Controversia (Trilogía completa)

Cap.19 "Has que se olvide de mi".

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El día había empezado como la misma mierda.

Me había quedado dormida para la escuela, por lo que llegué una hora y media tarde. Renzo aún dormía plácidamente en su cama y lo envidié cuando tuve que bajar las escaleras para irme. Había sido vergonzoso presentarme en el salón diez minutos antes del timbre, pero al menos Coni me había recibido en esa clase, consolándome con que no era tan malo.

—No fue tan malo —me animó ella mordiendo su manzana.

—Peor fue cuando te caíste de las escaleras. —Fulminé a Dante con mi mirada y su novia le dio un codazo en el estómago.

¿Es que nunca nadie va a olvidar eso?

—No, peor fue cuando se te cayó el café encima. —Se rio Bastian a mi lado y revolee los ojos.

—¡Ese fuiste tú! Tu me lo tiraste encima. —Recordé golpeándole el hombro.

—No podía ser posible que no me dijeras que Irina Clarke era tu maldita hermana. —Tomé de mi botella de agua y la mención de su nombre me hizo buscarla.

Estaba hablando de quien sabe qué con Noel que parecía escucharla atentamente. Tessa tecleaba algo en su celular. Nathan no estaba allí y me pregunté si había venido a la escuela.

Irina me había dicho que ella intentaría descubrir que se supone que buscaríamos hoy en Greenwood, pero sabía que aún no lo sabía sino ya habría recibido su mensaje. Ella me sintió mi mirada y me observó, negando con la cabeza. Suspiré frustrada.

Me concentré en mi almuerzo, esperando que las horas del día pasaran rápido para descubrir de una vez que diablos sucedía. Bastian me hablaba de su entrada a la universidad, lo escuchaba atentamente cuando Dante se unió preguntando otra cosa y me excluí de la conversación volviendo a comer.

Un brazo tironeó del mío y casi me ahogo cuando me hizo levantarme de la silla.

—¿Que haces? —Me quejé con comida en la boca, escupiendo un poco en su cara.

—Que fina, hermana. —Se pasó la mano por la cara y me arrastró fuera de la cafetería corriendo. La soledad del pasillo me hizo preguntarme si algo malo sucedía y ella tenía algo que decirme.

—¿A donde... —Estampó mi espalda contra los casilleros al lado de un salón.

—Sh, escucha —susurró a mi lado.

Su cara era de pánico total. Tenía los ojos abiertos y la respiración agitada por la reciente corrida. Agudicé mi oído, intentando calmar mi respiración pero solo podía oír los latidos de mi corazón sonando.

—¿Y que quieres que haga?  —Se quejó la voz de Tadeo.

—No lo sé, aléjala de mi. —Miré a Irina y me autoseñalé con el ceño fruncido, preguntando si hablaban de mi. Ella se encogió de hombros.

—No me va a creer. Luego de decirle que no quería nada con ella, intentar acercarme otra vez. Ella no me ve de esa forma —explicó molesto. No entendía nada que sucedía.

—¡Pues has que te ame, mierda! Has que se olvide de mi. —Sus palabras me dolieron y no tenía sentido ocultarlo frente a mi hermana. —No quiero que todo se derrumbe si no vuelvo. —¿Que?

Mi ceño se frunció aún más y el de Irina igual. Compartimos una mirada confundida sin dejar de escuchar la conversación detrás nuestro.

—No puedes hacerme responsable. —Tadeo sonaba tranquilo a diferencia del de Nathan. —Tu decidiste ir y dejarla aquí. No es mi culpa no saber que hacer con ella. Además golpea fuerte cuando quiere la condenada. —En otro momento me habría reido, orgullosa de mi misma, pero no era momento.