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Prendí la televisión para mirar una película mientras el agua para mi café se calentaba, afuera hacia tanto frio que la idea de poner un pie cerca de la puerta me parecía una locura.

Después de pasar por unos cuantos canales pude encontrar algo para mirar que fuera de mi gusto, levanté unos números al volumen del televisor y fui a preparar mi café. Volví y la pantalla de mi teléfono estaba encendida.

Me senté mientras miraba la película, bebía sorbos de mi café y agarré el celular para ver quien llamaba, un escalofrío recorrió mi espalda cuando vi el número. Seria hipócrita de mi parte decir que a pesar de haber borrado su contacto no me acordaba su numero de memoria, pero lo hacía, a pesar de que ya había pasado un año desde que elimine su número.

Lo mire por unos segundos hasta que decidí bloquear la pantalla e ignorar la llamada, si era algo urgente el volvería a llamar, aunque siendo sincera creo que si fuera una urgencia sería la última a la cual el llamaría.

Por mas que mi vista estaba dirigida al televisor no podía evitar mirar de reojo mi teléfono para ver si no llegaba nada o si algún mensaje entraba, pero no paso.

Quizá se equivocó o tal vez estaba bebiendo una copa de vino mientras leía alguno de sus libros favoritos que dejaba para las noches como estas, o quizá solo estaba mirando televisión como yo y agarro su teléfono y no vio que me llamo a mi y cuando se dio cuenta ya era tarde.

En su momento ambos supimos que lo nuestro no seria para siempre y estábamos bien con eso, disfrutamos cada día como si fuera el ultimo, pero cuando todo se fue desgastando por primera vez tomamos una buena elección y decidimos que por el bien de ambos nos alejaríamos. Quizá cuando el mundo se caiga a pedazos yo correría a sus brazos como siempre, pero supe como no hacerlo, como dejarlo ir y como cortar con la comunicación, aunque las primeras noches era inevitable buscarlo en la cama, incluso si esa no era la que compartíamos.

Suspire para alejar todos los pensamientos y trate de enfocarme en la película cuando el sonido de la puerta me saco del todo de mis pensamientos.

Mire mi celular y ya era casi medianoche, así que mire a la puerta tratando de deducir quien era. Me levante de mi sofá y deje mi taza en la mesa mas cercana para abrir la puerta.

Lo que no me esperaba era verlo atrás de mi puerta. Estaba con una campera de abrigo, un gorro de lana y una bufanda que de algún lado la había visto. Se sentía un poco injusto que lo dejara parado en la puerta en medio del frio, así que me moví unos pasos para que pudiera pasar.

El entro y se froto un poco las manos para darse calor, pero a los segundos se saco el abrigo, y las otras prendas.

- ¿Quieres tomar algo?

-Solo si estas bebiendo algo, sino no te preocupes.

-Tengo un poco de café preparado.

Le serví el café y antes de entregárselo baje el volumen del televisor, no estaba fuerte, pero de todas formas no creo que haya venido para mirar una película.

El estaba mirando cada cosa que tenía, los cuadros, las decoraciones, el árbol de navidad que aún seguía armado.

-Gracias. -Asentí y lo deje que se siente e hice lo mismo.

Él estaba sentado frente a mí, tome mi taza y bebi unos sorbos, aunque la deje rápidamente ya que, de los nervios de tenerlo frente a mí, mis manos temblaban.

-Así que.... ¿Qué estás haciendo acá?

El me miro y pareció pensar varias veces lo que iba a decir.

-Tenia todo pensado, palabra por palabra e incluso me lo había anotado-El saco un papel de su bolsillo algo doblado. - pero ahora que te veo siento que me quede corto con todas las cosas que tengo anotadas.

Henry Cavill One ShotWhere stories live. Discover now