Cap.4 "¡Corre Alison!".

8.8K 1.3K 126
                                    

Volví a voltear hacia el frente y seguí caminando, ahora un poco más rápido. Pero como yo era un corcho, según mi hermano, mis piernas no eran muy largas. Y teniendo en cuenta de que ellos median dos o tres cabezas mas que yo, me alcanzarían rápido. Si es que eso era lo que querían.

Continúe caminando, y quería correr. No estaba lejos de mi casa, me faltaban tres cuadras. Pero entonces uno se puso frente a mi.

—Hola preciosa —lo miré un segundo y continué caminando. Mi corazón iba mas rápido de lo normal. Otro apareció del otro lado y me miró.

—Pero si es la hermana pequeña de Renzo —se rieron los dos. Yo seguí caminando y ellos caminaban hacia atrás haciéndose los macho alfa.

—Alto —dijo el que habló primero poniendo su mano sobre mi hombro. Quité su mano rápidamente con asco.

—No me toques —le dije seria con seguridad, la cual no sabía de donde había salido. Tenía miedo.

"Ehhhh tranquila niña." dijo uno mientras me miraba. "Que carácter" se rió otro mientras yo buscaba como salir. No sabía con exactitud cuantos eran, pero sabía que eran mas de los dos que me habían hablado porque ya había escuchado cinco voces diferentes. Podía jurar que estaba temblando.

—Sólo es un juego, hombre —dos se rieron mientras me inspeccionaban de arriba a bajo. Me daban asco. Quería estar tirada en mi cama. En el sofá. En el piso. En donde sea, pero en mi casa. Quería hasta pelear con mi hermano, pero quería estar en mi casa.

Corre Alison. ¿Que rayos estas esperando?

—¿Como era su nombre? ¿Ali? —se rio otro.

¿Una invitación, señales de humo?

—Que bien, que les parece si vamos hasta la casa de Renzo —su voz me causó escalofríos. El idiota se acercó a mi un poco más hasta que sentí su cuerpo pegado al miedo. —Y de paso, nos quedamos un rato.

¡Corre Alison! ¡Maldita sea!

Salí corriendo lo más rápido que pude de allí. Sentía que mis pies no tocaban el suelo de lo rápido que iba, que la suela de mis zapatillas se prendían fuego debajo de mis pies. Podía sentir como ellos corrían detrás de mi. En un estúpido acto para verificar que me seguían volteé, y cuando lo confirmé, volví a mirar hacia adelante, donde me recibió mi maraña de cabellos. Hizo que me asustara para no que me detuviera. Las lágrimas comenzaron a acumularse en mis ojos pero no tenían tiempo de salir.

Estaba a punto de cruzar la calle cuando alguien me tomó por la cintura y me atrajo hacia sí. Me escondió en un callejón. Con una mano, me sostenía por la cintura. Y con la otra, tapaba mi boca. Comencé a moverme como un pez fuera del agua, pensando que esta persona me haría daño. Gritaba pero no se escuchaba nada ya que su mano estaba en mi boca.

—Shhhh... tranquila —su voz, me hizo dar escalofríos y mi corazón fue mas rápido de lo que iba. No sabía de que manera o forma, pero su voz me habían hecho relajar un poco y sus brazos cálidos me tranquilizaban. Me aterró la idea de calmarme cuando quizá me estaban por secuestrar.

Diablos, uno de estos días iba a tener un ataque.

Vi que los seis tarados corrieron y pasaron por el callejón sin verme.

No más tranquila, aún pensando que me había zafado de esos seis idiotas, pero aún le faltaba uno a mis espaldas, abrí la boca como pude en su agarre y mordí lo que pude.

—Maldición Alison —lo escuché otra vez. Me soltó y volteé en la oscuridad.

¿Nathan?

Podía jurar que era su voz. Y si, la había oído unas dos veces, pero había soñado muy igual a él.

Controversia (Trilogía completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora