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Toda historia tiene un principio luego sigue la descripción de los personajes, el desenlace que en algunos casos es tan largo como si no existiera el papel suficiente para plasmar cada palabra dicha por su boca, cada momento vivido, cada suspiro que en aire se perdió, cada beso que provocó una corriente eléctrica en su cuerpo, cada flashback que provocaba una sonrisa tonta en sus labios, y a lo ultimo el final a veces feliz, a veces solo llega tan rápido que ni siquiera se dan cuenta, otros dejan unos puntos suspensivos esperando el último acto como si de una respiración salvadora se tratase, otro desenlace que los salve de ese destino, y sino están esos que te dejan un sabor amargo en la boca, un nudo en el estomago y los ojos empapados de lagrimas por semanas, esos para mi son los peores finales.

Me encanta contar como lo conocí como si de una historia se tratara, a manera que en algún lado alguien pueda leer mi historia de amor como si de un cuento de princesas se tratase, pero estos cuentos tienen un príncipe azul que las rescata en un blanco corcel y cabalgan hacia el atardecer, bueno en esta historia hay un príncipe con los ojos tan azules que con solo mirarlos podrías ver las olas del mar en ellos.

No sé exactamente cuándo, pero nuestra historia comenzó en otra vida de eso no tengo dudas, como si estuviese previsto desde mucho antes de que nos debíamos encontrar, coincidir y cuando por fin su mirada se cruzó con la mía lo reconocí al instante, sentí como si jamás hubiese respirado en mi vida como si de una correntada de aire fresco se tratase. No hicieron faltas palabras porque sabia que el estaba sintiendo lo mismo, ambos sentíamos el mundo detenerse y un magnetismo tan grande que jamás nos dejaría separarnos.

En Henry conocí el significado del amor, recuerdo nuestro primer beso después de nuestra quinta cita, donde fue tan cliché que parecía salido de una película de amor romántica, nuestros corazones latían tan rápido y lo sabía porque estábamos tan cerca que podía sentir sus latidos así como el sentía los míos, la lluvia cayendo y mojando nuestro pelo pero poco nos importaba en ese momento, Henry se acercó lentamente a mis labios colocando una mano en mi barbilla y me beso suavemente como si no quisiera romperme y yo hice lo mismo.

Los domingos los pasábamos en la cama sin ninguna connotación sexual, solo estar acostados, compartir anécdotas, su risa que hacía que mis mariposas en el estómago enloquecieran, dibujos imaginarios con mis dedos en su pecho, nuestras manos entrelazadas como si nuestra vida dependiera de ello, eran el mejor plan en el mundo. Pero poco a poco las caricias fueron cada vez más lejos, el beso cada recoveco de mi cuerpo tal como yo hice con él y nos entregamos el uno al otro, en el silencio de la habitación donde solo se escuchaban nuestras respiraciones irregulares dirigiéndonos al cielo o al infierno.

Sin darnos cuenta las semanas se transformaron en meses, y los meses trajeron nuestro primer aniversario que quizá para muchos no fue la gran cosa, pero para mí desde que abrí los ojos me sentí la chica mas afortunada del mundo, me dejo pequeñas notas en mi departamento las cuales fui descubriendo, algunos regalos incluidas mis flores favoritas y por la noche una cena a la luz de las velas.

No importa cuanto tiempo llevemos, Henry aun me hace sentir como una tonta cuando me dice "cielo" y me mira con esos dulces ojos y en más de una ocasión he llegado a ruborizarme. Cerca del año y medio me propuso vivir juntos, de la forma formal en realidad porque si no estábamos en su casa nos la pasábamos en la mía, así que no fue un gran decisión que tomar. Al tiempo llego nuestro primer amigo perruno, y debo admitir que mi celular esta colapsando de fotos y videos de ellos dos juntos.

Recuerdo claramente el 26 de septiembre, fue cuando me pidió matrimonio prometiéndome quizá hasta la luna, el sol y cada estrella, ese día sentí que no podía ser mas feliz, aunque ocho meses después me equivoqué. Esa montaña rusa de sensaciones tuvo una bajada completamente brusca a tal punto que me dejo maldiciendo su nombre en medio de la madrugada, Henry había estado engañándome, ¿Cómo me entere? Fácil, los paparazi y las etiquetas de su foto besándola llenaron mi Instagram.

¿Qué había hecho?

¿Era culpable por amarlo tanto?

El eco de sus palabras aun resuena en mi mente como si jamás me lo pudiera quitar de mi cabeza, "Te prometo que algún día encontraras el amor verdadero, el bailara cada canción que quieras bailar, pero no soy yo"

Pero el fue quien bailo conmigo por diez años, el fue con quien celebramos cada risa y cada llanto, pero solo el fue el que me mando las cosas en cajas con sus amigos a mi nueva casa y cambio su numero de celular.

Al final no había puntos suspensivos, ni un príncipe con el cual caminar hasta el atardecer al final solo estaba yo sollozando en el suelo abrazando mis piernas. El cuento de mi historia con quien creí que era el amor de mi vida tuvo el final que más odie, quizá todo esto es una prueba, sé que ahora soy más sabia, más inteligente, aunque tengo una herida tan profunda que sangra cada vez que su rostro sale en la televisión, cada vez que me etiquetan una foto suya de ellos o de lo que solíamos ser.

Igual no es la gran cosa, solo es desempolvar nuevamente el papel de valiente y esperar que en otra vida no vuelva a cruzarlo porque no se si soportaría pasar por este dolor nuevamente. 

Y un dia volvi

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Y un dia volvi. 

Disculpen por tardar tanto en subir una nueva historia! 

Henry Cavill One ShotNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