Cap.6. "¡Maldita zorra!".

3.5K 656 210
                                    

**

Caminé hasta el patio de la casa de Bernarda, donde ella dijo que estarían entrenando. El césped se hundía a cada paso que daba y el sol decidió calentar mas de lo normal hoy. Cato parecía hablar con alguien que no podía ver, ya que su anatomía me tapaba la vista.

Me quité la chaqueta dejándola a un lado y caminando hasta donde mi entrenador estaba. Le sonreí de buen humor, porque hoy no me sentía tan agresiva que el resto de los días, quizá era el sol haciendo magia en mi. Cuando lo vi voltearse a mi, pero mi sonrisa se borró cuando me dejó ver quien estaba frente a el.

A la mierda mi buen humor.

Nathan me miraba serio y con los brazos cruzados. Tenia una camiseta blanca y unos pantalones de gimnasia negros. Dios, parecía todo un modelo de ropa deportiva y yo seguro me veía como un intento de fingir que no me moría.

—¿Estas lista para entrenar? —preguntó Cato moviendo su cabeza, haciendo que su cuello tronara. Mis cara se contrajo un poco de dolor cuando oí sus huesos soñar, pero no pude dejar de observar al chico frente a mi.

—¿Donde esta Noel? —pregunté ahora si mirandolo, recordando que Noel era mi usual contrincante, no Nathan.

Aunque pensándolo bien, no era tan mala la idea.

—Esta entrenando con Ulises, Augusto y Tadeo —movió su mano y miré hacia donde me indicaba. El rubio le enseñaba a los chicos como patear con fuerza y esquivar golpes.

—¿Que hace Tadeo aquí? —pregunté aun observándolo moverse sin camiseta frente a Noel, explicándole cómo posicionar sus brazos. El, se encogió de hombros antes de responder frente a mi.

—No lo sé, simplemente apareció diciendo que quería entrenar un rato. Y cómo es bastante fuerte, decidí aprovecharlo para que les enseñe algunas tácticas al resto —Nathan revoleó los ojos, seguramente molesto de que su hermano estuviese admitiendo sus buenas cualidades.

¿Por qué Tadeo no me lo había dicho?

—¿Y por que no puedo ir yo con ellos? —volví mi vista a ellos y Nathan se reía de mi confusión.

— Porque nadie quiere hacerte más daño del que ya te hemos hecho, y necesitas combatir en serio —respondió Cato. Fruncí mis cejas.

— Y no hay nadie a quien le importe menos que a mi hacerte daño.

Si, eso ya lo has dejado muy claro.

Quise decirlo, pero sabía que sonaría más herida que furiosa, así que me lo guardé.

Las palabras de Nathan dolieron un poco pero su sonrisa hizo que la furia venciera dentro de mi. Quería patearlo hasta que se desarmara como un muñequito Lego.

—Además... —continuó Cato—...tu estas demasiado furiosa y tienes mucha fuerza en estos momentos para seguir utilizando a Noel como tu bolsa de boxeo. El pobre esta exhausto de tus ataques de enojo —Cato se dirigió detrás de mi, poniendo sus manos en mis hombros y Nathan movió su cabeza a un lado.

—¿Y me trajiste a Nathan para que le de su merecido? —pregunté intentando comprender, pero había sido puro sarcasmo, porque claramente era así.

Controversia (Trilogía completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora