Capítulo 31

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Jungkook no estaba ya que tal vez estaría acompañando a uno de sus empleados por las compras; ninguno de todos en esa mansión sabría al pie de la letra cada una de las cosas que le gustaban, y estaba feliz de haberle ya encargado ese jabón de mora...

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Jungkook no estaba ya que tal vez estaría acompañando a uno de sus empleados por las compras; ninguno de todos en esa mansión sabría al pie de la letra cada una de las cosas que le gustaban, y estaba feliz de haberle ya encargado ese jabón de moras que tanto deseaba.
Y el Omega no podía dormir; ese cuadro colgado justamente frente a él que había hecho de su esposo le distraía muchísimo de sus horas de sueño.

Habían dos razones:
1.- Su lobo estaba inquieto sabiendo que el Alfa había salido de la mansión, tenía algo miedo de estar solo dentro de ese enorme lugar pensando que tal vez no podría regresar.
2.- Trataba de comprender qué era lo que había sentido cuando le había besado esa tarde. ¿Era normal? Tal vez sólo era un tipo de apego que había desarrollado cuando SeokJin murió... Eso era lo más lógico.

Pero entré sus sábanas y con la vista frente a él, su Omega frotó su cuerpo contra la cama con el único objetivo de impregnarla con su aroma.

—Prr~

Sus orejitas lobunas hicieron aparición a la vez que su cola cuando se levantó de la cama y fue a buscar un par de sábanas y prendas del Alfa en el armario.
Cuando se dió cuenta había hecho una montaña de ropa en medio de todo formando un tipo de nido, donde una vez lista se tiró encima y se revolcó abarcando toda la extensión de la misma.

—¿Jimin?

—¿Mmm?

—Wow, ¿Y esta ropa? ¿Por qué...?

—¡No la quites!

El Príncipe Park se sentó con sus piernas a los costados mirándolo con unos ojitos tristes. Se sentía triste... Si quitaban esas prendas de la cama y destruían ese lugar que había construido sabía que se pondría a llorar.

Y el mayor pareció entender, ya que sólo se le quedó sonriendo y se sentó a su lado tomando una de sus manitas.

—¿Quieres ir a hacer de cenar?

—¡Quiero hacer pizza! Podríamos hacer una de las recetas que SeokJin me enseñó, ¿Podemos? —Sonrió.

—Claro, pequeño.

Con esas últimas palabras caminaron juntos no sin antes cerrar la puerta de su habitación. Llegaron a la cocina donde ambos se pusieron sus mandiles por si terminaban manchándose.
Algunos sonidos de cascabel llegaba a escucharse de los pies del Omega, había notado apenas que llevaba un par de pantuflas con un par de cascabeles en cada uno. Sonrió tomando la mano del menor y así llegaron a la cocina donde no había ni un alma.

. . .

—¡No, Jungkook! Nooo~ —Terminó siendo acorralado por el Alfa en la barra de la cocina, los fuertes brazos lo habían dejado sin salida a los costados de su cuerpo.

—Tu ya manchaste mi cara, es mi venganza. —Sonrió de la misma forma y terminó por llevar su mano a la nariz de Jimin, manchándola con un poco de harina.

—Se supone que íbamos a cocinar...

—Pero esto es más divertido, ¿No es así?

La diferencia de altura entre estos dos era notable, el más pequeño tenía que levantar un poco su cabeza para poder ver esos ojos verdes iluminarse. Sabía que su lobo estaba contento debido a ello, entonces le dejó hacer lo que deseara, incluso si ello era besarlo...

Porque sí, de nuevo sus labios se habían encontrado entre risillas cómplices. Cuando se separaron apenas habían sido unos milímetros, lo suficiente para que sus narices quedaran tocándose muy sutilmente sintiendo la respiración del otro en sus mejillas.

—Sí... Es más... —Apenas y podía pronunciar una palabra, al parecer esa sensación dentro de su estómago era tan fuerte que no podía pensar en nada más que besarlo una y otra vez— Divertido...

—¿Puedo?

—Puedes...

Sintió el cuerpo del mayor apresarlo contra el suyo en un abrazo antes de poder sentir su belfo tocar a los suyos esponjosos. Sus manos recorrieron un camino de caricias desde su cuello hasta los fuertes brazos del mayor.
Pronto el azabache decidió aventurarse en empezar a moverse poco a poco, hasta que ambos se quedaron sin aire y tuvieron que alejarse nuevamente.
Jungkook acarició un poco la cintura del menor y para terminar antes de seguir con la pizza, tomó una de las mejillas del contrario y la estiró haciendo que luciera aún más abultada.

Pasaron al menos unos 20 minutos hasta que la pizza quedó lista, y un Jimin entusiasmado se sentó en la mesa habiendo ya acomodado los platos esperando a que Jungkook llegase con la comida.

—Se que te encantará, Jinnie era muy bueno en la cocina. —Miró la rebanada de pizza en su plato y esperó a que Jungkook tuviese una en el suyo para por fin darle un mordisco.

—Vamos a ver... —Acercó la rebanada a su boca soplando un poco en la punta para bajar el calor.

Pero no pudo siquiera dar una mordida porque Jimin se había levantado bruscamente de su lugar y corrió muy rápidamente hasta el segundo piso, no le quedó más opción que seguirlo y encontrárselo en el baño de rodillas teniendo unas arcadas.
Casi de inmediato se colocó a su lado posando una de sus manos en la espalda del Omega, dió un par de golpecitos en ella presenciando como un par de segundos después Jimin no pudo retenerlo mucho más y finalmente comenzó a vomitar.

Jungkook a su lado acariciaba su cuerpo tembloroso tratándose brindarle su apoyo, y Jimin sintió su estómago removerse cada vez más.

—Te juro que... La pizza está deliciosa... Solo que... N-No sé porqué... —Dijo en apenas un hilo de voz, parecía querer empezar a llorar pronto.

—Jimin, ¿Estás en cinta?

—¿P-Por qué me preguntas eso? Claro que no, no he... No me he tenido relaciones con nadie. —Hizo una pausa— Nadie además de SeokJin, pero él era un Omega...

—Lo de esta mañana, Minnie... Hiciste un nido con mi ropa, has tenido un enorme apetito las últimas semanas... Además tu actitud cambió, y ahora...

—N-No puedo estarlo... Es imposible que un Omega pueda... Oh...

Se quedó en su lugar mirando a la nada tratando de entrar a los rincones más escondidos de su mente dónde almacenaba toda aquella información. Jungkook mientras se levantó del suelo y le ofreció un poco de papel para que pudiese limpiarse. Lo aceptó y quedó a su altura poniéndose de pie.

—S-Su padre era un humano, él... El no era un híbrido de lobo... Él habitaba en el bosque junto a los demás humanos...

—¿Entonces es posible que tú...?

Tocó su vientre notando que éste estaba un tanto más abultado de lo normal. Pero si realmente estaba en cinta, ¿Por qué nunca había tenido ni un sólo síntoma? Porque de ser así, él ya tendría más de dos meses de embarazo...

¿Acaso eso era posible? ¿Qué haría con ese bebé ahora que estaba casado y su plan había fracasado?

Volteó a mirar a Jungkook y éste sin decirle nada dejó la habitación dejándolo completamente solo en las frías paredes del baño.
Y por primera vez, y no sólo debido a su lobo, lo quiso tener cerca y que no haya abandonado.

—J-Jungkook...

Pero él ya se había ido.

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