Harry Potter y las Historias Mágicas

¿Qué Echaré De Menos?

*Lumus*

Harry Potter y las Historias Mágicas

-¿Qué Echaré De Menos? -

El toque de queda se acercaba rápidamente, pero la fiesta seguía en la sala común de Gryffindor. Gracias a Fred y George Weasley, que se habían asegurado tanto la comida como la bebida, casi todos los miembros de la Casa estaban pasando una noche maravillosa.

El único Gryffindor que faltaba en la fiesta era el mismísimo Gryffindor, cuya demostración de "fibra moral" era la razón por la que la fiesta se organizaba en primer lugar: Harry Potter.

La mayoría habría esperado que Harry estuviera metido en el meollo de las cosas, riéndose y pasándolo en grande. Aquellos que realmente lo conocían entendieron que Harry no era fanático de toda la atención que recibió debido a su estatus de celebridad como el "Niño-Que-Vivió", pero tenía muchas razones para festejar esa noche. 

Después de todo, no solo había salido ileso de la Segunda Prueba del peligroso Torneo de los Tres Magos, sino que en realidad recibió una puntuación de 45, buena para el segundo lugar entre los cuatro competidores, solo detrás de su compañero estudiante de Hogwarts, Cedric Diggory. Aún mejor (desde un punto de vista masculino, al menos), la encantadora parte Veela Fleur Delacour se había sentido tan aliviada y agradecida con Harry por sacar a su hermana del lago que ella lo había besado en ambas mejillas, ¡dos veces! Seguramente, a Harry no le importaría ser el centro de atención esta noche.

Pero, para sorpresa de casi todos, Harry se había marchado poco después de que comenzara la fiesta. Afirmó que tenía dolor de cabeza y se retiró a su cama con dosel en los dormitorios de niños de cuarto año poco más de una hora después de que comenzara la fiesta. Sus compañeros de Gryffindor se sorprendieron de que el hombre del momento se hubiera alejado de la fiesta tan rápido, pero la mayoría de ellos no insistió demasiado en eso. Después de todo, era perfectamente lógico que Harry tuviera dolor de cabeza después del día que acababa de pasar. Todos lo vieron correr hacia el lago justo cuando la tarea estaba programada para comenzar, aparentemente presa del pánico. Y todos habían escuchado la explicación de los jueces, que Harry en realidad había llegado primero a los rehenes debajo del lago, pero se negó a dejar a ninguno de ellos atrás. Había sido un día extremadamente accidentado para su Campeón de Gryffindor, y si prefería dormir antes que ir de fiesta, nadie se lo reprocharía. Tendrían que divertirse aún más en su ausencia.

Sin embargo, Harry en realidad no estaba durmiendo, ni siquiera lo estaba intentando. Estaba acostado en su cama, eso era cierto. Pero su mente estaba demasiado ocupada para siquiera pensar en dormir.

Realmente tenía dolor de cabeza, pero no fue por ninguna de las razones que uno podría haber esperado. No era porque hubiera quedado en segundo lugar en la tarea, ni por vergüenza, júbilo o cualquier otra cosa después de ser besado por Fleur. Su noche intermitente antes de la tarea, donde se quedó dormido en la biblioteca mientras buscaba desesperadamente algo que le permitiera respirar bajo el agua para poder completar la tarea, puede haber sido al menos parcialmente responsable. Pero la razón principal del dolor de cabeza de Harry, así como su decisión de abandonar abruptamente la fiesta, fue su incesante reflexión sobre la pregunta: ¿qué, o a quién, echaría de menos?

Cuando pensó por primera vez en esa línea después de descifrar la pista del huevo, Harry asumió que sería su Saeta de Fuego o la Capa de Invisibilidad de su padre lo que tendría que recuperar. La posibilidad de que tuviera que rescatar a un rehén vivo ni siquiera se le pasó por la cabeza.