Capítulo 61 "Grind Me Down"

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ANÓNIMO

Pasando los días, el paradero del Príncipe Jeon seguía siendo desconocido. Sus familiares y por supuesto su propio esposo estaban más que preocupados por qué algo pudiese ocurrirlo, sin saber dónde estaba y que ahora la marca entre sus lobos estuviese decayendo cada vez más, hacía doler a su corazón.
Para Jungkook no fue lo mismo, invirtió más tiempo llorando por la pérdida de su hermano que pensar en la persona que más importante en su vida, y no era porque ya no lo amase (porque diablos, lo hacía demasiado, incluso algo de más), era sólo que dolía demasiado el haberse sentido traicionado por él... Y no quería seguir enojado.

Veía en la televisión en el canal de las noticias el funeral de Taehyung, todos estaban ahí presentes viendo cómo su cuerpo dentro del ataúd descendía hasta que tocó el suelo. Jimin tenía la cabeza gacha junto a su padre, y justo frente a ellos los de Jungkook llorando en sus vestimentas completamente negras. La multitud fuera del cementerio tomaban fotos, las flashes de las cámaras junto al enorme silencio del lugar tan sólo le ponía incómodo, aunque le reconfortaba saber que habían dejado mil y un arreglos de flores en su honor, le hacían saber que su hermano mayor había sido amado por todos, y que no podría ser olvidado.

Volteó una vez más a mirar a su esposo en su silla de ruedas, no podía evitar sentirse terrible al saber que Jimin no podía moverse sin ayuda de Sungwoon quien estaba parado detrás de él a unos metros de distancia, tampoco ayudaba el hecho de que estando junto a él en el palacio no se había parado a preguntarle el cómo se sentía, no le había ayudado como Sungwoon en ese momento, tampoco estaba junto a él en algo tan difícil, porque él mejor que nadie conocía a su esposo, conocía cómo era que se sentía... Porque él lo conoció cuando su vida se vino hacia abajo, cuando tocó fondo... Porque él lo había ayudado a salir de ahí, él había estado junto a Jimin en su peor momento, y ahora no.
Agitó su cabeza y prefirió apagar la televisión; el funeral había sido hacía ya una semana atrás, no entendía porqué es que seguía viendo aquellos canales que sólo hablaban de lo ocurrido.

Salió de su habitación en el hotel en que se estaba hospedando y colocó una gorra en su cabeza; había estado haciendo eso desde que llegó, y ninguna vez fue descubierto. Todo hasta que al entrar al pequeño bar al lado de la piscina, un chico beta de mediana edad (tal vez unos años menor que él) se le acercó sonriente a sentarse a su lado, le había invitado un trago de alguna bebida, pero Jungkook no le escuchó y prefirió ignorarlo.
Aún así, el chico insistió hasta que el contrario aceptó y comenzaron a beber.

—¿Vienes sólo a la piscina, de noche? ¿Eres un ermitaño o algo parecido?

—¿De qué hablas? —Soltó una risilla— Claro que no, tan sólo prefiero salir ya que no hay nadie en ella. ¿Y tú? ¿No estás en las mismas condiciones?

—Eh... Mi ex me dejó aquí, el muy maldito decidió terminar conmigo durante nuestras vacaciones. —Rió de forma sarcástica— Pero hey, encontré a un Alfa muy atractivo. —Colocó su mano sobre la de Jungkook.

—¿Te parezco atractivo?

—Sí, mucho, aunque me encantaría verte en la piscina... ¿Te gustaría entrar conmigo? —Le extendió la mano.

Tal vez antes de haber bebido esas tres copas se habría negado de inmediato, pero ahora que veía ese chico sonriéndole de esa forma no lo pensó mucho y se levantaron de sus lugares, tomaron el contenido dentro de sus copas y finalmente entraron lentamente a la piscina. Ahí dentro vio con mejor detalle el cuerpo bien formado del chico, era muy lindo, pensó.

—¿Por qué estás aquí? ¿Estás de vacaciones?

—En realidad no, tuve problemas con mi esposo, y decidí quedarme en un hotel...

—Oh... O sea que tienes esposo.

Pasaron unos segundos, incluso pensó que la mejor idea habría sido salir sin decir ya nada más, pero no sé esperó el ser acorralado contra una de las paredes de la piscina, tampoco el que el menor colocara sus brazos alrededor de su cuello.

