Crown; 국민

Capítulo 17

Estar en esas zonas le traía viejos recuerdos de su niñez. Recordaba las veces en que junto a todos los niños que vivían en el bosque se juntaban en una fogata en navidad para comer junto a las demás familias en el exterior. Los adultos tomaban cerveza mientras hacían distintos bailes disfrutando de la paz entre todos, y los niños jugaban a las escondidas o a trepar árboles.

Y cuando encontró esa casa no pudo evitar sonreír nostálgicamente, pero tenía que seguir con su trabajo. Así que despejando su mente se acercó sigilosamente a la puerta de la entrada antes de revisar una y otra vez que no hubiese nadie dentro.

—¡Más, más Jinnie! ¡Ahhhh~!

¿Jinnie?

Se paró en seco sintiendo si corazón detenerse por un segundo, ¿No se suponía que la casa estaba abandonada y que no había nadie justo en ese momento? ¿Lycoris se había vuelto loca?

Avanzó muy lentamente hacia la única puerta que se encontraba entreabierta al fondo de todo; al estirarse un poco pudo ver que en el interior habían dos personas teniendo relaciones, e iba ignorarlo de no ser por haber escuchado un nombre conocido.

—Jim... Minnie...~

¿Acaso se trataba del mismo Jimin que él conocía?

Sin poder ya evitarlo sació su curiosidad y abrió sólo un poco más la puerta para comprobar. Su boca cayó hasta el piso al ver esa cabellera rubia y ese rostro que reconocería donde fuera.

En definitiva se trataba del Príncipe Park... ¿¡Y su guardaespaldas¡?

Agitó su cabeza alejándose de a poco y prosiguió por ir hacia el librero que estaba buscando; buscó libro por libro tratando de ignorar esos molestos sonidos provenientes de la otra habitación. Y justo cuando encontró lo que buscaba, lo tomó rápidamente y lo metió dentro del bolsillo de su pantalón.

Tratando de olvidar el sentimiento de qué tal vez se arrepentiría más tarde se acercó de forma peligrosa a la puerta y tomó una foto de forma apresurada. No le interesaba en ese momento si salió perfecta, pero al menos tendría evidencia. Por último sin saber que hacer ante tal situación tan sólo abandonó el lugar dejando todo como estaba y comenzó a huir hasta llegar al claro donde había dejado a su caballo.

Miró su celular por un momento mientras el caballo corría rápidamente por el claro del bosque en camino a Spiraea. La foto había salido bien... Pero ahora ya no sabía que hacer con ella.

¿Qué debía hacer?

Pronto recordó la razón del porqué realmente estaba allí, y estaba seguro que Lycoris sabía lo que hacía. Debía haber una razón por la cual lo había mandado ahí con esos dos ahí adentro, nada era coincidencia.
Sonrió divertido dándose cuenta de sus intenciones...

—¿Eso es lo que esperas que haga? Bien, obtendrás lo que tienes.

. . .

Una vez llegó al establo comenzó a correr a toda velocidad y dentro del palacio entró a la habitación de Jungkook sin siquiera avisar. Su respiración erradica apenas y le permitía formular una palabra, pero ahí estaba Jungkook tan bueno como siempre tratando de calmarlo y hacerle sentir bien.

—¿Qué sucede? ¿Por qué te ves tan agitado? ¿Estás bien?

—Jimin...

—¿Qué sucede con él? Lo dejaron ir al bosque, ¡Lo sabía! Algo ocurrió con él otra vez, ¿Verdad? ¡Sabía que no tenía que ir, era muy apresurado!

—Jimin, él...

—¡Debo ir por él!

—Él no... Él no merece todo eso... —Se paró enfrente de él impidiéndole el paso.

—¿De qué hablas? Es mi prometido, hazte a un lado. —Trató de alejarlo pero le fue imposible, el Omega no lo dejaría pasar por nada del mundo.

Eres mío, pensó.
Pero tal vez ese pensamiento debía quedarse para sí mismo, porque justo en ese momento el Alfa estaba a punto de perder la cabeza tratando de comprender lo que estaba sucediendo.

Lo atrajo con él hacia la cama y lo obligó a sentarse a un lado suyo. Ya había logrado calmarse, ahora hablaría.

—Hoy fui al bosque de cacería... Y-Y ví el auto del guardaespaldas de Jimin parado en medio de todo ese lugar, ellos estaban dentro de la casa de SeokJin...

—Ellos fueron esta mañana por su traje de bodas a Myosotis, lo ví incluso entrar al palacio con el traje en manos, ¿De qué hablas?

—Debes creerme... Ellos... Ellos estaban teniendo relaciones... Lograba verse incluso por el exterior de la casa... Y-Yo se lo que ví...

Juraba que lo último que se espera del Alfa era esa cara llena de tristeza de su parte, ¿Por qué reaccionaba así?
No era posible, ¿Cierto?
Jungkook se levantó de la cama y comenzó a buscar entre sus cosas la carpeta de SeokJin que tanto había buscado esa mañana. Rendido se dejó caer en el piso y miró el suelo mientras abrazaba sus rodillas.

—Ayer... Ayer los ví besándose en la habitación de SeokJin, por eso estaba tan ocupado esta mañana. Busqué información acerca de él como un loco porque no quería aceptar la verdad... —Rió con ironía.

—Debes decírselo a la reina. —Dijo en seco.

—No, no haré eso. No voy a exponerlo a...-

—¿Estás escuchando lo que dices?

El Omega se levantó de la cama y se situó frente a él haciéndose escuchar. Para llevar a cabo su plan debía hacer que el Alfa entrara en razón y no pensara en el Príncipe, cosa que sería un poco difícil porque comenzaba a sospechar de los sentimientos de Jeon por el otro.

Olvidándose de ese hecho lo tomó de los hombros y comenzó a hablar.

—Él no te ama, Jungkook. Y te fue infiel un día antes de su boda, por supuesto que tienen que obtener su merecido. Es algo que debe ser castigado, recuérdalo.

—Pero... Pero sabes lo crueles que pueden ser si llegasen a enterarse. No podría hacerles esto...

—Jungkook, escúchame. Debes hacerlo, ¡Y si no lo haces tú lo haré yo, porque no te mereces esto! —Exclamó firme.

Y antes de que el Alfa pudiese pronunciar siquiera una palabra, sin pensarlo mucho tomó su cabeza entre sus manos sin importarle sus quejidos y lo jaló con fuerza impactando su rodilla contra él dejándolo inconsciente.
Dejó que se desplomara contra la cama y comenzó a correr en dirección a la oficina de los reyes, a partir de ese momento todo sería un contrareloj.