Capítulo 23

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A la mañana siguiente Jungkook había decidido abandonar la habitación para cuidar también de sí mismo, al final había estado junto al Omega la mayor parte del día y se había descuidado un poco

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A la mañana siguiente Jungkook había decidido abandonar la habitación para cuidar también de sí mismo, al final había estado junto al Omega la mayor parte del día y se había descuidado un poco.
Una vez aseado se encaminó hacia el despacho de los reyes y abrió la puerta sin más.

Ahí dentro la Reina estaba dando vueltas y vueltas caminado alrededor de su esposo, ambos parecían asustados y de no ser porque Jungkook les llamó, no habrían salido ninguno de su propio mundo.

—Oh, Jungkook... ¿Cómo está Jimin?

"Ustedes mismos podrían ir a verificar, ¿Acaso no son sus padres?", pensó.

—Aún no he logrado que coma algo, pero me permitió ayudarle a darse un baño. Ahora está sentado en el sillón, pero no creo que se recupere tan pronto de...

—Esperemos que regrese pronto a sus actividades, al final ya es tiempo de que les cedamos nuestros...

—Su Majestad, ¿Qué hará con el cuerpo de SeokJin?

La Reina estaba confundida, ¿Qué harían con el cuerpo de SeokJin? Pues obviamente cremarlo. ¿Pero después? Tal vez esparciría las cenizas por ahí, ya que sería algo muy traumático para su hijo. Y él debía estar con la mente clara.

—Cremarlo, claro está, o los empleados ya sabrán que hacer con él. Tenemos mejores cosas que hacer, y hacer algo grande podría llamar la atención de los habitantes.

¿Acaso la Reina se había vuelto loca? No hacerle un funeral digno a alguien que había muerto debido a su negligencia... Eso era inhumano. Y peor era el hecho de que el Rey estaba ahí sentado sin decir ni una palabra, tal vez con miedo a ser juzgado por su esposa.

Apretó sus manos en dos puños y finalmente alzó su voz para ser escuchado. Jimin habría odiado éste hecho, incluso él se sentía furioso por el trato que SeokJin estaba recibiendo incluso estando muerto.

—Nosotros no podemos hacer algo muy elaborado, Príncipe Jeon, apenas y tenemos suerte de que nadie se haya enterado hasta ahora.

La miró una última vez y regresó al pasillo aún con ese sentimiento de enojo llenando su interior. Si los Reyes no tenían la decencia de al menos hacerle un funeral digno a Kim SeokJin, entonces él mismo se encargaría de preparar algo para él.

Entonces se puso manos a la obra; tomó su celular dentro del bolsillo de su pantalón y llamó a alguien de confianza en Pavonia para que le ayudara a llevar al cadáver a qué lo embalsamaran y lo arreglasen apropiadamente, también a una funeraria, al final había escogido un ataúd blanco con detalles floreados tallados en la madera.

. . .

La noche había llegado de nuevo, y Jungkook llevaba consigo una bandeja llena de comida adecuada para esa hora; un par de sándwiches de pavo con un plato pequeño con mango al lado, un poco de yogurt y finalmente una botella de agua. No sabía siquiera si iba a probar un bocado, pero debía intentarlo y por eso mismo había elegido diferentes tipos de comida.

Jimin estaba ahora frente a él aún en el sillón frente a la ventana con Dionisio en sus piernas con su plumaje esponjado.

—Te traje la cena, Jimin... Mira, traje yogurt, no sé si te gusta tanto como a mí pero... Pero pruébalo, es de moras...

Lo miró durante unos segundos, colocó una silla a su lado y al sentarse puso la bandeja sobre sus piernas.

—Moras... —Dijo bajito el rubio.

Emocionado el Alfa asintió y comenzó a explicarle lo que contenía la cena. Jimin parecía no querer mejorar, y sólo se dedicaba a observar al exterior. No sabía lo que pasaba por su cabeza, pero eso tal vez era mejor que cuando su Omega perdió el control de sí mismo y casi atacó a su propia familia allá abajo.
Aunque realmente esperaba que muy pronto Jimin pudiese al menos reflejar una emoción, que llorase... Porque no lo había hecho desde que abandonaron aquella celda.

En cuanto a Jimin, él veía pasar a los pájaros volar fuera de su ventana; se preguntaba cómo sería ser como una de esas aves que tenían todo un mundo entero para ser libres, tenía curiosidad por saber el cómo habría sido su vida y su relación con SeokJin si él no hubiese nacido siendo alguien de la realeza... Tal vez haber nacido como una persona normal no lo hubiese atado a ese lugar de nacimiento, no tendría normas absurdas que lo privaban de su libertad que cumplir, tampoco tendría que haberse casado con alguien que él no amaba... Pero ahí estaba su verdugo a un lado de él, y le extrañaba en demasía porqué él, más que ningún otro, no le había tratado con rudeza, porqué lo cuidaba de esa manera si había quebrantado todas las condiciones que el Alfa le había puesto cuando le contó la verdad.
¿En serio podía confiar en él?

—¿Quieres probar el yogurt primero? Ven, Minnie... Abre tu boquita, por favor. —Acercó la cuchara hacia él lentamente.

Y el menor pareció escuchar ya que aunque tuvo la mirada baja, se giró un poco a la dirección y abrió su boca aceptando la comida. "Si hago esto, ¿qué dirá?", no dejaba de pensar.
El azabache sonrió gustoso y con algunas cucharadas después tomó el sándwich y lo colocó también muy delicadamente en sus manos.

—Trata de comer por tu cuenta, ¿Está bien?

Después de unos segundos el chico nuevamente obedeció dirigiendo el alimento a su boca con sus manos temblorosas, y así en pequeñas mordidas cada tanto logró acabarse el primero.
Y al parecer su esposo ya se había llenado, ya que se negó a tomar un bocado de lo demás.

Jungkook lo aceptó y dejó la bandeja a un lado para apreciar el paisaje frente a ellos, acompañándole.

. . .

—Debemos terminar esto.

—¿De qué hablas?

—Que debemos terminar lo que sea que tenemos. No sé qué ocurrió aquel día pero no puedo evitar sospechar de ti.

—Jungkook, ¿Cuántas veces tengo que decirte que no fui yo quien les delató? Sí, entré a tu habitación pero sólo vine a visitarte como siempre... —El menor pasó sus dedos por los brazos de Jungkook y al llegar a sus hombros fue acercándose cada vez más.

—JiHoon... Fuiste a la última persona que ví antes de despertar no recordando nada en mi habitación... Y después de eso los Reyes ya se habían enterado de todo.

Tal vez se habían confiado demasiado el actual estado del Príncipe Park, pero no contaron con que él estuviese detrás de la puerta de su habitación escuchando todo en silencio.

Crown; 국민Where stories live. Discover now