014

7.2K 385 56
                                    

Después del divorcio las cosas no quedaron claras, o mejor dicho no quedaron bien.

A pesar de haber firmado un papel donde decía que él ya no me pertenece ni yo a el, el dia que aparecio en la puerta de mi casa quizá al año y medio después del divorcio nos importo muy poco si un papel nos decía que eso no se hace. A la mañana cuando amaneció y me contó que necesitaba una noche conmigo de "despedida" porque se iba a casar tampoco me importo mucho ser delicada al momento de correrlo de mi casa.

No voy a entrar en detalle de lo que paso despues, porque recuerdo vidrios rotos, llanto y mucho drama. También recuerdo que caí en depresión. 

Esto fue hace 5 años quizá, después de eso por mi salud mental me mude a un pueblo olvidado cerca de mi linda Londres.

Jure que no volvería a caer en las garras de ningún hombre nuevamente. Hasta que nació Sebastian. Dije que no caería en las garras de ningún hombre pero cuando me mira con esos ojitos que tiene y me pide algo no se decir que no.

Ahora me encuentro organizando un cumpleaños a distancia, mi madre me ofreció su patio trasero para festejar ahi y me pareció una buena idea.  

Mi pequeño se encuentra durmiendo en la punta del sillón después de haber saltado por toda la casa hasta que afortunadamente se quedó sin batería creo.

La temática va a ser superheroes, ama correr por toda la casa con su capa roja después que un dia que tuve que salir y quedo a cargo de mi hermana a lo que estuvieron viendo películas de superheroes y ahora se cree superman.

Por mas que intente hacer que cambie a otra cosa el no quiso. Al parecer al destino o karma le gusta reírse en mi cara.

Al otro dia a primera hora manejamos cantando canciones infantiles de camino a la casa de mi madre. Tenemos el dia repleto de actividades o mejor dicho tengo pero al momento que pasamos por una plaza pidió bajar y no le pude decir que no.

Por suerte el pequeño parque estaba vacío así que lo deje que corra con su pelota y me reí lo que el viento le enredaba la capa roja.

Mientras me senté en un banco para vigilarlo y revisar mis redes sociales. Cuando voy a sacar mi teléfono un perro negro empezó a corretear al lado de Sebastian a lo que fui rápido por las dudas que lo muerda, pero parecía inofensivo.

El dueño del perro se encontraba a unos metros cuando lo empezó a llamar, pero el canino estaba mas emocionado por agarrar la pelota que por hacer caso. A lo que el hombre tuvo que venir.

-Lo siento cuando ve una pelota no lo puedo controlar. 

Cuando escuche esa voz cada pelo de mi cuerpo se erizo, podía jurar que mi corazón dejo de latir y el aire comenzó a faltarme. No podía pasarme esto ahora, no hoy, no con Sebastian aca.

-No hay problema. -Tape mi cara con algunos mechones y camine en dirección a mi hijo que seguía jugando con el perro.

-Lu? Lucile?- Juro que si podía abrir un hueco en la tierra y mandarlo ahí adentro mientras yo corría lo haría pero era imposible. 

-Ey, que tal? -Mire a Sebastian que parecía no entender lo que sucedía y lo hable- Cariño vamos que llegamos tarde.

Henry llamó al perro que esta vez hizo caso y Sebastian lo siguió corriendo hasta que paró de golpe y se quedó con la boca abierta en una perfecta O.

-Mamá! es superman. -Sus ojitos parecían salirse y en mi garganta comenzó a formarse un nudo.

Henry se agacho a su altura y pedía que por favor no lo vea, que se vaya, que lo llamen que no se diera cuenta.

Sebastian era su calco, cada dia que me levantaba era como ver un retrato de Henry cuando era chico. Los ojos celeste cielo con pestañas negras, tiene el pelo algunos rulos rebeldes que cuando dejo que le crezcan le caen en la frente a lo que con su pequeña mano intenta llevarlos para atrás y me recuerda que Henry. 

-Hola campeón! ¿Y esa capa? -Sebastian lo miro y giro haciendo que el pequeño retazo de tela roja juegue con el aire. Henry lo miró y se giró a verme.

-Amor, nos tenemos que ir, lo lamento nos encantaría quedarnos pero tenemos que irnos. -Camine hacia sebastián y lo levante mientras me dirigía al auto.

-Señor superman, ¿quiere ir a mi cumpleaños? ¿Puede llegar volando?

-Estaría encantado de ir a tu cumpleaños, soy amigo de tu mamá así que ahora le voy a pedir el numero de telefono asi voy a tu cumpleaños. ¿Te parece? -Henry levantó la mano a lo que chocaron los "cinco".

Llegue al auto y lo senté en la silla y cerré la puerta. Cuando intente abrir la mía él lo impidió.

-Decime por favor que no hiciste la estupidez que estoy pensando. -El aire comenzó a faltarme y mis piernas se volvieron gelatina.- Lucile¿me podes explicar porque ese nene se parece a mi?

-Nose de que estas hablando, por favor podes sacar la mano así me voy, por favor.

-¿Cuántos años tiene?

-Cuatro.

Cuando fue a hablar su telefono empezo a sonar, reviso quien era y suspiro.

-Me tengo que ir. Lucile esta tarde voy a la casa de tu madre y vos y yo vamos a hablar, ¿Okey? -Miro por última vez hacia adentro del auto y saludo a Sebastian a lo que también recibió un saludo.

Entre al auto y empecé a conducir para alejarme de ahí mientras escuchaba a sebastian contarme que ahora era amigo de superman. 

No pasaron ni 10 minutos cuando llegamos a la casa de mis padres. Estaba adornada con unos globos y algunas referencias a superheroes.

Apenas bajó del auto mis padres junto a mi hermana ya habían abierto la puerta mientras que Sebastian corría gritando que había conocido a Superman.

Mis padres lo miraron y giraron la vista hacia donde estaba parada llorando.

Mi hermana lo agarro y se lo llevo adentro mientras que mi madre me abrazo intentando entender que pasaba.

-Nos vio, lo sabe todo.

No me maten pero amo los finales abiertos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

No me maten pero amo los finales abiertos. ♥




Henry Cavill One ShotWhere stories live. Discover now