Capítulo 9

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—Lo está haciendo mal, ¿Cómo se le ocurre consolar a un Omega ofreciéndole pañuelos?

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—Lo está haciendo mal, ¿Cómo se le ocurre consolar a un Omega ofreciéndole pañuelos?

—¿Entonces qué sugiere? Jimin ni siquiera me deja tocarlo... —Era evidente el enojo en el Príncipe Jeon y es que, ¿Cómo iba a saber él si no era un Omega? No podía asegurarle a su prometido poder cuidarlo de una forma correcta.

—Dejen de pelear. —Y Jimin era un desastre de lágrimas y sollozos, justo ese día estaba siendo uno de los peores... Se había vuelto tan sensible que por cualquier cosa que pasara por su cabeza le encontraba un lado negativo y consecuentemente comenzaba a llorar.

SeokJin lo envolvió entre sus brazos viendo directamente al Alfa al lado de ellos. Hacía parecer que quería enseñarle cómo cuidar a su chico, pero entré el y Jimin sabían que éste estaba aprovechando la oportunidad.
Sólo así fue que Jimin por fin pudo calmarse y seguir viendo la película que lo había puesto tan triste: Hachiko.

Jimin tomó el bote de helado que hacía un par de minutos Jungkook había traído por antojo de los tres, le dió una cuchara a cada uno y poniéndolo entre sus piernas comenzó a comer cucharada por cucharada.

—¿Por qué te quedas ahí? Vas a morir, Hachi... —Decía entre sollozos.

—Tranquilo, Su Majestad.

—Deja de llamarme Su Majestaaaad

Ahí iba de nuevo.

—Pero sería muy...

—Hazlo, SeokJin. —Jungkook le miró, de seguro ya sabía que la única forma de calmar al chico era que ese otro Omega lo ayudase... Al final ellos eran iguales, y creía que sería más de ayuda que un Alfa, aunque no se iría de ahí muy pronto.

—Jimin, shhh~ Es una película triste, pero debes saber que ahora hay una estatua de él en su país, ¿Sí? Puedes ir a visitarla algún día, yo mismo puedo llevarte.

—¿En serio? —Lo miró esperanzado.

—Sí, Jimin. Prometo acompañarte cuando vayas, ¿Está bien?

El Príncipe asintió volviendo sus ojos a la película. A su lado, Jeon estaba asombrado por cómo ese Omega había podido calmar a su prometido de esa forma.
Sin duda una vez pasara todo eso ocuparía muchas de sus horas en estudiar cómo cuidar de un Omega en ese estado, quería saber más acerca de ellos, el cómo proteger a Jimin una vez estuvieran casados... Si bien no había amor en su matrimonio, por lo menos se esforzaría en ser un buen esposo.

Las horas pasaron y entre algunas cuantas peleas entre SeokJin y Jungkook, de alguna forma hicieron que esa noche fuera amena entre los tres.
El primero había descubierto que Jungkook no era tan mala persona como Jimin lo había pintado, incluso podía llegar a ser agradable, también le gustaba el cómo se esforzaba en tratar bien a su chico aún si entre ellos no se llevaban del todo bien... Se sentía celoso, sí, pero estaba feliz de que la persona con quién Jimin estaba obligado a casarse no fuera una completa mierda.
En cuanto a Jungkook, no notó nada raro entre su prometido y SeokJin, pero sí que el nombrado tenía una habilidad muy especial en tratar con las personas, y sin haberlo esperado estaba comenzando a confiar en él.

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