Henry Cavill One Shot

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Henry Cavill a sus 37 años lo tenia todo, fama, dinero, prestigio, todo lo que el dinero podía comprar él lo podía tener, en su momento también pudo tener a la mujer que quería con solo levantar su teléfono y mandar un hola la chica estaba a los pocos minutos sacándose la ropa y caminando hacia su cama.

No se quejaba, ¿Quién podría hacerlo? Pero cuando conoció a Rebeca su actual pareja todo eso cambio. Se dio cuenta que la fama, el prestigio y el dinero no era nada si no tenias a una persona a tu lado para darte unas palmaditas en el hombro en forma de felicitaciones o para festejar tu llegada con un abrazo que termina con ambos en el piso.

Fue amor a primera vista de ambos, el cayo completamente enamorado de ella y ella cayo literalmente sobre el cuando uno de los tacos de sus zapatos se rompió y casi cae de nariz de no ser porque Henry estaba ahí y la alcanzo a agarrar.

Después de ese día los mensajes se transformaron en llamadas, las llamadas en videollamadas, están en citas, las miradas en caricias sutiles, las caricias sutiles en besos hasta que pronto los mensajes, el cariño se transformo en amor, un amor que pocos habían visto.

Pero por mas que todos pudieran ver cuanto se amaban, que en su casa los detalles de parte de ambos estuvieran presente cada día había algo que el todavía no tenía. El "si" de ella. No era cualquier si, como cuando el le pedía su auto y ella decía que sí o cuando él le preguntaba si verían una película juntos, era de esos que el tuvo que ponerse de rodillas y sacar un anillo de su bolsillo.

Lo amaba con todo su ser, pero no creía en el matrimonio y a decir verdad la ultima vez que estuvo en una iglesia fue cuando literalmente pidió si podía ir al baño porque se estaba orinando. Henry la vio entrar y no pudo evitar imaginarla entrando con un bonito vestido blanco del brazo de su padre.

La llevo de vacaciones, coordino y organizo todo para que en el momento justo todo saliera perfecto, pero no contaba con que ella le diría que no, que no quería casarse. El acepto y ella le pidió disculpas, pero él lo entendió y dio gracias no haberle dicho a todos lo que iba a hacer.

Los años fueron pasando y Henry no se dio por vencido a la idea de que ella se convierta en su esposa, así que por lo tanto cuando cumplieron cinco años como novios el volvió a pedirle matrimonio, pero ella volvió a decir que no. Eso hizo que Henry ya descartara la idea de que algún día la vería de blanco caminando a su lugar. Le dolió la idea y de vez en cuando lloraba en el baño, ella era la mujer de su vida, pero acepto que era lo que a ella le hacía feliz.

A los 7 años como novios ambos compartieron sorpresas, él había adoptado a un pequeño cachorro y ella lo esperaba con el test de embarazo positivo. Ambos lloraron mientras se abrazaban y el pequeños cachorro intentaba jugar con los cordones de sus zapatillas.

Para el cumpleaños de Henry a ella ya se le notaba su pequeño abdomen y en el hogar reinaba el amor. El pequeño cachorro que ya tenia nombre y era llamado Kal no se despegaba de la chica, por lo que Henry se tuvo que adaptar a que no caminarían juntos como él lo había planeado. Pero por más que ella lo pensaba no salía ninguna idea de su cabeza, ¿Qué regalarle al hombre que lo tenia todo? Así que se le ocurrió una idea y agradeció que todavía estaba a tiempo de hacerla.

Cuando todos estaban festejando el cumpleaños de Henry, y ella estaba recibiendo caricias en su abdomen y aprovechando que ambas madres tanto la de ella como la de él le decía que coma cosas dulces tranquila así que ella no perdía la oportunidad, Henry estaba desde una esquina de la habitación viendo todo, a su novia embarazada, a sus familias juntas, si había recibido regalos de todos tipos, pero el ya era feliz con eso, con su familia, amigos reunidos, eso no tenía precio.

- ¿Estas bien? -Pregunto el mientras la veía que caminaba hasta el sofá una vez que todos se habían ido y corrió para ayudarle. Ella le sonrió cuando sintió sus manos en la cintura para ayudarla.

-Si, solo que la bebe recibió mucho chocolate y ahora no para de moverse. - Dijo mientras tomaba su mano y la colocaba en su vientre, ambos rieron a sentir los movimientos. -Todavía no te di mi regalo.

- ¿Acaso ustedes no son mi regalo? -Dijo haciéndola reír. Ella se levantó del sofá y camino hasta su bolso donde tenia su regalo. Camino hasta el nuevamente con una caja roja que tenia un gran moño, se lo dio y volvió a sentarse.

-En realidad es un regalo compartido, espero que no te moleste. -Dijo haciendo que el la mire con una sonrisa. El desato el mono y abrió el regalo encontrándose con dos tazas blancas. Al principio las miro sin entender y ella largo una carcajada. -Tienes que darles vuelta genio.

El las giro mientras levantaba una ceja y la miraba con fingida molestia. Miro nuevamente las tazas y abrió los ojos sorprendió sin entender mucho de que se trataba.

- ¿Qué es esto? No... No no entiendo de que se trata.

-Cuando me puse a pensar que te podía regalar no se me venia nada a la mente, lo tenes todo. Así que me puse a pensar que no tenias y no tenes una esposa. -El la miro con lagrimas en los ojos- No me agrada la idea de que un papel me diga que eres mi esposo porque para mi ya lo eres sin la necesidad de un papel, pero se que es lo que te gusta, como cuando miro por millonésima vez la misma película y tu me escuchas hablar y contarte detalles como si fuera la primera vez, lo haces porque me amas y yo hago esto porque te amo.

El la abrazo con cuidado y dejo un beso en sus labios.

- ¿Entonces aceptas ser mi esposa?

Ella frunció la nariz como si estuviera pensando y sonrió.

- ¿Qué no lo era ya? Feliz cumpleaños esposo. -Dijo ella mientras sonreía y besaba sus labios.

Bueno es uno a modo de bandera blanca por el de ayer y para avisarles que quizá por unos días no suba tan seguido porque tengo los finales tocándome el hombro casi jaja. 

Sin embargo como siempre pueden hacer pedidos.