Cap.1 "Una vida nueva".

327 33 3
                                    

Marzo, 2010.

Hola, mi nombre es Nathan Kane. Tengo nueve años y soy de San Francisco, California. Y esta, es mi historia.

En este preciso momento, estoy viajando lejos de casa. Hace una semana que mi familia me ha dicho la verdad; soy un ser sobrenatural. Tengo magia, es decir siempre la tuve, pero desde hace algunos días, también tengo poderes. Los cuales según ellos, debo aprender a controlar.

Mamá me ha explicado algunas cosas sobre la magia, pero aún hay mucho que no entiendo. O mejor dicho, que no tiene lógica. Pero papá dijo que de ahora en adelante, iba a tener que acostumbrarme a que muchas cosas no tuviesen lógica, pues la magia no funcionaba así.

Ninguno de mis padres sabe qué poder tengo exactamente, pero creen que puedo ser una especie de inmortal. Lo supimos hace dos semanas cuando nos visitaron mis tíos de San Diego. Mi tía y mi madre siempre tuvieron magia, y toda mi familia siempre lo supo, menos yo. Ambas dijeron que estarían atentas a cualquier movimiento mío para saber si yo tenía magia.

Mi tía tiene el poder del fuego. Todo lo que toca, puede elevar su temperatura hasta el punto que ella quiera. Y no lo supe, hasta que días atrás, me abrazó luego del almuerzo. Al parecer, estaba intentando probarme. Sus brazos hervían, salía humo de ellos, como si la temperatura fuese muy alta. Apenas los vi, supe que por alguna razón, iban a dañarme. Así que cerré los ojos antes de su abrazo, y fue cuando no sentí dolor. No me quemé, ni siquiera los sentí apenas cálidos. Fue un abrazo totalmente normal. Allí mis padres notaron que tenía alguna especie de inmortalidad. O inmunidad, como ellos le dicen. Pero aún no están seguros de cual es mi poder.

—Nathan, guarda ese cuaderno. Por favor, observa la ciudad, necesitaremos que la conozcas bien desde ahora —me habló papá, conduciendo por la carretera.

—¿Si quiera hay gente en este lugar? —pregunté de mala gana y papá me dio una mirada por el espejo retrovisor, sabía lo que querían decir esos ojos. No empieces otra vez.

—Nathan, ya hemos hablado de esto —habló mamá con voz suave, volteándose en su asiento—. Te prometemos que si todo sale bien, pronto podrás volver a casa. Te dejaremos un celular para que puedas mantenerte comunicado con nosotros.

Sabía que tenía que alegrarme por tener un móvil propio al fin. Pero no me interesaba en lo absoluto si era a cambio de abandonar mi escuela, mi casa y a mis padres. Me desinflé en mi lugar y guardé mi cuaderno en mi mochila, esperando que ninguno haya oído mi gruñido o volverían a regañarme.

—¿Y que hay del bebé? ¿Voy a volver a casa para cuando nazca? —pregunté serio mientras me cruzaba de brazos, observando por la ventana arboles y más arboles. Pero fue más que nada para ocultar el dolor que me causaba no poder estar allí.

—Si, hijo. Por supuesto que si. Volveremos a buscarte para que puedas presenciar el parto del bebé —habló papá con los ojos fijos en la carretera delante de él.

—Es una niña, Travis. Estoy casi segura —dijo mamá esbozando una sonrisa que no vi, pero su voz cambiaba a una más alegre cuando lo hacía—. No me equivoqué con Nathan y te aseguro que no lo hago ahora.

Papá le dio una mirada enamorado y sonrió. Yo también lo habría hecho, pero en estas circunstancias, solo pude revolear los ojos. Porque yo no iba a estar durante no sabía cuanto tiempo. Siempre les había dicho que quería un hermano o hermana. No me importaba mucho qué fuese, pero quería poder tener uno. Y me agradaba ser mayor para poder enseñarle cosas, para estar ahí para él antes que cayera. Tal vez defenderlo de alguna pelea en la escuela o poder jugar juntos a muchas cosas.

—He estado buscando nombres —comentó mamá, acomodándose en su asiento.

Vi a lo lejos, un cartel a un lado de la carretera. Se veía muy viejo y descuidado, nada como los que había en California. Mi nariz se frunció en un gesto de desagrado cuando pude leerlo. "Bienvenidos a Hills Town". Revoleé los ojos, porque no quería estar allí. No quería conocer este estúpido pueblo, estaba seguro de que no me gustaría para nada.

Controversia (Trilogía completa)Where stories live. Discover now