Capítulo 52

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—¡Jimin, espera! No estás pensando con claridad, no hay que precipitarse

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—¡Jimin, espera! No estás pensando con claridad, no hay que precipitarse.

—¡Ellos lo mataron, Jungkook! ¡Ellos tienen a nuestro cachorro! ¿Quieres que me quede de brazos cruzados?

—Claro que no, tan sólo quiero que te detengas un poco hasta pensar en lo que vamos a hacer. Quieres irte a ciegas, y no voy a dejar que algo pueda pasarte también.

—¡Suéltame!

Jungkook le había sostenido de la cintura impidiéndole escapar, ni siquiera los saltos que había dado habían sido suficientes para vencer la fuerza de su marido, y eso estaba empezando a sacarlo de quicio.
Su rostro se tornó en un rojo intenso cuando la sangre en sus venas subió hasta su cabeza, mientras Taehyung veía por la ventana detrás de ellos en un silencio que ninguno de los otros dos había caído en cuenta por estar en lo suyo.

—Jimin... ¿Dónde está tu padre? —Cuando volteó, al menor casi se le hiela la sangre al ver que entre sus manos había tomado la cabeza de su madre.

Taehyung parecía estar aún en shock, podías saberlo con tan sólo ver cómo sus ojos estaban completamente desenfocados y cómo el color habían abandonado a sus mejillas.

—Él... No lo sé, no lo ví por ninguna parte.

—Bien... Nosotros iremos a buscar a Lycoris, mientras tú te quedarás aquí y le explicarás la situación. ¿Eso te tranquiliza un poco?

—Sí, yo... Está bien. —Y sólo así Jimin obedeció, estando sin ellos presentes ni siquiera había pensado en no seguir el plan que Taehyung había diseñado.

Jamás en su vida su corazón había sentido tanto miedo como en ese momento en que bajó las escaleras y se encontró con las habitaciones del inmenso palacio completamente vacías, las almas de los antiguos guardias habían abandonado el lugar, como si nunca hubiesen existido en primer lugar.
Todo lucía triste y lúgubre, le recordaba al cómo lucían las celdas donde SeokJin había sido asesinado, y porqué no... Al final todo esto había sido obra de la misma persona, todo se resumía a que Lycoris había sido la responsable de todo.

Se detuvo en seco al poder captar el leve sonido de una silla moverse, rechinaba como si de una mecedora vieja se tratase. E inmediatamente supo que se trataba de su padre, quien estaba probablemente escondido en la sala de esgrima.

—¿Papá? ¿Estás ahí?

—¡Fuera de aquí, por favor! ¡Yo no tengo nada!

—¡Papá!

No lo pensó una segunda vez y finalmente abrió la puerta que lo separaba de su progenitor, el hombre frente a él lucía cansado y parecía haber llorado por mucho tiempo, eso además de las marcas ensangrentadas en su piel y su aspecto andrajoso.
Su padre apenas y lo tuvo enfrente lo envolvió entre sus brazos con fuerza y comenzó a llorar mientras sus manos temblaban y su piel se sentía cada vez más fría.

—¿Qué fue lo que sucedió? ¿Te hicieron algo?

Llevó al hombre mayor para que pudiese sentarse y antes de acomodarse a su lado, cerró la puerta no sin antes asegurarse de que no estuviese nadie en los pasillos, y mucho menos que supieran de su localización.

—Lycoris y ese estudiante tuyo... JiHoon. Tan sólo escuché un ruido fuera del palacio y... Y pensé que sería por alguna visita de tu madre, entonces uno por uno los empleados comenzaron a desaparecer frente a mí... Y fue ahí que comencé a correr hasta ocultarme aquí dentro.

—Mamá... ¿Sabes algo de ella?

—No, ¿Pasó algo malo?

—Ella, papá... La mataron, ella murió.

Pudo esperarse un llanto descontrolado, o que no hallase las palabras correctas para comenzar a hablar, pero nunca el tenerlo a él levantándose con esa mirada seria y el pequeño asentimiento con su cabeza.
Cuando se dió cuenta, su padre se había colocado en el umbral de la puerta y tan sólo le miró sonriente... Pero por alguna razón esa sonrisa no le pareció una contenta, mucho menos una normal... El Rey parecía asustado.

Fue entonces que decidió seguirlo, no podía dejarlo sólo después de lo ocurrido, mucho menos ahora que parecía estar cojeando. Rápidamente colocó el brazo de su padre encima de su hombro y así comenzaron a caminar juntos y llegaron a la biblioteca donde estaba el cadáver de la Reina.

—Lycoris dijo algo acerca de que Jihyun le pertenecía incluso antes de nacer... ¿A qué se refería? ¿Por qué insinuó que ustedes tienen algo que ver en esto?

—Habrá perdido la cabeza, no sé de lo que estás hablando.

Detrás de ellos llegó por fin algo de ayuda; los paramédicos tomaron entre sus manos la cabeza de su madre y apenas la colocaron en la camilla lo que antes se había solidificado en porcelana, ahora volvía a ser piel humana completamente helada, la sangre corría ahora con libertad hacia el piso. No pudo continuar viendo, tan sólo se dio la vuelta y trató con todas sus fuerzas de calmar el temblor en sus manos mientras le hacían un chequeo.
A su lado, su padre había permanecido sentado en una silla de ruedas hasta que uno de los paramédicos le ayudó a bajar las escaleras para poder salir del palacio.

Justo detrás de las puertas de su hogar, las luces de los flashes de las cámaras cegaron a sus ojos. Había caído la noche en Spiraea y para ese punto probablemente todo el Reino se había enterado de lo sucedido.
Mentiría si dijera que no le aterraba la idea de que justo en ese momento estaría en boca de todos, y que ahora que la Reina había muerto, sería más probable que la sucesión del trono pudiese suceder aún más pronto. Y no sólo eso, sino que mientras él estaba siendo interrogado por un grupo de policías, Jungkook buscaba sin parar a su pequeño cachorro en todo rincón.

—¡Jimin!

Sintió unos brazos rodear su cintura por detrás, ni siquiera necesitó verle a la cara para saber que se trataba de su esposo. Pero ahora que podía verlo, sabía que su búsqueda había fallado, y que el paradero de su cachorro era desconocido. Inmediatamente entró en desesperación, y todo el tiempo que le tomó estar en calma mientras esperaba su regreso se había ido a la basura.

Tan pronto como se separaron, Jungkook alzó la voz entre la multitud que parecía no querer guardar silencio, la búsqueda del recién nacido continuaría.

Crown; 국민Where stories live. Discover now