Crown; 국민

Capítulo 81

—¿Se lo presentaste a JiHyun?

—¿Hmm?

—Taemin... ¿Lo presentaste a JiHyun mientras eran pareja?

—Mmm... No, al menos no como pareja. Somos amigos ahora, y JiHyun lo conoce como tal.

—No lo había pensado antes pero, ¿Cómo tomará el que nos volveremos a casar? ¿Debería hablar con él?

Las luciérnagas iluminaban tan sólo un poco su entorno, lo suficiente para no estar completamente a oscuras, al final la linterna se había apagado. Jungkook le abrazaba con firmeza tratando que su Omega no sufriera de frío, ya que éste había comenzado a temblar un poco.
Tal vez se tomarían un par de minutos para regresar al palacio.

—Sabes que él tiene una inteligencia superior a los niños de su edad. Desde antes de que arregláramos las cosas él sabía lo que estaba sucediendo, y que ahora estamos juntos... Estoy seguro de que le alegrará tener a su padre Alfa todos los días —Finalmente el Omega frotó sus mejillas contra el cálido pecho de su prometido, teniendo como promesa aquellos fuertes brazos cubriendo su cuerpo.

—Se acerca tu cumpleaños...

. . .

13 de Octubre del 2018

—¿Entonces simplemente vas a dejar que se aleje y no vuelva nunca más? Ha pasado un año, y ni siquiera has intentado ir a verlo o hablarle.

—Tengo que recordarte SeokJin que tú ya no tienes que ver en esto. Y no estoy feliz teniéndote aquí atormentándome desde hace semanas.

—¿Que no tengo que ver? Es mi hijo, y si debo salir de el mundo de los muertos a visitarte sólo para convencerte de que vuelvan y así mi hijo esté a salvo, mínimo merezco que me pongas atención.

—Él y yo acordamos no vernos hasta que las cosas cambiasen, que ambos estuviésemos bien. Y ese no es el momento ahora, menos para mí.

Se echó al sillón con un par de mantas frente a su cama, una pila de papeles estaba en su escritorio personal, y sabía que tarde o temprano debería leer cada uno de ellos, que debía tomar decisiones que alguna vez creyó haber estado listo para elegir... Pero ahora que estaban justo frente a él tan sólo llegaban a agobiarle. Eso sumándole su corazón hecho pedazos que había guardado en un lugar muy especial.

Se miró al espejo y tomó el collar que de nuevo colgaba por su cuello, tomó la joya que resplandecía una vez sus dedos estaban en contacto con ella, y soltó un suspiro aliviando la tensión en todo su cuerpo. A pesar de todo lo que había pasado aún conservaba aquel pedazo de vida que le mantenía unido a su lugar seguro, a su hogar... Porque en ese momento se sentía como el ser más solitario en el planeta, y anhelaba en demasía un poco de aquellos recuerdos felices.

—Sabes que seguiré aquí lo quieras o no, yo no tengo la libertad de tan sólo irme de aquí.

—He intentado, ¿Sí? Y ni siquiera tu hermano me ha querido decir cómo liberarte. Si lo sabes dímelo, por favor.

—No puedo, si lo hago está el riesgo de que no funcione y me quedé aquí para siempre. Tú debes descubrirlo, lo siento Minnie.

—¡Jimin!

La puerta se abrió de una manera brusca (o era tan sólo que el hombre que entró estaba completamente entusiasmado) y tan pronto como sintió la brisa despeinar un poco su cabello, SeokJin se esfumó como polvo.

—¿Sí, Taemin?

—¿No quieres salir? Es tu fiesta, ¿Quieres que la cancelen? Puedo decirle a-