Capítulo 49

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—¡Esto no funciona!

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—¡Esto no funciona!

—Debes seguir intentando, Minnie.

Qué fácil decirlo, pensó. Y aún así siguió intentando no hacerle daño a las flores con las corrientes de aire que había creado, su objetivo era simple: aprender a controlar el poder del anillo lo suficiente para no hacerle daño no intencional a alguna persona, ni siquiera a él mismo, pero es que cada vez que pensaba en el rostro de SeokJin y en cómo le habían arrebatado la vida le hacía enojar, tanto que olvidaba completamente el objetivo principal por el que estaba en el patio.

—¡Minnie, con cuidado!

—¡Eso hago!

Cuando volteó, la corriente de aire llegó como un ventarrón que azotó la cara de su esposo, y éste como instinto cubrió con su cuerpo el de JiHyun que había comenzado a llorar.
Apenas y escuchó los sollozos de su pequeño cachorro ni siquiera lo pensó y corrió hacia su dirección para intentar consolarlo, cosa que le fue prohibida por Jungkook porque aún seguía teniendo el anillo en su mano.

—L-Lo siento, no quise... ¿JiHyun está bien? Kook, no quise...

—Está bien, cielo. Mira, ya se calmó —Alzó al bebé con las mejillas llenas de lágrimas pero que ya había dejado de llorar y ahora tan sólo lo miraba esperando un abrazo de su parte— Se porqué estás de esta manera, pero debes entender que esto es lo que él hubiese querido que hicieras, y si te dio ese anillo justamente a ti entonces confiaba en que tú serías un buen dueño... Por favor, debes seguir intentando.

—Desde ese día, cada vez que lo recuerdo sólo puedo dar con una persona... JiHoon debió ser el responsable, incluso tú lo admitiste.

—Sólo dije que fue él quien lo delató con tus padres, no sabemos si es que trabaja para Lycoris o algo parecido.

—Claro que lo está, ¿Entonces por qué huiría sin dejar rastro? Ya busqué sin descanso cada expediente, cada carpeta con sus documentos, en cada rincón de Spiraea. Él tan sólo desapareció.

—Jimin...

—Perdón, de nuevo perdí el control... No puedo intentar controlar esto mientras busco al asesino de SeokJin, menos si JiHoon tuvo algo que ver...

Cuando menos se lo esperó, sintió cómo cada centímetro de su cuerpo se relajó poco a poco, los labios de su marido habían tocado a los suyos marcando cada vez más su presencia, diciéndole sin palabra alguna que todo estaría bien, y que el podía hacer absolutamente todo lo que quería. Porque el toque de Jungkook sobre su cuerpo era la razón suficiente para que todo estuviese en calma, porque con Jungkook todo se sentía bien.

Pudo comprobarlo cuando aquella brisa de aire agresiva se había convertido en una más calmada, que tan sólo podía hacer revolotear las hojas otoñales de los árboles a su alrededor.

—Eres mi penicilina, ¿Lo sabías?

Jungkook tan sólo sonrió mirando los ojos azules y brillantes de su esposo, también las diminutas pecas que adornaban sus mejillas levemente sonrojadas. Jimin era el ser más precioso del mundo, cada detalle que descubría acerca de él lo guardaba en su memoria para poder recordarlo para siempre. Incluso en ese momento, añadió una nueva marca en sus labios en su memoria justamente después de haberlo besado. Y como no, quería descubrir una cada vez más.

Crown; 국민Where stories live. Discover now