Harry Potter y las Historias Mágicas

¿Felices Para Siempre?

*Lumus*

Harry Potter y las Historias Mágicas

-¿Felices Para Siempre?-

Se sentó en la barra, con su rostro sucio y mugriento. Estar en la vecindad general de un edificio de cuarenta y siete pisos mientras está destruido es un asunto complicado. Estar casi debajo de él cuando se convirtió en escombros es un asunto mucho más complicado.

El whisky en su vaso se arremolinó una vez, dos veces, pero antes de hacer un tercer circuito en el vaso, volcó el recipiente y vertió el alcohol en su garganta.

Harry dejó escapar un suspiro estremecedor. No era la quema de Glenmorangie lo que le preocupaba. El cálido resplandor mientras se abría camino hacia su estómago era bienvenido a pesar de que el alcohol mundano no tenía nada en el whisky de fuego. La lágrima que recorrió su mejilla llena de hollín indicó la verdadera naturaleza de su angustia. Sin mirar, señaló al tabernero. Lanzando cien libras en la barra para ajustar su cuenta, murmuró "Gracias", mientras el líquido ámbar se colocaba frente a él.

"Kara", susurró; la agonía real y fresca en su voz. "Oh mi amor." Una, dos veces el whisky se arremolinó en su vaso antes de bajar por la garganta de Harry.

Incapaz de soportar el dolor punzante en el pecho, apoyó la frente en la barra. Las respiraciones profundas no calmaron el ardor en su pecho. Ella era su amor, su todo.

Ella debería haber estado allí ahora. Si pudo, claro.

.oOo.

Sin ser escuchado por el sufriente joven, la puerta del pub se abrió, admitiendo a una impresionante joven vestida con un traje azul y rojo mientras lucía una capa roja. Caminó resueltamente hacia la sala principal, escaneando a los habitantes. Cuando se centró en su amante, Kara Zor-El, casi corrió hacia él.

Deslizándose en el taburete junto a él, todo lo que tenía que hacer era alcanzarlo. Mientras sus delgados dedos acariciaban su cuello antes de entrelazarse en su cabello, él comenzó a sollozar de alivio.

Sus propias lágrimas comenzaron a caer. Ella pensó que estaba muerto. Los había separado el edificio que se derrumbaba, y ella no había podido encontrarlo entre los escombros y él no respondía a su comunicador. Casi fuera de control en su pánico, ignoró las llamadas de la otra mientras reafirmaba que los kryptonianos son realmente 'más rápidos que una bala veloz' mientras se dirigía a su punto de encuentro: La Bruja Haggard.

Se habían conocido allí. Enamorado allí. Había esperado un felices para siempre allí. Aparentemente fue una vana esperanza.

Fue en un pequeño pueblo de Gales. Todos los que frecuentaban el local sabían exactamente quiénes eran Harry y Kara. Nadie habló nunca de los héroes entre ellos. Fue por eso que nadie se apresuró a sacar su móvil cuando Supergirl llegó al pub para abrazar a él joven.

Tomando suavemente su mano, esperó a que pasara la tormenta. Despiadadamente, hizo a un lado su propio pánico. Ella lo amaba. El vino primero.

Él apretó su mano tan fuerte como pudo, las emociones lo golpearon y ahogaron. "Pensé que te había perdido", su áspero jadeo se interrumpió.

"Nunca," respondió en voz baja. "Nunca."

"Ya había comenzado a extrañarte. Era demasiado."