Harry Potter y las Historias Mágicas

Una Navidad

*Lumus*

Harry Potter y las Historias Mágicas

-Una Navidad-

Ojos azules, increíblemente azules y tan encantadores, examinaron al chico de arriba abajo. Una sonrisa depredadora cruzó los labios rosados ​​y relucientes, hablando con más claridad que cualquier simple palabra, si el chico se hubiera preocupado por escuchar.

Pasó dedos temblorosos por el cabello oscuro, tragando saliva. "Yo, um. Bueno, eso es, si aún no tienes planes."

Ella ladeó la cabeza. "No, no tengo planes."

El rostro del chico se iluminó considerablemente. "Oh, um, genial. ¿Entonces irás conmigo?"

Su sonrisa se amplió y se rió, un hermoso sonido cadencioso que sonó como una campana a través del Gran Comedor. Ella negó con la cabeza, el largo cabello rubio cayendo en cascada a su alrededor como si lo hubiera atrapado la brisa. "No."

Pasó un largo momento y el chico se quedó inmóvil en el suelo, con la cara enrojecida. Sin apartar la mirada, la niña arqueó una elegante ceja. Finalmente, el chico sintió el peso de cientos de ojos posándose sobre él, y se volvió, retrocediendo apresuradamente hacia la mesa de Slytherin.

Al otro lado del pasillo, Harry Potter observó cómo se desarrollaba la escena con gran atención. Fleur Delacour saludó la forma en retirada de Adrian Pucey mientras estallaban carcajadas del grupo de chicas que la rodeaban. Harry negó con la cabeza. "Eso se veía… devastador."

"No debe ser verdad lo que dicen sobre las chicas francesas, ¿eh?" Preguntó Ron.

"¿Y qué dicen de ellas exactamente?" preguntó Hermione desde el otro lado de la mesa, con un brillo peligroso en sus ojos.

"Bueno, es como Charlie siempre dice, ¿no?" Ron miró alrededor de la mesa en busca de apoyo. Al no encontrar ninguno, continuó. "Es como perseguir un pájaro francés  sin un guardián. Fácil de ..."

"Qué hermosa expresión."

Ron se encogió de hombros, mirando hacia atrás al otro lado del pasillo hacia Fleur, quien había entablado una conversación silenciosa con las chicas que la rodeaban. "Un montón de tonterías de todos modos, al menos en lo que a ella respecta." Las mejillas de Ron adquirieron un tinte rosado cuando sin duda recordó su propio encuentro anterior con la bruja francesa.

"¿Cuántos son ahora, de todos modos?" preguntó Seamus desde más abajo en la mesa.

"¿Según mi cuenta? Oh, aproximadamente la mitad de los tipos en este castillo rubicundo", dijo Harry. "Si no tiene cuidado, se quedará sin gente para derribar".

"¿Quizás está esperando a Krum?"

Al otro lado de la mesa, Hermione gruñó. "Bueno, algunos hombres prefieren mujeres con sustancia".

"Oh, no te preocupes por eso." Dijo Seamus, sus ojos encontrando a Fleur. "La Francesa tiene mucha… sustancia."

Hermione se puso de pie, lanzándoles una última mirada antes de dejar el Salón.