Capítulo 68 "Nasty" ⚠️

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JIMIN

Se preguntaba cada segundo que pasaba si estaba bien el besarlo en los labios esta vez, y es que aún sentía algo de miedo por tomar al siguiente paso.
Sólo esperaba que él se diese cuenta porque sentía que podría temblar de los nervios en cualquier momento.
Las manos en la cintura del menor cuando llegaron a la habitación, lo detuvieron en un mismo lugar tomando el tiempo suficiente para mirarse a los ojos.

Jungkook arqueó una ceja con diversión mientras le sonreía al contrario.

— ¿Vamos a besarnos o sigues pensando demasiado?

Jimin sonrió y sin perder un segundo más, entraron a la habitación y se sentó en los piernas besándole con mucho cariño cuando llegaron a la cama. Cruzaba sus brazos en su cuello para profundizarlo, pero aún así seguía siendo un beso muy suave, como si los nervios en su sistema fuesen mucho más grande que nada.
Segundos después, el azabache mordió suavemente sus labios, los lamió, y dejó besos más pequeños sobre ellos, para luego retomar sus acciones. La respiración del contrario le hacía cosquillas, y aquellos pequeños dedos comenzaron a recorrer su espalda al igual que los propios con ligereza, como si intentaran memorizar cada detalle una vez más.
No supieron cuanto duraron besándose de esa manera, jugando por quién tenía el control, rozando sus lenguas con lentitud y lascivia, teniendo que separarse en más de una ocasión para recuperar el aliento.

— Te extrañe Minnie, no tienes idea de cuánto...

El sabor de durazno en sus labios aún estaba ahí, y no pudo evitar sonreír ante el hecho de que éstos eran tan suaves que parecían un par de nubecitas.

—Yo también, extrañé tus labios... Saben a moras y... Menta...

Lentamente fue cayendo en la suavidad de las sábanas teniendo a Jungkook sobre sí, era hora de rendirse, quería ser sumiso ante él en ese momento.
El mayor amaba estar sobre el otro en esta posición ya que sentía que estaba totalmente a su disposición, más ahora que quería hacerle el amor para deshacer el daño en su corazón, quería hacerle sentir amado... Y empezaría por ahí.

Siguieron los besos durante unos instantes más hasta que decidió desviarse hacia su cuello donde lamió y mordió suavemente sus glándulas de olor, sintiendo cómo el cuerpo de jimin se estremecía ante su toque.
Tras esos suaves jadeos que salían de sus labios, retiró su camisa y besó esos lindos botones rosados en su pecho, recibiendo algunos gemidos de su parte contra su oído. Él sabía que era un área muy sensible de su cuerpo, y siempre había sabido cómo sacarle provecho, para bien o para mal... Tan sólo se dejó llevar, disfrutando de cada apretón y beso húmedo.

—¡Ahhhh~!

Soltó un gemido tan agudo que parecía más un chillido que nada, Jungkook había dejado un pequeño mordisco en la misma zona y sus toques contra su pezón endurecido no eran ya nada delicados.

—K-Kook...~

Ambas piernas fueron colocadas alrededor de su cintura sintiendo cómo Jungkook simulaba embestidas contra su trasero, el miembro de éste ya estaba erecto y podía sentirlo deliciosamente aún con la ropa puesta.
Se desvistió junto a la cama bajo la mirada atenta de Jimin, empezando con su camisa y terminando con el resto de su ropa en cualquier parte de la habitación. Jimin decidió imitar su acción y quitarse el resto de la ropa con lentitud, aunque con algo de su ayuda debido a su pierna.
Aún así, no podía evitar mirarle con deseo, Jimin siempre iba a ser su debilidad, y al ver esa enorme cicatriz en su muslo la delineó con delicadeza con su dedo índice.
Fue poco a poco acercándose al centro de la cama y acorralando a Jimin contra esta, hasta quedar sobre él besándole y sintiendo como envolvía sus piernas en sus caderas. Ambos miembros erectos se rozaban constantemente haciéndoles gemir en la boca del otro en medio del beso.
Cuando se sentó al límite se alejó un poco de con la respiración agitada y vió como él se encontraba en el mismo estado, pasó su dedo por el labio inferior hinchado y rojizo por sus mordidas.

— Minnie, prepárate para mí. Deseo verte, cielo.

—Mmmgh...

