Crown; 국민

Capítulo 18

—Jimin no sería capaz de esto, ¿Cierto?

—¿De qué? ¿De cometer adulterio y más encima tener un Omega como amante? Está en la foto, ChaeRin. No necesitamos más pruebas.

—Hemos educado a nuestro Jimin con buenos valores, ¿Cómo pudo atreverse a semejante atrocidad?

—Tal vez sea ese tal Kim SeokJin quien le metió esas ideas a la cabeza. Recuerda, antes de ese muerto de hambre Jimin estuvo de novio con gente normal, con Alfas de su altura.

—Se ha descarrilado de su deber.

La Reina colocó sus manos violentamente contra los ladrillos que daban hacia la ventana. Estaba más que furiosa por esta situación, tanto que estaba dispuesta incluso a meter sus manos en el asunto para que nada saliera a la luz.
Y así lo hizo, de nuevo sin siquiera consultarle a su marido, tan sólo caminó hacia la salida con su asistente a un lado de ella escuchando atentamente cada una de sus palabras.

Los guardias ya tenían una orden de la mismísima Reina que tenían que obedecer, SeokJin sería capturado al anochecer cuando todos estuvieran dormidos. Jimin estaría durmiendo y así no intervendría con los planes de la boda. Así pensaba la Reina, y ya había movido sus peones a su favor.

. . .

Abrió los ojos muy ligeramente escuchando un sonido ensordecedor, era casi como un silbido muy fuerte que se había instalado en el interior de su cabeza.
Todo su alrededor era borroso, tanto que ni siquiera podía ver con claridad si JiHoon seguís junto a él o no.

—Es de noche... ¡Por Dios, SeokJin!

Corrió sin pensarlo mucho y procurando hacer el mínimo ruido posible. Cuando llegó a la oficina del Rey prácticamente suplicó que le abrieran las puertas dejándole hablar con la Reina.
Ambos estaban sentados cada uno en una silla con una carpeta amarilla, Jungkook comenzaba a sospechar de lo que se trataba todo esto.

—¿Q-Qué van a hacer con SeokJin?

Ambos Reyes quedaron atónitos, ¿Acaso Jungkook ya lo sabía? ¿Por qué no había dicho nada al respecto?

—¿Ya lo sabía, Príncipe Jeon?

—Sí, yo... Yo ya lo sabía. Pero responda a mi pregunta por favor. ¿Qué es lo que harán con ellos?

—Eso ya debes saberlo, estoy segura de que ya leíste...

—Pero debe haber alguna otra cosa que se pueda hacer en esta situación, ¿Verdad?

—Lamentablemente no lo hay, Jungkook. Es la ley, y no podemos quebrantarla... El castigo es apedrearlo públicamente, en cuanto a Jimin...

—No, ¡Jimin no! No pueden hacerle daño, él no... Ellos no merecen todo esto.

Pero la Reina parecía no querer escuchar, y su esposo sabía que no diría ni una palabra estando ella presente. ¿Acaso eran capaces de castigar de esa manera tan cruel a su propio hijo?