Harry Potter y las Historias Mágicas

El Vengador 1

Harry Potter y las Historias Mágicas

El Vengador 

Harry revisó su lista por última vez. Todo estaba tachado y no podía pensar en nada de lo que realmente lamentara no haber tenido más tarde. Decidió terminar de una vez, cerró su baúl multicompartimento y lo encogió para poder guardarlo en su bolsillo. Tenía todo lo que pensaba que necesitaría y algo más. Se puso su capa de invisibilidad familiar y se apareció en el Ministerio de Magia.

Era tarde en la noche, pero aún se cuidaba de no llamar la atención; Algunas personas seguían allí, principalmente seguridad. Mientras bajaba al nivel diez, consideró una vez más lo que impulsaba este extremo, y la mayoría diría una locura, acción.

Después de la guerra, no fue sino un mes antes de que las "viejas" familias comenzaran a presionar por el poder y volver a manejar las cosas, a pesar de los esfuerzos de Kingsley Shacklebolt. Realmente había demasiada corrupción y suficientes Mortífagos habían sobrevivido y lograron mantenerse respetables, nuevamente, a pesar de los mejores esfuerzos de Shacklebolt. Incluso la popularidad de Harry y hablar sobre la necesidad de justicia no había hecho ninguna diferencia significativa. Estaba completamente desilusionado con el mundo mágico.

Aún así, eso no fue suficiente para alejarlo. Sus amigos no lo habían facilitado.

Claro, estaba feliz de que Ron y Hermione se juntaran y profesaran su amor eterno el año pasado, justo después de la batalla final. Incluso se habían casado recientemente. Personalmente, pensó que estaban cegados por las emociones, o más probablemente por las hormonas, y su consejo para que no lo hicieran fue ignorado por completo e incluso agrió su amistad. Los tres seguían siendo amigos, pero no como solían ser.

Luego estaba Ginny. Seguía siendo una joven encantadora y una gran besadora, pero la guerra los había cambiado a ambos. Habían tratado de reanudar su relación después de la batalla final, pero realmente no había funcionado. Ginny ya no era la chica más despreocupada que solía ser y Harry sabía que él también había cambiado, aunque le costaba mucho describir el cambio ... solo sabía que era diferente. Pensó más cínico, pero sospechaba que había más. Después de seis meses, ambos habían decidido que era mejor ser amigos casuales.

Durante los últimos seis meses, Harry había tratado de hacer otros amigos, pero su fama se interpuso. Su vida simplemente estaba jodida, había decidido.

Si bien podría haberse mudado a otro país, realmente dudaba que fuera de gran ayuda. Su nombre era conocido en la mayor parte del mundo mágico. Todo lo que podía pensar que quedaba era suicidio o abandonar este mundo de una manera mágica a otro mundo. Supuso que esas dos opciones eran casi sinónimos, pero no del todo. Lo que estaba a punto de hacer podría ser insensato, pero había decidido hacerlo de todos modos. En el peor de los casos, estaría con sus padres. En el mejor de los casos, tendría una nueva vida y tal vez incluso encontraría a Sirius, o eso esperaba una pequeña parte de él.

Entrando en la Cámara de la Muerte, se acercó al arco y se detuvo por un momento. En su mano izquierda estaba el anillo con la Piedra de la Resurrección, algo que había vuelto a recuperar. En su mano derecha estaba la varita de saúco . Sobre sus hombros estaba la capa de invisibilidad. Con esos tres elementos, las voces del arco eran un poco más claras ... lo llamaban y él podía entenderlas perfectamente, a diferencia de su quinto año, cuando eran murmullos confusos.

La mayoría de las voces querían que los rescatara, pero algunas querían que se uniera a ellas. Ese primer set le dio pausa. ¿Era posible que Sirius estuviera atrapado en el limbo? Usando el "La Piedra", intentó, "Accio Sirius Black". No pasó nada, no es que estuviera sorprendido, pero sintió que tenía que intentarlo.