dejando escapar todas las emociones que llevaba cargando a lo largo de las últimas semanas.

—¡Estúpidos Alfas! ¡Estúpida sociedad Alfista!

Con sus ojos brillando en un azul celeste dejó que su lobo saliera para que hiciera lo que le plazca. Comenzó con algo pequeño como el quitar las cortinas de un sólo tirón. Después de eso muchos objetos más terminaron en el suelo hasta que se obligó a sí mismo a parar dejando una mordida en su brazo que probablemente dejaría una pequeña cicatriz.

—Tranquilízate, Park Jimin... —Se dijo a sí mismo.

Se sentó un momento frente al tocador para recobrar la respiración, después se miró al espejo viendo cada detalle de su rostro. Rápidamente limpió sus lágrimas notando detrás de él la figura de ese hombre mirándole fijamente.

—¿Qué necesita, Príncipe Jeon?

—Iba a la cocina por un postre, pero escuché un gran estruendo y... ¿Está usted bien?

Qué tontería... Su habitación ni siquiera está en este lado del palacio..., Pensó.

—Claro, ¿por qué no lo estaría?

Dentro de un cajón había una pequeña caja que guardaba todo su maquillaje; desde un polvo que aplicaba en sus mejillas, hasta labiales y algunas sombras para los ojos. Aplicó en su rostro un poco de base para ocultar el rastro de llanto que había quedado en sus ojos y algo de labial. Se cruzó de brazos esperando que comenzase a hablar, pero no lo hizo. Entonces dejó la silla desocupada colocándose frente al más alto.

—¿Tanto le desagradan los Alfas?

—¿Eh? ¿A qué se refiere?

—¿Por qué los odia tanto, Príncipe?

—Porque por los Alfas es que ningún Omega en esta línea familiar ha logrado estar al mando, porque por los Alfas y su mediocre sistema es que yo no puedo siquiera casarme por amor. ¡Por que por los Alfas es que estoy tan jodido, y que por los Alfas es que me obligué a madurar antes de tiempo!

—¿Entonces por qué no escapa?

—¿Cree que es tan fácil? Se ve que no conoce bien esta familia, ellos nunca me dejarían escapar... y si lograse hacerlo estoy seguro que me mandarían a la horca por adulterio si me encontrasen. Dentro de poco se casará conmigo, y usted debe estar de lo más alegre, ¿no es así? —Sonrió con ironía.

Crown; 국민Where stories live. Discover now