Cap.7 "Los Clarke tenemos otras prioridades".

120 17 1
                                    

Un mes pasó y Ulises ya era un Clarke más. No había compartido tanto con él como con el resto, pues su llegada pareció marcar una división en el grupo. Y no me refería a algo malo, sino que yo creía que estaba bien que tuviésemos más afinidad con unos que con otros. Ulises se volvió muy cercano a Augusto, dado no solo que compartían el mismo cuarto, sino que también tenían la misma edad. Bernarda dijo que el padre de Ulises había pedido que él estudiara en casa hasta que fuese lo suficientemente fuerte para defenderse. Y así lo iba a cumplir ella. Así que, otra vez, Ulises compartía las mismas clases con él.

Y a pesar de que todos éramos muy unidos entre todos, fue que aparecieron dos subgrupos dentro de todos los hermanos. Cato, Irina, Noel y yo solíamos pasar mucho tiempo juntos, pues íbamos a la escuela y también entrenábamos. Por otro lado, Augusto, Ulises y Renata aún no empezaban sus entrenamientos físicos, solo los estudios sobre magia, sumado a sus clases de la escuela en la cocina de Bernarda. Así que ellos eran más unidos entre ellos. Pero cuando estábamos todos juntos casi no se notaba eso.

Los cuatro salimos de la escuela, riéndonos como un día normal. Noel empujó a Irina por algo que dijo y ella también a él. Cato dijo algo sobre el entrenamiento que nos esperaba al llegar a la casa y todos le bufamos, por recordarnos que no podríamos llegar a mirar televisión. Excepto Irina, que se había quedado callada de pronto.

Doblamos la calle para hacer las cuadras que nos faltaban y ella volteó hacia atrás para volver a mirar hacia adelante.

—Chicos —dijo de pronto y todos la miramos sin dejar de caminar—, nos están siguiendo.

No volteé, porque sabía que alguien lo iba a hacer. Cato al parecer, pensó lo mismo que yo. Y que bueno que lo hicimos, porque Noel se giró apenas un poco. Al menos, fingió que miraba la suela de su zapatillas, fijándose si había pisado algo y continuó caminando.

—No creo Ina —dijo negando con la cabeza—, son chicos de nuestra escuela.

—Noel, están haciendo el mismo recorrido que nosotros. ¿Te parece casualidad? —susurró ella nerviosa, moviendo las manos.

—Quizá viven cerca de la casa de Bernarda —acotó él.

—Doblen aquí —dijo Cato de pronto.

Nadie se detuvo, por el contrario, lo miramos extrañados cuando se metió en nuestro camino y nos obligó a doblar en una calle, desviándonos de nuestro camino a casa. Tragué saliva y me rasqué la cabeza, fingiendo que íbamos por nuestro camino a casa.

Noel sacó su teléfono de su bolsillo y espió por el reflejo si seguían nuestro camino. Él lo guardó tragando saliva.

—Vienen detrás nuestro —dijo parpadeando, entrando en pánico.

—¿Cuánta casualidad puede haber de que doblen en las mismas cuadras que nosotros? —preguntó Irina cuando su respiración comenzó a agitarse por caminar un poco más rápido.

—Si doblamos una vez más, estaremos dando vueltas a la manzana, van a darse cuenta que estamos huyendo —dije mirando el piso delante de mi para no levantar sospechas a los chicos detrás de nosotros.

—Quizás vayan hacia el parque detrás del cementerio. Nos queda una última oportunidad de doblar. Si ellos lo hacen, comenzamos a correr —dijo Cato e Irina lo miró de pronto.

—¿Y hacia dónde? —preguntó Noel mirándolo con miedo, queriendo ver hacia atrás, pero sabiendo que sería muy obvio.

—De vuelta hacia la escuela, o a un negocio. A dónde sea menos hacia la casa de Bernarda —explicó él—. Solo no nos separemos.

Controversia (Trilogía completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora