Cap.11 "Esa es la verdadera muerte".

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Un año pasó pero no se sintió como tanto tiempo. Los mayores cumplimos los catorce, Cato sus quince y Renata ya tenía diez. Los tres ya teníamos la voz totalmente cambiada a cuando llegamos a la casa de Bernarda, nuestro cuerpo creció aún un poco más. Nuestras espaldas eran un poco más grandes que el año anterior y ya casi le sacábamos dos cabezas a Irina.

Pudimos superar el primer año de secundaria sin morir en el intento. Aunque aún se rumoreaba que Noel había asesinado a Thalasa porque después de que terminó el año, se fue del pueblo. Que Irina tuvo sexo con Chris, a pesar de que él seguía siendo un idiota, al menos no se acercaba a nosotros. Y por supuesto, también oía que éramos extraños. Pero como Noel había dicho, lo éramos y lo teníamos muy asumido. Solo que no por lo que ellos creían, no porque fuésemos renegados sociales. No, era porque teníamos magia y ninguno de ellos iba a saberlo nunca.

El cuerpo de Noel cayó al suelo y mi hermana se rio divertida de la situación. Augusto y Ulises miraban atento el entrenamiento mientras yo estaba junto a ellos, observando en silencio el entrenamiento de mis hermanos.

—Noel, ¿qué mierda acabas de intentar hacer? —preguntó Cato negando con la cabeza, tal como el mayor que era.

—Creí que si podía usar su magia en contra de ella, lograría que ella saliera volando y no yo —explicó y todos nos reímos, excepto Cato que negó con la cabeza.

—Es una buena idea pero debes tener muy bien calculado el momento en el que ella vaya a usar su magia. Debes poder leer sus ojos y predecir sus movimientos para hacer eso. Vamos, al centro otra vez —pidió y los dos obedecieron.

Bernarda ya no formaba parte de nuestros entrenamientos. No desde que se volvieron un poco más violentos y agresivos, pues habíamos crecido y nos había tocado enfrentarnos a más cosas durante este año que pasó.

Dos lobos nos persiguieron durante una expedición de la escuela en el bosque y tuvimos que alejarnos lo suficiente del bosque para poder acabar con ellos. Fue difícil, porque su tamaño era el triple que el nuestro. Pero nosotros éramos cuatro y ellos solo dos. Aun no sé quiénes eran, pero los chicos tenían casi diecisiete años, eran mucho más grandes que nosotros. Lo supimos al verlo en las noticias.

También conocimos a una mujer, Mary Rose. Ella apareció en la escuela para contar un testimonio de cómo las brujas la habían utilizado para que no las encontraran. Esa fue la historia que toda la clase se tragó. Pero Bernarda nos contó que Mary Rose en realidad era una de ellas. Fingía no ser una bruja para que no la atraparan. Tal como nosotros, que fingíamos no tener magia.

—Tres, dos, uno. ¡Ahora! —gritó Cato.

Mis dos hermanos se atacaron el uno al otro, con uñas y dientes. Muy distinto a los entrenamientos que solíamos tener apenas comenzamos. Noel tiró de su brazo haciéndolo sonar un poco y ella clavó su pie en su estómago. Augusto hizo una cara de dolor ante lo que acababa de ver y Ulises se rio un poco.

Los dos eran muy buenos. Noel tenía fuerza, sabia como canalizar su ira. Pero Irina era rápida, era flexible y sabia predecir los golpes muy bien.

—Ay —chilló ella cayendo al suelo con una mueca de dolor.

Me moví en mi lugar a punto de levantarme para ir por ella. Augusto tuvo el mismo reflejo y se sentó en su lugar, porque estaba algo desparramado por el suelo.

—Ina, ¿estás bien? —preguntó Noel acercándose a su rival y ella revoleó sus pies, haciéndolo tropezar y caerse al suelo. Augusto gritó felicitándola y yo tuve que reírme cuando la vi levantarse rápidamente.

—Creí que te había hecho daño, estúpida —le espetó Noel desde el suelo.

Cato le sonrió al igual que Irina y allí fue cuando Noel entendió lo que estaba sucediendo, como el resto de nosotros. Los miré esperando que dijeran algo.

Controversia (Trilogía completa)Where stories live. Discover now