Acercó un par de dedos a sus labios mirándole muy fijamente, los adentró a su cavidad bucal llenándolos de saliva y ente la mirada atenta de su esposo una vez se sentó, se acercó al respaldo de la cama y se recostó abriendo sus piernas para él. Ambos dedos se introdujeron de una en sí y al poco tiempo comenzó a empujar con precaución.
Su entrada succionaba ambos dedos por completo al ritmo en que Jungkook deslizaba su mano por su miembro, buscando auto complacerse antes de comenzar.

—Kookie ah~ Mis dedos son muy pequeños... Cogeme, por favor...

Aún tenía ambos dedos dentro pero bien sabía que necesitaba algo mucho más grande, que lo quería específicamente a él. Así que dejó ambos brazos a los costados de su cabeza y pronto sintió cómo la lengua de Jungkook recorría ese agujero llegando a subir a sus testículos, saboreaba un poco de su lubricante natural y le miraba desde abajo incluso mostrando un poco de su lengua en una sonrisa provocadora.
Cerró sus ojos unos momentos arqueando un poco su espalda mientras tenía la lengua experta de Jungkook invadiendo su entrada, entrando y saliendo imitando unas pequeñas embestidas que le hicieron estremecer, y cuando menos se lo esperó la humedad y calidez de la boca del azabache fue reemplazada por algo con un volumen mayor, que llenó cada especie dentro de su interior una vez ingresó por completo.

—Estás tan caliente...

Esas fueron las palabras que le dejaron comenzar a avanzar y a moverse rápidamente, Jimin se había preparado muy bien así que podría comenzar.
Los gemidos del rubio mientras apretaba las sábanas a sus costados era maravilloso, como un canto armonioso que mandaban algunos cosquilleos por todo su cuerpo y le dejaban sin aliento.
Una de sus manos sostenía su cadera para poder penetrarle certeramente, mientras que la otra estaba en su pecho; pellizcando sus pezones ya algo maltratados por los mordiscos y chupetones brindados por su boca.

—Es una lastima... Mis marcas en tu linda piel desaparecieron ¿Debería hacer más? Amo como adornan tu figura.

—Marca mi cuerpo entero si lo deseas, soy tuyo...

Y Jungkook le tomó la palabra, en eso aprovechó para llenar cada espacio de su piel con marcas y lamidas hasta que Jimin pareció estremecerse debajo suyo.
De alguna forma le hizo saber que estaba un tanto molesto, ya que apenas y Jungkook terminó, Jimin le siguió e hizo lo mismo en el fornido cuerpo del contrario.

—¡Kookie~!

El nombrado se sujetó en el respaldo de la cama y apoyándose ahí se impulsó tan fuerte que lo sintió llegar a su próstata, había llegado tan profundo en su interior que le hacía gritar cada vez que golpeaba ese punto tan sensible.
Arqueó su espalda esperando que aquella tortura de tener su tan esperado orgasmo terminase, se había sentido en la cima de todo cuando Jungkook colocó sus piernas sobre los hombros de éste, provocando así que sus embestidas fueran aún más certeras.

—J-Jungkook, voy a... ¡Ahh~!

Como pude lo atrajo a su cuerpo para que le abrazara, cuando lo hizo no pudo evitar dar leves rasguños a su espalda, haciéndole morder sus labios para calmar un poco aquel ardor tan placentero. Estaban llegando cada vez más a su límite y sabían que pronto iban a llegar al clímax.

—Eso es Minnie. Vamos, grita... Mi nombre, amor...

Siguió impulsándose con fuerza golpeando sus muslos contra su pelvis, aquellos gemidos altos contra su oído mostraban cuanto lo disfrutaba.
Ya estaba a punto de llegar así que retiró una de sus manos de la cabecera de la cama y la llevó al miembro del contrario, comenzando a masturbarle y sintiendo cómo jimin arqueaba su espalda mientras sus ojos llorosos giraron hacia atrás unos segundos, de sus labios salió su nombre en un gemido ronco y algo meloso mientras todo su abdomen se mojaba por su orgasmo. Por supuesto, esas lindas uñas se encajaron con más fuerza en su espalda. demostrándome lo intenso que había sido su orgasmo.
Sus paredes le aprestaron tan deliciosamente que solo necesitó un par de embestidas más para correrse dentro de él. Un gruñido ronco salió de sus labios mientras sentía como su tan deseado orgasmo recorría su cuerpo entero como una corriente de electricidad, y las tiras de semen se desbordaban lentamente fuera de la entrada del rubio.
Bajó la mirada con la respiración agitada y se abalanzó sobre esos labios, devorándoles con pasión y acallando esos gemidos que aún salían de él.

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