Cap.36 "Los condones se los pides a Bastian".

4.8K 799 171
                                    

**

Me veía caminando, pero no sentía mis piernas moverse. Me acercaba a mi casillero de la escuela, aunque no recordaba haberme levantado esta mañana. Cuando doblé en un pasillo, me detuve en seco y volví a esconderme en la esquina de el.

Un chico rubio de estatura promedio, de mi edad probablemente, estaba parado frente a mi casillero. Tecleaba algo en su teléfono, mirando a su alrededor, esperando que nadie lo viera. Entendí que en realidad usaba su celular como una distracción, intentando pasar desapercibido, cuando tomó un papel de su bolsillo y lo metió dentro de mi casillero. Se colocó la capucha, y salió caminando rápidamente de allí.

Así que el era quien me dejaba notas.

Abrí los ojos y me encontré caminando, Renzo me miraba como si estuviese loca.

—¿Ali, me escuchaste? —preguntó deteniéndose de caminar, ya que yo lo había hecho.

Parpadeé un par de veces, dándome cuenta que había tenido una visión.

Forcé una sonrisa para intentar parecer un poco normal ante mi hermano. Obviamente, no le había dicho a mi hermano nada de lo que había hablado con los Clarke, sería otra razón para que odiara a Nathan más de lo que ya lo hacía.

—Lo siento, me entró algo en el ojo —me toqué la cara fingiendo y continué caminando hacia la escuela.

Renzo no pareció preocuparse por mi pequeño episodio.

Y todavía no sabía cómo le diría que no era humana, que tenía magia en mi sangre y poderes.

Tampoco sabía cómo le diría que estaba con Nathan, aunque no era mi novio oficial aún, pero estábamos prácticamente juntos.

Pero lo que me preocupaba en este momento, es que tampoco conocía al chico que dejaba notas en mi casillero.

Pero lo averiguaría.

**

Fuera Alison, fuerza.

Tu puedes hacerlo.

Tu puedes con esto.

Soy como Juana de Arco, Frida Kahlo o Marie Curie.

Eres una mujer independiente que no se rin...

—¡Noel! —grité mientras me sobaba el hombro donde había estrellado su pie antes de dar un giro y reírse como un sádico. Miré a nuestro entrenador, esperando que le dijera algo pero el solo disimuló una sonrisa.

—Concéntrate —me quité el cabello de la cara, moví mi hombro hacia atrás, verificando que no estuviese fuera de lugar y volví a adoptar mi pose de ataque.

Noel movió sus dedos, esperando que me acercara a el y así lo hice. Dí un manotazo al aire, pero sus reflejos fueron mas rápidos cuando se hizo a un lado, para ver como mi puño y yo nos íbamos directo hacia el suelo.

Gruñí al caer. Dí una mirada de furia a el, que se reía sonoramente y a Cato, que me miraba serio.

—Otra vez —declaró mientras no me ayudaba a levantarme—. No estas concentrada —se tomó la cabeza con las manos.

—Lamento decepcionarte, amigo. Pero las visiones no parecen ser un buen método de ataque —me quejé, enojada con el universo, por darme este poder tan inútil.

—O de defensa —aclaró Noel, recordándome que hacia unos minutos no solo me había vencido cuando me tocó atacar, sino también cuando me tocó defenderme y salí corriendo por todo el patio sin saber que hacer.

Controversia (Trilogía completa)Where stories live. Discover now