Harry Potter y las Historias Mágicas

Déjame ser

*Lumus*

Harry Potter y las Historias Mágicas

-Déjame ser-

Las vacaciones de Navidad eran algo que Harry solía esperar. Era la única vez en que las cosas parecían ir bien a pesar del hecho de que todo a su alrededor generalmente caía en el caos durante todo el año.

 Se sentó en uno de los grandes sillones orientados hacia la enorme chimenea de Grimmauld Place donde él, Ron, Hermione, el resto del clan Weasley y una variedad de miembros de la Orden habían elegido quedarse durante el breve interludio entre clases. 

Decidido por Dumbledore y cuya lógica fue acordada por gran parte de la Orden, el grupo había pasado la mayor parte de la última semana encerrada en la triste casa. 

Ahora, la Sra. Weasley, Ginny y Hermione habían dado grandes pasos a la hora de hacer la casa un poco más hospitalaria, todavía tenía ese olor a cuero viejo, polvo, y desuso, lo que dio crédito a la idea de que el lugar realmente no era apto para la vida muggle o mago.

 Pero eso realmente no lo molestó. Pasar los primeros diez años de su vida viviendo en un armario generalmente lo obligaba a ignorar cosas menores como olores desagradables o la falta de capacidad para moverse. Pensando en esos hermosos recuerdos de la infancia, se aseguró de que su cuerpo cubriera cada centímetro posible de espacio en la silla que ocupaba actualmente y pasó la página de su edición desgastada de Quidditch a través de los tiempos . 

Al llegar a una de sus partes favoritas, comenzó a releer la sección relacionada con las faltas de Quidditch y la ahora famosa Copa del Mundo en 1473, donde se habían creado todas las faltas concebidas anteriormente, más algunas nuevas.

Fue cuando alcanzó la falta que cubría asaltar a un miembro del equipo contrario con un hacha que un sonido de la escalera lo sacó del libro. 

Bueno, un sonido probablemente no es el término más exacto, más como un golpe sordo y un explicativo amortiguado, pero un sonido no obstante. Aunque no es mucho por sí solo, la combinación de estas dos cosas le dijo a Harry todo lo que necesitaba saber.

"Hola Tonks", llamó Harry, agitando su brazo sobre su cabeza sin mirar.

"¿Harry?" llegó una voz bastante tímida, definitivamente era Tonks pero las palabras no sonaban bien ... "¿Qué haces despierto tan tarde?"

"No podía dormir, pensé que podía leer para ayudarme a dormir", respondió Harry cerrando el libro y empujándose fuera de la silla. "Supongo que no está funcionando porque todavía estoy completamente despierto ..." Su voz se apagó tan pronto como terminó de girar. 

Tonks se paró frente a él con una túnica negra con un bolso negro sobre su hombro. Sus ojos se dirigieron a su rostro, que era casi completamente irreconocible. Su tono de piel se había oscurecido al tono de su capa, mientras que su cabello normalmente vibrante combinaba con el mismo color. 

Pero sus ojos eran los más impactantes de todos. En lugar de los colores aleatorios de verano que cambiaría a diario, eran negros ... desprovistos de todo color. La había visto así antes. "Tonks, ¿qué está pasando?"

"Estoy en una misión", respondió ella, alejándose un poco.

"No había ninguna misión programada para esta noche", respondió Harry y ella se estremeció. Ella sabía que él tenía razón. Desde el fiasco en el Departamento de Ministerios, Harry había estado extremadamente bien informado sobre asuntos de la Orden.