Harry Potter y las Historias Mágicas

Choque

*Lumus*

Harry Potter y las Historias Mágicas

Choque

La primera vez que Remus se había vuelto loco, Tonks había estado frenético. Se había despertado esa mañana, nueve semanas después de la guerra, dos días antes de la luna, para encontrar su cama vacía. Era el frío desconocido lo que la había despertado, Remus corría como un horno y la ausencia de su calor se notaba. Se subió las mantas hasta la barbilla, escuchando las señales familiares de Remus en el baño, o tal vez en otra parte de su pequeña casa.

Ella no había entrado en pánico al principio, ni siquiera cuando no escuchó señales de vida, Remus era propenso a levantarse temprano y a menudo lo encontraba sentado en la habitación de Teddy, con una manta sobre sus rodillas, té en la mano mientras veía a su hijo dormir. Otras veces lo encontraba en el salón, con los pies apoyados frente al fuego, libro en mano mientras luchaba contra el sueño que todavía quería reclamarlo. Con un último escalofrío, se levantó de la cama, se puso la bata sobre los hombros y las pantuflas en los pies mientras salía penosamente de su habitación.

Primero fue a la habitación de Teddy, deteniéndose en la puerta a pesar de notar que Remus no estaba allí. Teddy dormía plácidamente, su cabello cambiaba de color mientras dormía. Tonks recordó la primera vez que lo había notado, volviéndose hacia su madre presa del pánico, pero Andrómeda se había reído y había calmado sus miedos. Fue solo porque era joven y aún no tenía el control de su don. Roncaba levemente, pequeñas bocanadas de sonido que ella apenas podía oír. Dejó que una suave sonrisa calentara su rostro antes de cerrar la puerta detrás de ella.

Bajó las escaleras, dirigiéndose a la cocina para poner la tetera a hervir antes de encontrar el camino a la sala de estar. Frunció el ceño cuando notó que Remus tampoco estaba aquí. Sintió los primeros indicios de pánico y se dirigió a la puerta trasera para inspeccionar el jardín. Era pequeño, podía verlo todo desde la puerta, desde la hilera de flores en la parte de atrás que Harry había plantado como regalo de bienvenida, hasta el columpio preventivo en el medio que Remus y Harry habían construido juntos. Remus tampoco estaba allí.

No estaba segura de por qué, pero una sensación de malestar se instaló en su estómago cuando recogió su té de la cocina. El líquido tibio calmaría sus nervios crispados. Ella registró la casa mientras bebía, esperando desesperadamente una nota en algún lugar para explicar su ausencia. Tal vez lo habían llamado para ayudar a un amigo, o había ido a casa de Harry (por ilógico que fuera decir que el hombre estaría aquí en poco más de una hora). Pero no encontró nada, ni nota ni letrero ni a Remus.

Iba a llamar a alguien, tal vez a Harry, tal vez a Kingsley, tal vez incluso a su jefe, pero antes de que pudiera, un gemido llamó desde la habitación de Teddy. Dejó su taza en el fregadero antes de subir las escaleras, resignándose a darle a Remus algo de tiempo para regresar antes de entrar en pánico. Teddy la necesitaba por ahora, y Harry estaría aquí pronto. Mientras atendía a su hijo, no pudo evitar preguntarse si él podría captar sus nervios tensos, parecía tardar más de lo habitual en calmarse.

"¿Rem? ¿Nym? ¿Están despiertos?" Tonks acunó a Teddy en sus brazos, bajó las escaleras para encontrarse con Harry mientras seguía alimentando a Teddy. La cara de Harry se iluminó cuando los vio a ambos, tirando a Tonks en un abrazo con un solo brazo, "Bueno, mira, ahí está mi ahijado favorito, y mi Auror favorita. Ahora, ¿dónde está mi padrino honorario favorito?"