Cap.11 "El bosque de las ilusiones".

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Tendría que haber oído esa corazonada, ese presentimiento, eso dentro de mi que gritaba que saliera corriendo de allí. Que ese frío y miedo que sentía no era en vano, que significaba algo. Y por supuesto, algo mágico. Porque si había algo a lo que le temía más de lo que la amaba, era a la magia.

—Elías —dijo Ulises de la nada y todos lo miramos—. Lo escucho por allá —avisó y comenzó a correr.

Todos lo seguimos desesperadamente, creyendo que quizá necesitaba ayuda o estaba en peligro. Salté unas cuantas ramas y esquivé árboles para seguir al grupo pero luego de que Ulises se detuvo, el resto tambien. Apoyé mis manos en mis rodillas intentando recuperar un poco de aire de ese minuto de corrida furiosa. Todos girábamos en nuestro lugar, buscando si podíamos oírlo.

—Yo no escuché nada —habló Tessa intentando tomar su mano pero él se zafó y dio otro paso adelante, esperando encontrarlo u oírlo otra vez.

—Yo sí, estaba por aquí —dijo otra vez, totalmente convencido.

Me enderecé en mi lugar y observé hacia todos lados, creyendo que tal vez pudo ser su imaginación. Tomé una bocanada de aire, intentando calmar los latidos de mi corazón que no parecían querer ir más lento y suspiré. Me pasé la mano por la frente como si tuviese sudor pero en realidad no era así. Moví mi cabello hacia atrás, lista para continuar caminando detrás del resto de los Clarke que ya habían empezado a avanzar otra vez.

Fue entonces cuando el viento me susurró.

—Alison.

¿Jesús, eres tú?

Me detuve de caminar automáticamente, totalmente asustada. Mi corazón no se había terminado de calmar y de pronto, volvía a latir como loco. Subí apenas la cabeza para ver que el resto continuó caminando como si nada, como si no lo hubiesen oído. Pero podía ver por el rabillo del ojo que mi hermana a mi lado también se había detenido. Y tenía la misma cara de susto que yo.

Nos miramos con los ojos abiertos y allí fue que pude entender que ella también escuchó mí nombre de entre los árboles. Su rostro parecía asustado y seguro su corazón latía tan rápido como el mío. Su cabello rubio estaba apenas revuelto por la corrida y sus mejillas algo rojas, pero aún así podía ver el miedo en sus ojos.

—¿Oíste eso? —le pregunté en un susurro bajo, buscando saliva para tragar.

—Si, ¿tú lo oíste? —preguntó en voz alta, algo más desesperada que yo. Al parecer, no le importó ocultar el pánico.

Apenas pude notar que los Clarke la escucharon y voltearon hacia nosotras, pero nosotras nos quedamos mirándonos con miedo. Detrás de nosotros, por donde veníamos caminando, oímos otra vez.

—Irina —dijo esta vez la voz, más específicamente de una mujer.

Mi hermana y yo volteamos por completo, asustadas y presas del pánico. Nerviosas, porque no creía que el viento hablara. Pero entonces la vimos. Una mujer estaba parada a una distancia prudente, aunque demasiado lejos para poder reconocer su rostro.

—Alison, Irina. Están juntas —masculló ella con lágrimas en los ojos y no fue necesario que mi hermana hablara para entenderlo todo.

—¿Mamá? —preguntó Irina con la voz quebrada y los ojos llenándose de lagrimas.

Mi boca se abrió un poco y parpadeé en mi lugar, pensando que estaba loca por imaginarla. Pero mi hermana también la veía, no podía ser mi mente. Mis ojos se llenaron de lágrimas al instante y no sabía por qué aún no había corrido a darle un abrazo.

Controversia (Trilogía completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora