Capítulo 71 "Falling"

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JUNGKOOK

Lo que estaba por hacer había sido una completa locura; nunca en la vida creyó que algún día sería ese tipo de persona loca por amor de las películas, aquellas que se atrevían incluso a irrumpir en el hogar de su amado esperándolo fuera de su habitación, detrás de la ventana.
Y es que, ¿Por qué no hacerlo?
Había sido un completo estúpido y se odiaba por ello, y aún así llegó a la conclusión de que debía luchar un poco más, incluso el triple para ser escuchado.

—¡Jimin, abre la ventana!

—No

—¡Minnie, por favor!

Parecía que ese nombre había clavado en lo más profundo de su ser, como si esa fuese la palabra secreta que ayudaría a quebrantar las barreras que había creado contra él y el mundo que constantemente querían dañarlo.
Abrió la ventana con cuidado y asomándose de a poco hasta que el mayor se apareció completamente agitado y cubrió su pequeño cuerpo con esos grandes brazos protectores.

Ellos ya habían discutido, Jimin se lo había dejado claro cuando tiró ese par de anillos al suelo anunciando su renuncia a todo... Pero para Jungkook no había sido suficiente, y despertó esa mañana con un sólo propósito.
Ambas manos con esos dedos huesudos y pálidos rodearon su mandíbula y mejillas atrayéndolo al rostro del azabache, después de eso sintió su respiración y al final sus labios atrapando los suyos cuál cazador.

Sus labios se movían al compás de los cantos de los búhos vigilando en la noche, los más gruesos de Jimin cobijaban de forma perfecta a los del Alfa, sentían cómo a través de ese acto ambos latidos de sus corazones se sincronizaban para formar uno sólo.
Y al terminar, no pudieron evitar sonreír completamente enamorados mirándose a los ojos, notando tal vez el color en las mejillas del otro, o las sonrisas de tontos que formaban en sus rostros.

—Te amo, más que nada en este mundo —Acarició la mejilla esponjosa del menor— Y quiero que volvamos a intentarlo. Por favor dame una oportunidad para probarte que puedo ser mejor, porque yo sé que si me la das, yo...

—Jungkook, espera. —Colocó su mano sobre la del contrario.

—¿No es lo que quieres tú también? Me amas, ¿No es así?

—Lo hago, demasiado, Koo... Lo hago tanto que me da miedo.

—¿Miedo de qué?

—De que vuelvas a huir y elijas a otra persona, a no tener a alguien al lado en mi cama para ahuyentar mis pesadillas... Te necesito, pero teniéndote a mi lado tampoco está bien.

—No quiero dejarte ir, no puedo... Jimin, no puedo vivir sin ti.

—Ese es el problema; nos hicimos tan dependientes del otro que al haber una situación sin solución chocamos y no logramos congeniar, no podemos hacer nada sin lastimar al otro.

—¿Sin solución?

—Nuestras peleas, recuerda... A penas y llevamos esos temas dentro de la conversación comenzamos a pelear, y nunca llegamos a nada.

—¿Podemos arreglarlo?

Jimin lo pensó, mucho... Casi por un par de minutos, incluso se había sentado en la silla frente a la ventana, su lugar favorito. Y cuando finalmente tuvo su respuesta, tomó las manos del mayor y lo enfrentó.

—Podemos hacer algo, pero es arriesgado.

—Dímelo, soy todo oídos.

Entonces comenzó, y mediante cada palabra salía de su boca, su sonrisa fue esfumándose hasta sólo quedar una mirada llena de miedo.
A pesar de ello, permaneció detrás del rubio colocando ambas manos sobre la silla, ambos miraron en la ventana un par de pájaros que al parecer habían hecho un nido cerca.

—¿Y qué vamos a hacer con JiHyun?

—Podemos tener custodia compartida, no voy a impedirte ver a tu cachorro.

—¿Y si no funciona?

—Haremos que funcione.

. . .

Hoy es la coronación de Jimin, ¿Sabes? Podemos ir a verlo.

—Me lo dejó claro, no puedo ir... Lo veré por televisión.

—Claro...

El azabache encendió la televisión frente a ellos, y en un canal vio la multitud de toda Spiraea rodear la capilla. Dentro estaba Jimin mirando hacia todas direcciones sin tener ninguna emoción en su rostro; su cabello rubio estaba perfectamente peinado, su vestimenta también había sido impecable con su manto real cubriéndole los hombros y alcanzando unos metros más después de sus pies, llevaba un par de collares y pendientes de zafiro, sus labios eran tan rosados como los recordaba.

 Dentro estaba Jimin mirando hacia todas direcciones sin tener ninguna emoción en su rostro; su cabello rubio estaba perfectamente peinado, su vestimenta también había sido impecable con su manto real cubriéndole los hombros y alcanzando unos metr...

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Media hora después llegó el momento que tanto habían esperado, por fin la corona había sido colocada en la cabeza de Jimin mientras éste estaba sentado en su trono; se sorprendió al notar la cantidad de diamantes y zafiros que había en ella, además del material en que estaba hecha... De seguro pesaba mucho, y aún así Jimin sonreía levantándose de su lugar hasta salir al exterior mientras todos exclamaban...

 De seguro pesaba mucho, y aún así Jimin sonreía levantándose de su lugar hasta salir al exterior mientras todos exclamaban

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—Larga vida al Rey. —Jungkook murmuró con media sonrisa.

Nunca creyó que aquellos meses después del divorcio le afectarían tanto como ahora, porque mientras él veía al amor de su vida con el corazón doliéndole en cada segundo, notaba como las personas a su alrededor eran felices; Yugyeom incluso jugaba con su consola recostado en el sillón.
Después de todo ese tiempo por fin se permitió soltarse, dejar ir sus sentimientos tal vez sería la respuesta para todo... Tal vez así no se sentiría tan miserable.

—Hey, Kook. ¿Qué sucede? —El beta se acercó colocando su mano en el hombro del azabache.

—No puedo creer lo que hice, yo... ¿Cómo es que pude ser capaz de hacer algo así?

—Son cosas que pasan, ¿Está bien? Te equivocaste, pero para eso Jimin te dijo que debían enmendar sus errores, ¿No?

—Sí, pero... Pero lo perdí, ¿Y si después de todo esto no podemos estar juntos? Él es el amor de mi vida, no puedo vivir sin él. —Dijo entre hipidos.

—Eso es lo que intentó decirte todo este tiempo. Deben aprender a poder vivir sin el otro, ser suficiente para ti mismo. De otra forma tan sólo se harán daño.

—Fui un tonto, ¿Cierto?

—Lo fuiste, pero estarás bien, confío en tí.

Crown; 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora