Controversia (Trilogía completa)

Cap.36 "Tengo un problema de mujer".

**Nathan Clarke**

El dibujo animado de la televisión parecía más entretenido de lo que pensaba. Me reía cada tanto cuando Bugs Bunny tiraba algún comentario sarcástico que mi cabeza también podía pensar en decir en algún momento.

—¿Nathan? —Moví mi cabeza ante una voz que llamaba mi nombre.

—¿Que? —Augusto y Ulises tenían una crema en la cara y no pude evitar reírme.

—¿Estás mirando dibujos animados? —preguntó Augusto mirando la televisión.

—Claro que no, Thais... —La busqué con la mirada y vi que no estaba sentada a mi lado.— ...los puso. —Ambos se rieron y volví a observarlos. —¿Y ustedes que traen puesto? —pregunté cuando vi sus rostros embarrados en alguna crema color verde.

—Es una crema rejuvenecedora. —Ulises contestó sonriendo. Fruncí mi ceño ante el pote que puso frente a mi. —Algo de exiliación.

—Exfoliación —lo corrigió Bernarda desde la cocina y me reí.

—Irina y Tessa dijeron que tendríamos la piel como la de un bebé. —Augusto se encogió de hombros mientras yo leía el pote.

—Aquí dice decolorante en crema para el cabello. —Levanté las cejas y vi sus rostros palidecer a pesar de la crema.

—Bromeas. —Ulises me arrebató el pote para leerlo y volví a sentarme en el sofá.

—Creo que sus cejas quedarán algo blancas. —Bernarda se rio y me imagine a ambos con las cejas decoloradas.

—¡Irina! —gritó Augusto corriendo escaleras arriba, seguido por Ulises quitándose la crema y pude oír la risa de ambas desde arriba.

—Oye, Nathan. —Cato salió de la nada y se sentó a mi lado.

—¿Qué pasa? —Me giré a él cuando me di cuenta que estaba allí.

—Mira esto. —Me mostró lo que parecía ser un libro rosado. Lo tomé en mis manos y me di cuenta que era un diario íntimo de esos que las chicas suelen tener.

—Si, es un diario. ¿Y? —pregunté encogiéndome de hombros y el revoleó los ojos, como si no entendiera.

—Es de Tessa. —Fruncí el ceño.

—¿Y? —Volví a sonar impaciente ante su repentino interés hacia ella.

—Le aposté veinte dólares a Noel que Tessa está enamorada de Ulises, pero el dice que no tengo manera de probarlo. Así que Thais consiguió esto de su habitación. —Me moví en mi lugar hacia atrás

—¿Que? Estoy completamente indignado. —Abrí la boca.

—¿Por qué utilizamos a Thais para conseguirlo? —preguntó negando.

—¡Claro que no! ¡Porque apostaron sin mi! —Me crucé de brazos molesto. —Yo no habría apostado veinte a que ella está enamorada de él, hubiese apostado cien a que él esta enamorado de ella. —Cato revoleó los ojos.

— Supéralo y léelo conmigo. —Intentó abrirlo pero tenía un candadito del tamaño de su uña. —¿Y ahora qué? —Me reí de él.

—¿Buscas esto? —Tessa apareció en el hall con una llave diminuta en sus dedos. —Devuélvelo. —Me reí una vez más y Cato se lo levantó para entregarle el diario íntimo, resoplando.

—La cagaste —le susurré entre risas.

—Gracias. —Sonrió falsa. —Y si intentas tomar esto una vez más, será lo último que tus manos agarren. —Borró sus sonrisa y subió las escaleras. Cato abrió los brazos y levantó los hombros.