Cap.36 "Para que aprendas a decir la verdad".

548 91 13
                                    

Accedimos a pasar esa noche en casa de Bernarda, pues aún estábamos todos algo asustados por casi haber desaparecido. Nathan me preguntó si quería volver al loft de Bastian pero le dije que podíamos irnos al día siguiente, porque quería quedarme allí al menos una noche. Quería que estuviésemos todos juntos al menos una noche en paz, relajados, sin pensar en cómo volver a nuestro presente. Al que pertenecíamos.

Estaba chequeando mi teléfono que por supuesto había ignorado por varios días, apenas había recordado cargarlo. Mis compañeras de la universidad me preguntaron cuando estaría de vuelta para juntarnos a hacer nuestras típicas reuniones de estudio y el dueño de la cafetería me preguntó como estaba, ya que le había dicho que mi abuelo había fallecido, que tenía que venir a Hills Town al funeral y así fue cómo me dejó la semana libre.

Ulises y Noel jugaban videojuegos mientras yo estaba a un rincón respondiendo algunos mensajes. Alguien se estaba duchando porque oía la lluvia. Irina fue a su casa por un rato a buscar a Bastian, para decirle que estaba bien. Porque Bernarda le dijo que pasó por la casa, preguntando por ella y Berni solo se le ocurrió decir que nos habíamos ido a cenar solo las chicas, que volveríamos tarde y seguro dormiríamos allí.

Oí las escaleras y subí la cabeza cuando vi dos personas que aterrizaron en el hall. Nathan y Cato se colocaban sus chaquetas del perchero como si fuesen a salir.

—Oye, oye —le hablé a ninguno en particular—. ¿A dónde van? —pregunté porque ambos se voltearon a mi.

—A buscar a Irina, no quiere venir caminando sola y compraremos unas cervezas de camino —me explicó Cato.

—Yo quiero cerveza —habló Noel pausando el juego y Ulises abrió las manos, mirándolo con los ojos abiertos porque lo estaba dejando solo.

Tessa bajaba las escaleras mientras Noel se levantaba del sofá.

—Tess, toma mi lugar —le dijo y ella asintió sin problema para sentarse a mi lado.

—¿Quieres venir? —preguntó Nathan, colocándose un gorro en la cabeza.

—Vamos —respondí, levantándome y dejando mi teléfono a un costado.

—Oigan, ¿me traen un chocolate? —pidió Tess mientras todos salíamos uno detrás de otro.

—Si, claro —le respondió Cato una vez fuera de la casa. El frío golpeó mi cara y me metí las manos en la chaqueta esperando que Noel saliera para irnos.

—Yo quiero papas —agregó Ulises, sin despegar la vista del videojuego.

—No, no hay de esas —bromeó cerrando la puerta de un portazo y los tres nos reímos de él. Pude oír la risa de Tessa desde dentro y como Ulises le respondía.

—¡Vete al diablo! —le gritó divertido.

—¡Si te traeremos, idiota! —devolvió Noel una vez que estuvimos todos fuera para comenzar a caminar.

Hills Town estaba frío y había bastante movimiento de gente para ser tan tarde. No eran más de las nueve de la noche, pero un pueblo chico en pleno invierno, ya no debía haber mucha gente afuera.

—¿Qué harán mañana? —preguntó Cato, metiéndose las manos en la chaqueta.

Le di un vistazo a Nathan, esperando que contestara algo, pero él solo me miró para que yo lo hiciera. Así que me encogí de hombros, dándole a entender que no tenía idea.

—No lo sé —le respondió Nathan, caminando a su lado—, supongo que volveremos al loft de Bastian para descansar un poco. Ali no ha tocado un libro en toda la semana —agregó y volteé a verlo rápidamente.

Controversia (Trilogía completa)जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें