Harry Potter y las Historias Mágicas

Nigromante

*Lumus*

Harry Potter y las Historias Mágicas

Nigromante

Harry solo tenía unas pocas semanas más hasta el tercer y último evento del torneo de los Tres Magos. Iba a ser la culminación de todo el arduo trabajo realizado por los campeones en el torneo y Harry no sentía emoción, sino pavor.

Al final de cada año de su educación en Hogwarts, casi muere y apenas ha sobrevivido por la piel de sus dientes. De maestros poseídos, basilisco antiguo, hombres lobo y dementores, Harry sabía que su suerte se acabaría en algún momento y eso lo hizo pensar en la muerte.

Por supuesto, sabía que la gente moría, después de todo él era un huérfano, algo que algunas personas en el castillo parecían empeñadas en recordarle, desde las burlas de Malfoy hasta los comentarios afables sobre lo orgullosos que estarían sus padres, incluso su propio título como El -Niño que Vivió invocaba la idea de la muerte ya que era un recordatorio de las tres personas que murieron esa noche.

A veces deseaba que la gente se callara sobre la muerte, era positivamente morboso lo mucho que les gustaba mencionarlo. Pero en el proceso de pensar en la muerte y su propia mortalidad recordó a un amigo suyo que le había sido de gran ayuda este año y que también estaba muerto.

Myrtle la llorona, el fantasma que rondaba el baño de una niña. Una ex alumna de Hogwarts que fue asesinada por un joven Lord Voldemort con un basilisco y era alguien que realmente lo había apoyado en la segunda prueba del torneo.

Al hacerlo, recordó un libro polvoriento que había encontrado en la sección restringida de la biblioteca. Como campeón, se le permitió tener acceso a la información normalmente protegida y había estado buscando cualquier cosa que pudiera ayudarlo en la primera tarea, y aunque no encontró un hechizo o solución que detuviera a un dragón en seco , recordó que había un hechizo que pensaba que sonaba interesante pero que no sería útil a menos que lo arruinara de manera majestuosa.

Saliendo a escondidas del dormitorio, porque Harry no quería tener que explicarle a nadie lo que estaba haciendo, entró en la biblioteca mucho después del toque de queda para que nadie pudiera verlo sacar el polvoriento libro titulado Amor y muerte: Romance en Nigromancia .

Harry solo había mirado en el libro la primera vez porque en el mundo mágico un libro podía tener fotos de lindos gatitos jugando con ovillos en la portada y aún tener cada página llena de los encantamientos más viles y repugnantes que jamás había escuchado. por lo que un libro que parecía más una novela romántica basura podría haber guardado los secretos del universo por lo que sabía.

Pero no lo hizo, lo que sí contenía era un hechizo que alteraría el estado de un fantasma y efectivamente lo enviaría hacia arriba o hacia abajo de nivel. Lo que significaba que podía convertir un fantasma, un ser normalmente incorpóreo en un poltergeist, que es un espectro mucho más sólido, como Peeves, que aún podría interactuar físicamente con el mundo.

Si Harry hubiera sabido de este hechizo en su primer año, incluso podría haberlo usado a la sombra de Voldemort para convertirlo en un fantasma completo que lo habría dejado casi sin poder, pero por desgracia, era un primer año que no sabía nada sobre magia. en ese momento y probablemente no volvería a tener una oportunidad como esa.

Lo que sí tuvo la oportunidad de hacer fue ayudar a una amiga.

"¿Myrtle?" Harry susurró mientras metía la cabeza en el baño de ella. Sabía que los fantasmas en realidad no dormían, pero a veces les gustaba fingir que mantenían intacta su humanidad. "Myrtle, soy yo, Harry", dijo un poco más fuerte mientras cerraba la puerta detrás de él.