Cap.16 "Como si me importaran".

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—¿Tengo un payaso en la cara o que? —escupí cuando llegue al casillero de Bastian. El, se asomó por la puerta de este y al notar que era yo, la cerró sonriéndome.

—¿Que no te has enterado? —dijo con los ojos tan abiertos que creí que podrían saltar justo sobre mi y tendría que hacer malabares para atraparlos. Su sonrisa era inexplicable y no entendía porque estaba tan feliz. Negué con la cabeza despacio, haciéndole saber que no tenía idea de que sucedía. —Bueno, toda la escuela te vio irte con Nathan Clarke el viernes. No puedes decirme que no esperabas chismes. Que sales con el, que eres su novia. Oh, escucha este... Alguien dijo que le hiciste un favor, si sabes a lo que me refiero —mi ceño se frunció sin entender a que se refería.

—¿Un favor? ¿Cómo que un favor? —pregunté intrigada, tratando de entender si en realidad el era muy malo para explicarse, o yo muy estúpida para entender códigos. No había despertado de la mejor manera y no había desayunado, lo ultimo que necesitaba era que Bastian hiciera ademanes para explicarse. El, movió su mano de arriba a bajo como si tuviese algo dentro de ella y mis ojos se abrieron de par en par, entendiendo a que se refería.

—Al parecer, nadie se lo había hecho nunca así, al menos no aquí en la escuela. Y está tan agradecido a ti, que es por eso que aún sigues viva —se rió un poco, con las cejas fruncidas y negando con la cabeza, de lo estúpido que eso sonaba.

Genial, ahora todos creerían que haría "favores" para ellos.

Miré hacia un costado y un grupo de chicos me miraban levantando las cejas. Puse mi mejor cara de asco y volví a mirar a Bastian.

—Es una locura. Yo no hice nada de eso, y el no es un asesino —dije colocándome el brazo, que no era aplastado por mi cuerpo sobre los casilleros, sobre la cintura.

—Lo que tú digas —dijo el mientras revisaba algo en uno de sus libros—, pero no es lo que todos ven. Cuídate de las ratas —me guiñó un ojo y desapareció de allí.

¿Que ratas?

Frustrada por toda la mierda que era la que recorría los pasillos, volteé para ir a clase y esperar allí que todos llegaran.

Pero una persona estaba frente a mi. Una persona que no conocía para nada.

—Hola —me sonrió un chico que nunca antes había visto en mi vida. Si estaba aquí por el supuesto favor gratis que al parecer yo estaba dando, lo parearía tan fuerte que no podría tener hijos.

Oh, estas ratas.

—Hola —dije seria, por mi pensamiento anterior.

Vi como Nathan, Cato, Irina y Noel aparecían de algún pasillo, dejándome verlos apoyados sobre el casillero de alguien, charlando emocionadamente de algo.

Las miradas de todo el mundo estaban puestos en ellos, quizá no solo porque se veían algo felices y nunca nadie los veía sonreír, a excepción de mi, sino porque seguro todos ya estaban enterados desde hace tres días del chisme que yo me acababa de enterar. La mirada de Nathan se conectó con la mía y su sonrisa se transformó en un ceño fruncido, quizá el sabía que yo no conocía de nada al chico que tenía en frente.

—¿Quería saber si querías salir... —lo interrumpí porque no me importaba en lo más mínimo el idiota frente a mi, y aunque yo no estuviese con Nathan, tampoco caería rendida ante el primer imbécil que me preguntara si quería tener una cita sin primero presentarse y preguntar "¿Como estás?"

—Lo siento, no me interesas —escupí con sinceridad, mientras me movía de mi lugar.

Dejé parado al chico allí y caminé directo hacia Nathan, el volvió a sonreírme de esa manera que hacia que las piernas me temblaran y me pusiera mas nerviosa. Recordé que yo había besado esa sonrisa hacia solo tres días y me volvía loca recordar eso.

Controversia (Trilogía completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora