Harry Potter y las Historias Mágicas

El romance

*Lumus*

Harry Potter y las Historias Mágicas

-El Romance-

Podría decirse que fue la peor fiesta a la que había asistido. No es que hubiera un número impresionante de tales cosas con las que compararlo, por supuesto, pero la noche, no obstante, se estaba volviendo insoportable rápidamente.

A su alrededor, sus compañeros de clase parecían estar pasando un rato bastante agradable. Slughorn había traído consigo a un medio vampiro (?) Amigo suyo, y la novedad fue divertido para varios estudiantes. Incluso sin un invitado tan extraño, Harry supuso que el ambiente general, las vacaciones ... el ponche generosamente enriquecido, todo contribuía a una velada bien aprovechada.

Lo que no explicaba por qué estaba contra la pared del fondo, mirando a Cormac McLaggen con el ceño fruncido.

Había venido solo, al final sin saber a quién podría haber preguntado sin causar más alboroto del que se sentía cómodo. Su intento fallido de ir con Hermione y cortar las tonterías de raíz había demostrado ser un fracaso espectacular, agravado por el hecho de que su 'cita secreta' era de hecho la misma persona a la que hacía solo unas semanas había llamado 'vil'.

Si bien no le entretuvo seriamente involucrarse románticamente con Hermione, como si no hubiera suficiente drama en ese frente, fue un tiro en el arco de su ego que su mejor amiga lo rechazara.

Con lástima de sí mismo, pensó en las únicas otras cuasi citas en las que había estado, con Parvati y Cho. Suspiró ... las miradas que Romilda le había dado ese día en la biblioteca, independientemente de sus razones, eran algo que merecía consideración. Estaba mal, algo así ... él lo sabía, pero con Ron pasando cada momento disponible jugando al escondite con la lengua de Lavender ... ¿por qué no podía divertirse un poco también?

Ociosamente, supuso que podría haberle preguntado a Luna; era una pena que no hubiera pensado en eso antes. Ella era dulce y amigable, si no del todo allí. Se preguntó si su propio sentido especial del mundo podría manifestarse de otras formas, en caso de que surgiera la oportunidad. Sacudió la cabeza, un poco disgustado por bajar por esa avenida en particular en una habitación llena de gente. Miró su reloj, apenas eran las nueve, tenía otras tres horas para matar, tal vez dos si quería irse sin ser señalado.

Maldita sea, pero estaba cachondo, parecía que en todos los lugares a los que iba estos días, las brujas a las que no había mirado dos veces florecían repentinamente ante él, y luego se lanzaban sobre otros tipos. Ginny estaba sobre Dean, Lavender estaba con Ron ... y aquí estaba él, solo, mientras Cormac el idiota pasó la noche manoseando a Hermione. No es que ella no se lo merezca, pensó con caridad.

Sonrió levemente cuando la atención de Cormac se vio obligada a alejarse de Hermione, un corpulento Ravenclaw de séptimo año lo alejó, los dos de repente se involucraron en un debate silencioso aunque claramente acalorado.

Hermione, se alegró de notar, parecía increíblemente aliviada, inmediatamente distanciándose de Cormac y su títere. Sin embargo, su descanso duró poco, ya que ella lo vio.

Mientras se acercaba, siseó, " ven aquí", arrastrándolo detrás de las ondulantes cortinas que Slughorn había importado específicamente para la ocasión.