Henry Cavill One Shot

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El estado de ánimo de Henry se volvió amargo en el momento en que entre con mi cita. Caminé con una sonrisa brillante en mi rostro a lo que él respondió con el ceño fruncido, pero hice todo lo posible por ignorarlo.

Mi compañero de cuarto actuando como un niño cada vez que traía a casa a un invitado no era nada nuevo y ciertamente no me sorprendió.

-No nos hagas caso-, le dije a Henry por encima del hombro mientras me quitaba el abrigo y lo colgaba del gancho. -Él es James.

Henry se limitó mover la cabeza en respuesta, sin levantar la vista de su cena; mantequilla de maní a punto de esparcirse desordenadamente sobre una rebanada de pan de trigo. Rodé los ojos, tome el abrigo de James y lo lleve al sofá donde sonrió dulcemente cuando lo invite a sentarse y le ofrecí una bebida.

Al entrar en la cocina, abrí la heladera y saqué dos cervezas.

- ¿Entonces? - Pregunte, con una ceja levantada mientras buscaba el abrebotellas en el cajón. Henry dejó caer el cuchillo con fuerza sobre la encimera, luego se giró hacia mí y se cruzó de brazos.

-Entonces, pensaste que esto estaba bien-, preguntó, su voz goteando con sarcasmo mientras me encogía de hombros y fruncía el ceño. - ¿Qué vas a decir ahora, no es gran cosa?

Me reí por la débil discusión que habíamos tenido al menos tres veces antes por traer a un extraño a su casa. Mi casa también, tendría que recordárselo a menudo. Entonces, era mi misión dejar que él se enojara temprano. Es menos probable que tenga que preocuparme por eso más tarde y podría concentrar mi atención en el hombre sentado en mi sala de estar en lugar de en la inminente frustración de Henry.

-Henry-, suspire y tome un sorbo de cerveza. -A partir de ahora, es solo la continuación de una cita inocente. Vamos a ver una película.

- ¿A partir de ahora? - Henry resopló. - ¿Qué diablos significa eso?

-Significa que prometo no besarme con él frente a ti, pero en este momento, tienes poco de qué preocuparte.

Respiró hondo por la nariz.

-Ok eso es...

-Y no vamos a tener sexo en nuestro sofá. Lo llevaré a mi habitación para que no tengas que ver nada raro-bromee con un guiño.

-Ok, suficiente.

-Y no haremos ruido, lo juro.

- ¡Suficiente! - Rápidamente gire la cabeza por la esquina para ver si James escuchaba, pero todavía estaba sentado allí, jugando con las uñas mientras me esperaba pacientemente como el caballero que era. Cuando volví a mirar a Henry, prácticamente estaba temblando de ira. -Saca a ese idiota de mi apartamento.

-Um, nuestro apartamento. Y no, gracias. - Sonreí e incliné la cabeza hacia un lado tan inocentemente como pude. -Me gustaría tener sexo esta noche.

- ¿Con él? - Henry señaló con un dedo largo en dirección a mi cita. La furia en sus ojos podría haber apuñalado a James en la parte de atrás de su cabeza si la pared no estuviera en el camino.

Rodé los ojos.

-Obviamente.

-Por el amor de Dios, _______. Ten algo de respeto por ti misma.

Mi sonrisa juguetona cayó instantáneamente, y si no estuviera apoyada contra la pared, habría tropezado. Henry había dicho muchas cosas antes; cosas dolorosas, cosas que me hacían querer abofetearlo, pero algo en esto se sentía peor. Asumir que me estaba devaluando al querer tener sexo con un hombre que era dulce, amable y generoso, y millones de otras cosas hermosas que los hombres, aparte de Henry, nunca habían sido para mí, era como una puñalada en el estómago.