Cap.15 "No te verías muy linda en un cajón".

3.7K 627 116
                                    

**

Un chico caminaba tranquilo con las manos en los bolsillos y su capucha puesta en una noche fría. Reconocí esa calle apenas vi las puertas. Se detuvo frente a una y fuertemente pateó una chapa que cubría un pabellón. Lo vi entrar corriendo, buscando algo con su mirada. Una chica parada allí se sorprendió al verlo y salió corriendo, esperando que no la atrapara. El fue más rápido que ella y antes que pudiera subir una escalera de metal, el la tomó por los hombros.

Evelina intentó usar sus poderes en el, pero era imposible. No había caso.

El era inmune.

—¿Donde está ella?—preguntó Nathan con la mandíbula apretada, aprisionando los hombros de ella, levantándola en el aire.

No sabía a quien se refería con "ella" pero supuse que Evelina sabría.

—No lo sé, Reynaldo es el único que sabe. —Ella apenas podía hablar del dolor que sus fuertes manos le ocasionaban.

—¿Donde esta él? —Apretó más su agarre y ella cerró los ojos en dolor. Abrió la boca para decirle algo pero entonces volví a la realidad.

—¡Alison! ¡Me estoy quemando! ¡Rapido! —Parpadeé y pude ver a mi hermano con plato caliente en la mano, esperando que yo lo tomara.

—Lo siento. —Reaccioné rápidamente y lo coloqué frente a mi. Se sentó y comenzó a comer de su comida.

—¿Estabas teniendo otra visión? —preguntó masticando e intenté no olvidarme nada para procesarlo después.

—Si, pero no era nada importante. —Empecé a comer y noté que me miraba dudoso de ello. El sabía que yo me podía escapar en cualquier momento e intentaba descifrar a través de mi que había visto.

—Voy a dormir un rato antes de entrar a trabajar —dijo cuando terminó de comer. Asentí con la cabeza, sabiendo que antes que él se fuera, llegaría Noel para hacer su turno.

Le había suplicado a Cato que no permitiera que nadie más que no fuese Noel, viniera a hacer guardia, porque no soportaría ver ni hablar con Nathan o Tadeo. Subí a mi habitación y tomé el papel que tenía escondido bajo muchas prendas de ropa.

—Estaré en el Café de Stan —le avisé a mi hermano—, volveré antes que te vayas. —El habló un poco dormido, pero supe que me había escuchado.

Me coloqué la capucha y salí en la tarde fría. Había estado todo el sábado durmiendo como lo predecía, pero me levanté de un horrible humor al recordar que no me había divertido ni un poco en la fiesta del viernes.

Apenas había pensado en todo lo que sucedió. Deseé con todas mis fuerzas olvidarme de ambos y que algún chico nuevo apareciera para patearles el trasero. Pero entonces me retracté y negué esa idea en lo absoluto.

Yo no necesitaba ningún chico para estar bien y lo último que quería, era otro idiota sumado a la lista detras de mi. No, gracias. Yo iba a enfocarme en mi necesidad número uno; venganza.

Ya era domingo y aproximadamente las siete y media. Emprendí mi viaje hacia la famosa dirección que Tadeo me había dado, esperando descargar todo mi enojo con Evelina. Luego de una hora en autobús, en la cual me resigné a mirar otra cosa que no fuese la ventana, noté que estaba llegando. Había bastante tráfico en el pueblo ya que era sábado y la gente solía planear cosas divertidas para hoy, excepto yo claro, que mi plan para esta noche era cortarle la garganta a una chica para que ella no corte la mía primero.

Eliminé una imagen de mi con la garganta cortada y volví a mirar por la ventana cuando el bus dobló en mi parada. Ya estaba sola con el conductor en este punto del recorrido y bajé rápidamente. Observé las calles a mi alrededor y me dirigí hacia donde ya sabía que debía ir. Reconocí que era la misma calle por la que Nathan pasaba en mi visión y tuve una horrible sensación. Corrí hacia donde recordaba que el había entrado y no me sorprendí cuando vi la chapa abollada por su patada.

Controversia (Trilogía completa)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum