054

4.9K 249 58
                                    

(Tercera parte del 051)

En algún momento de mi vida la idea recorrió mis pensamientos, pero estaba demasiado alejada de la realidad para que fuera verdad, así que ver el reflejo en el espejo es algo que no imagine que llegara a pasar.

Encontrarme parada frente a el ese día que lleve a Kal a su casa fue algo que jamás pensé hacer, pero no podía dejar que se perdiera, y cuando me di cuenta ya estaba conduciendo a su casa.

Los nervios al otro día antes de tocar la puerta me invadieron por completo, pero me di cuenta que el estaba igual que yo después que tartamudeo unas cuatro veces y se quemó con el te, por suerte no fue nada grave solo ocasionó unas cuantas risas cuando lo recordamos.

Ese día las palabras parecían no querer salir de nuestras bocas, hubo unos cuantos silencios incomodos y era absolutamente entendible, nos encontramos unos años después de que deje su antigua casa para huir porque el no me quería, y ahí estaba, sentada a su lado escuchando las anécdotas y riendo por las cosas que el me contaba.

Él se burló cuando le conté que estaba de hecho en una cita cuando decidí meter a Kal en el auto y conducir hasta el, cuando llegue y el me invito a pasar mire mi reloj, ya había pasado mas de una hora desde que deje al pobre chico esperando en el parque por mí, pero tuve una pequeña crisis a mitad de camino, así que dudo mucho si el me estaba esperando. Henry cuando se entero puso una sonrisa coqueta en su boca alegando que el gano.

¿Qué había pasado? ¿Por qué el no pudo ser de esa forma cuando aun éramos una pareja? Pero era tarde pensar en el pasado.

Como si fuera una mala jugada del destino comenzó a nevar haciendo poco transitables las calles, por lo que Henry me impidió literalmente conducir tomando mis llaves y escondiéndolas. Nos quedamos hablando por horas, pero la nieve no tenía pensado parar y el me invito a pasar la noche en su casa. Suerte para mi que las habitaciones tienen puerta sino me hubiese visto como tonta con su ropa puesta y oliendo el perfume que tenía.

Al otro día cuando me desperté el me estaba esperando con el desayuno ya listo con unas flores donde tenían un papel escrito con su letra donde decía "lo siento" cuando termine de leer estaba a punto de preguntar la razón, pero al girarme él ya estaba a mi lado a lo que acorto la distancia que nos separaba haciendo que nuestros labios se junten.

Los días fueron pasando y las tardes juntos se fueron haciendo cada vez mas largas, el simple roce de nuestras manos, los besos fueron subiendo de tono más y más hasta el punto que volví a caer en su cama, cosa que no me arrepiento.

Decidimos volver a sentarnos y hablar, pusimos los pros y los contras de cada uno y nos sinceramos acerca de todo lo que nos gusta y disgusta del otro, prometimos mejorar y ayudarnos día a día.

A medida que los meses transcurrían nos dimos cuenta que éramos un equipo, ya no era el y yo por separados somos uno. Un día apareció en mi casa con otro ramo de flores, con otra tarjeta pidiendo perdón y con un beso a cambio y me propuso que me vaya a vivir con él, a lo cual acepte encantada.

El tema de su familia fue un poco raro esperaba un poco de miradas serias o silencios incomodos, pero siempre tuvimos una buena relación así que apenas puse un pie en la puerta recibí miles de abrazos y saludos. Lo mismo paso con la mía, tengo la suerte de que supieron entender mi decisión y vieron la forma en la que el me mira, es con adoración, amor, y lo bueno de todo que es reciproco.

Pero una semana todo cambio los miedos volvieron, el volvió a empezar nervioso, a no mirarme a los ojos y supe que algo andaba mal. El hecho de que mis pensamientos vayan siempre al mismo lugar, al hacerme pensar en juntar mis cosas e irme antes de que mi corazón termine partido en dos nuevamente y esta vez sería peor. Intente enfrentarlo un día, pero tenía miedo de la respuesta.

Henry Cavill One ShotDove le storie prendono vita. Scoprilo ora