Harry Potter y las Historias Mágicas

Adrenalina Pura

*Lumus*

Harry Potter y las Historias Mágicas

Adrenalina Pura

Natasha se abrió paso a empujones a través del tren abarrotado, haciendo todo lo posible por no dejar que se notara su enfado. Sabía de la reputación de que los trenes japoneses estaban tan llenos y abarrotados que apenas había espacio para moverse, pero esta era la primera vez que experimentaba la realidad. Sin embargo, no podía permitirse enojarse. Tenía una reunión a la que acudir.

Fury la había enviado en una misión encubierta para acabar con un hombre de negocios japonés aparentemente respetuoso de la ley al que habían vinculado recientemente con HYDRA, y hoy era el día en que iba a hacer el primer contacto. Estaba vestida como una aspirante a mujer de negocios, con una combinación de traje negro y falda. También necesitaba adoptar la mentalidad de una oficinista, lo que significaba que apretó los dientes e hizo todo lo posible por ignorar las manos que accidentalmente (o tal vez no tan accidentalmente) rozaron sus senos y su trasero mientras se abría paso en el enjambre.

Su esperanza era llegar lo más cerca posible de una de las paredes, y fue con ese propósito que se abrió paso entre el mar de hombres de negocios japoneses. Se estaba acercando a su objetivo, pero un golpe repentino golpeó a un hombre con sobrepeso contra ella por detrás. Su cuerpo perdió el equilibrio debido a su volumen, y se tambaleó hacia adelante hasta que chocó contra algo sólido.

Lo sólido que había golpeado era otra persona, una persona que aparentemente había tenido la misma idea que ella y estaba apoyada contra la pared detrás de él. Ella murmuró una disculpa mientras levantaba la vista de su pecho y lo miraba a la cara, y tuvo que reprimir un grito ahogado cuando lo vio bien.

Debajo de una mata de cabello negro desordenado que inmediatamente quiso despeinar con las manos, pudo distinguir una leve cicatriz en forma de rayo. Su rostro era hermoso , pero su mirada se detuvo en sus ojos detrás de sus lentes. Si bien ella tenía los ojos verdes, los de este hombre eran de un tono verde más intenso, más puro y más vivo. Ella nunca había sido del tipo blanda, pero fácilmente podía imaginar perderse en esos ojos.

Natasha se aclaró la garganta y se sacudió mentalmente, disgustada consigo misma por distraerse tan fácilmente con una cara hermosa. Desafortunadamente, el tren de alguna manera se llenó aún más a medida que entraban más pasajeros y ella no podía dar un paso atrás. La empujaron directamente contra el hombre, sus pechos en íntimo contacto mientras lo encajaba contra la pared.

"Lo siento", susurró. No necesitaba hacer más que eso para que él la escuchara porque sus cuerpos estaban pegados el uno al otro y su boca estaba muy cerca de su oído. No era culpa suya, obviamente, pero seguía invadiendo su espacio personal.

"Está bien", susurró él, su acento lo identificaba como británico. "No es la primera vez que se llena de gente así en el tren. Sin embargo, normalmente la gente no es tan atractiva ". Natasha sonrió y estuvo a punto de reír como una colegiala en lugar de la asesina entrenada convertida en espía que en realidad era. ¿Qué diablos le había pasado? Honestamente no podía decirlo, pero en privado estaba de acuerdo con él. Si iba a estar presionada contra alguien en el tren, bien podría ser esta monada.

Se quedaron en un cómodo silencio durante unos minutos, o tan cómodos como razonablemente podría ser considerando la completa falta de espacio personal o espacio para moverse. Natasha hizo todo lo posible por olvidarse de su entorno actual y concentrarse en el trabajo que tenía que hacer después de que terminara el viaje y se bajara del tren, pero era más fácil decirlo que hacerlo. Este apuesto inglés era difícil de ignorar, especialmente porque prácticamente se estaban abrazando. No recordaba la última vez que había tenido un contacto físico tan estrecho con otra persona, mucho menos con uno tan guapo. Y aunque no pudo ver bien su cuerpo debajo del traje de negocios que llevaba, su pecho ciertamente se sintió lo suficientemente duro cuando ella se presionó contra él. A su pesar, podía sentir que sus pezones se endurecían dentro de su sostén.