—Me llamo JaeBum.

—MinGyu. —Dijo con su voz entrecortada.

Poco a poco fueron acortando la distancia, sus narices se tocaron por unos segundos hasta que finalmente Jungkook fue quien decidió romper esa distancia y besarlo primero muy delicadamente. Sus labios se movieron esperando conocerse entre sí, eso hasta que JaeBum pidió permiso de ingresar con su lengua a su cavidad bucal, jugando con la de Jungkook hasta que sus respiraciones erradicas chocaron contra sus mejillas, un rastro de saliva fue lo único que les mantuvo unidos cuando se separaron por la falta de aire.
Entonces comenzaron a hablar entre beso y beso.

Jungkook pasó sus grandes manos a los muslos del contrario, recorrieron su cintura con fiereza y así lo elevó a la altura de su cintura, para que colocara sus piernas alrededor de ésta. Su miembro duro se frotó contra los glúteos de JaeBum, haciéndole soltar un gemido suave.

—Vamos... A tu habitación... —Jadeó cuando los labios de Jungkook se pegaron a su cuello comenzando a succionar.

Jungkook obedeció, tomó el cuerpo de JaeBum poco importándoles sus cuerpos mojados y así lo llevó hasta al ascensor, donde una vez ambos estuvieron de pie el beta colocó su pierna entre las de Jungkook y comenzó a frotarlo contra el miembro duro del Alfa. Jungkook gimió contra la pared atrayéndolo hacia él y comenzando así un juego de caricias y besos lascivos, caminando torpemente hacia la habitación del primero. Abrió la puerta como pudo y empujó a JaeBum a la cama, cerró la puerta y regresó con él sólo para continuar lo que había quedado pendiente dentro del ascensor.

Gemidos y jadeos salieron de sus bocas cuando comenzaron a deshacerse de su vestimenta y sus cuerpos tuvieron un mejor contacto de sus pieles mojadas. Cambiando de posiciones, JaeBum se colocó sobre él, frotando su trasero ya completamente desnudo contra el duro falo del contrario, deseaba demasiado el tenerlo dentro muy pronto.

—No, esto está mal... JaeBum, tengo esposo.

—Eso no importa ahora, MinGyu... Yo puedo hacerte sentir bien, justo ahora. ¿No quieres olvidar lo que sucede durante esta noche? Mírame... ¿No te gusta mi cuerpo?

—Dios, sí... Es sólo que me parece incorrecto estar haciendo esto...

—No pienses en él, tan sólo déjate llevar y diviértete, tócame... —Tomó la mano del azabache invitándolo a tocar sus pezones— Ahhh, así~

—No tengo condones.

—Yo tengo en mi habitación, ¡No tardaré!

Tomó una de las enormes sudaderas de Jungkook colgadas en un idea los sillones frente a la cama y así salió de la habitación corriendo lo más rápido que pudo.
En cuanto a Jungkook, él se quedó pasmado en su lugar mientras cerraba sus ojos e intentaba esfumar el rostro de su esposo de su mente. Así que cuando notó aquel pequeño detalle en su dedo anular, lo retiró delicadamente y lo dejó en la mesa de noche a un lado suyo. Tiempo suficiente para que JaeBum volviera con una pequeña caja de preservativos, le entregó uno a Jungkook y así volvieron de nuevo a la acción una vez se lo colocó.

—Tócame, por favor~ —El menor frotándose contra él se sentía demasiado bien.

Jungkook obedeció, sus dedos frotaron los botones erectos del contrario, haciendo círculos y a veces pellizcándolos. Tal vez olvidó por un momento que el chico era un beta, porque ingresó su miembro de una sola vez, haciendo que éste soltara un gemido de dolor.

—Ahhh~

—Lo siento, olvidé que...

—No te preocupes, sólo muévete, el condón ya tiene lubricante... —Soltó con su voz entrecortada.

De nuevo obedeció, su miembro fue envuelto por la entrada del beta, estaba ardiendo y se sentía demasiado apretado. Pero cuando éste comenzó a saltar sobre él, no pudo controlarse y comenzaron a gemir al unísono.

Esa noche, Jimin por fin había salido de su mente, olvidando la cosa más importante, que a partir de ese momento, las cosas cambiarían entre los dos. La catástrofe estaba a la vuelta de la esquina, y tal vez ninguno de los dos estaba preparado para ello.

Crown; 국민Where stories live. Discover now