Capítulo 25

770 75 12
                                    

—¿Y ahora qué vamos a hacer con él? No podemos tenerlo, es peligroso

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¿Y ahora qué vamos a hacer con él? No podemos tenerlo, es peligroso...

—Puedo llevármelo yo, es peligroso pero es mejor que dejarlo por ahí. Pueden encontrarlo, debemos protegerlo.

¿Dónde estaba? Realmente no lo sabía. Parecía como si su alma hubiese salido de su cuerpo y todo estuviese viéndolo en tercera persona.
Eso es, su cuerpo estaba a unos cuantos metros de él y cada vez se alejaba más. Frente suyo estaban dos personas, una que él ya conocía demasiado bien... Y la otra tenía un abrigo que no le dejaba ver su rostro...

Todo era muy oscuro, era como si estuviesen dentro de una habitación o lugar cerrado siendo iluminados solamente por la luz de una antorcha. Las paredes del lugar despedían gotas de humedad mezcladas con el ambiente frío que le rodeaba.

—¿Entonces qué hacemos? No puedo dejar que te sigan a ti... No puedes hacer mucho ya que no tienes sangre real, tampoco eres un brujo...

—No lo sé, ¿Sí? No tengo ni idea de qué vaya a pasar, pero es más seguro si me lo llevo yo. Encontraré un lugar donde esconderlo, por favor...

SeokJin lucía muy serio al decir esas palabras, ¿Pero por qué era capaz de ver esas escenas frente a él? ¿Acaso era tan sólo un sueño? No, era demasiado vívido...

Intentó acercarse muy sigilosamente justo en el momento en que su chico iba a recibir ese objeto extraño del desconocido pero al parecer había sido descubierto, aunque estaba seguro de que no lo habían visto del todo...

—¡Mierda, corre, ve a esconderte! ¡Huye de aquí, no puedes regresar a Pavonia!

Dicho y hecho, el sujeto colocó el pequeño objeto en las manos de SeokJin y ambos comenzaron a correr en direcciones contrarias una vez encontraron la salida de lo que pensaba era una especie de cueva.

Ese objeto lo había visto antes...

¿Era acaso...?

. . .

Jimin abrió abruptamente los ojos encontrándose con el pecho de Jungkook rozando con su nariz, podría jurar que en la noche anterior él había quedado de espaldas...
¿En qué momento se había movido tanto para quedar en esa posición?

Ignorando ese hecho se acercó un poco más para olfatear su aroma, la menta en el Alfa junto a un poco de moras lo habían hecho sentirse seguro. Y más cuando al menos unos treinta segundos después sintió la mano de Jungkook acariciarle el hombro por debajo de la cobija.

—Jungkook...

Pero él era una persona débil, o al menos lo era por las personas que amaba. Jungkook se había dado cuenta de ello cuando el pequeño comenzó a llorar de nueva cuenta, su corazón le dolía tanto cuando le veía de sea manera...
El pequeño Omega no hacía nada más que aferrarse al agarre de Jungkook en él, soltaba leves jadeos cuando se imaginaba el rostro de Seokjin en ese lugar oscuro en su sueño...

¿Qué podía hacer Jungkook para que fuese feliz? Cualquier cosa, incluso la más loca que pudiese pasar en la mente del Omega, él lo haría para ver al Jimin que había llegado a conocer días atrás.
En ese entonces llegó a preguntarse si estaba siendo auténtico, pero simplemente lo descartó por completo cuando le vio divertirse esos pocos días que estuvieron completamente solos. Sí... Lo quería de vuelta.

—¿Quieres que traiga comida?

—N-No te vayas... No me dejes... Solo... —Le sujetó fuertemente del cuello de su camisa.

Por alguna razón se sentía tan asustado al punto de llegar a temblar, sentía que si Jungkook se iba de su lado estaría dentro de esa habitación y reviviría las largas horas que había estado ahí dentro con su pareja siendo atraído por ratas que él inmediatamente apartaba con su lobo dominando su cuerpo.
No quería... No podía ver eso de nuevo, necesitaba la protección de alguien si no quería caerse en un pozo profundo de miseria.
Y Jungkook había estado ahí para él desde el inicio... Lo necesitaba, sí.

—Te prometo que volveré, tan sólo serán unos minutos.

—Pero... ¿Y si no vuelves? No... No quiero soñar eso solo si tú no estás... —Se apegó al cuello del mayor, aquellas palabras apenas y habían sido audibles, incluso fueron un tanto temblorosas.

—Volveré, tan sólo traeré tu comida...

Obviamente Jungkook lo había notado a la perfección... Y no le gustaba su dependencia, pero entendía que Jimin lo necesitaría por algo de tiempo más, y él estaba dispuesto a todo.

El Omega asintió librándolo de su agarre y así Jungkook pudo salir de la habitación.
En lo que estuvo solo en medio de su propia habitación comenzó a pensar en lo que apenas había llegado a escuchar de la conversación que tuvo con JiHoon la noche anterior. Frunció el seño y jugó con poco con los dedos de sus manos antes de escuchar a Jungkook entrar de nuevo.
Reordenando sus pensamientos, llegó a la conclusión de que tanto Jihoon como Jungkook tenían mucho que ver en esa situación, y debía averiguar el porqué pronto.

Un par de minutos después Jungkook llegó y tenía a un empleado detrás ayudándolo con otra bandeja de comida, esta a diferencia de la que el Alfa sostenía, tenía menos cosas.

—Traje mi almuerzo también, si no te molesta.

—No... No me molesta.

Esa vez a diferencia del día anterior Jimin había sido capaz de comer por sí mismo y, para orgullo del mayor, había terminado todo lo que Jungkook había pedido para su plato.

En eso se tomaron un día entero para hablar acerca de cualquier cosa, como las cosas que había llegado a ver a través de la ventana, o un poco acerca de las cosas favoritas de Jimin. El menor se sentía un poco mal por hablar solamente de él, así que decidió poner su total atención cuando el azabache comenzó a hablar de sí mismo.

—No me gusta la pizza... —Comentó.

Jimin se sentía ofendido por ello, y dentro de su cabeza creyó que lo mejor había sido darse la vuelta e ignorarlo. Sí, la pizza era lo mejor del mundo, y a quien no le gustase estaba seguro de que no tenía perdón de la Diosa Luna.

—Pero puedo comerla, Minnie... Creo. No me ignores, por favor. —Hizo un puchero tratando de llamar su atención.

—Voy a perdonarte por esta vez.

Y ahora otra cosa de la que Jungkook estaba orgulloso de haber logrado, fue sin duda el ver una sonrisa en su rostro otra vez.

Crown; 국민Where stories live. Discover now