Controversia (Trilogía completa)

Cap.26 "¿Era mi novio?".

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El ruido de una bandeja estrellándose contra la mesa me asustó y me hizo levantar la cabeza de mi libro, mientras me quitaba un auricular.

La cafetería parecía haberse llenado rápidamente, había unas pocas personas cuando me senté en nuestra mesa completamente vacía.

Coni se sentó frustrada frente a mi, dejando salir un resoplido y se quitó el cabello de la cara como si quisiera arrancárselo. Tres señales que demostraban que estaba enfadada.

Me reí un poco de lo obvia que era, ella no iba a decirme que sucedía, quería que yo le preguntara que había pasado.

—¿Que sucedió? ¿Murió otro personaje favorito del libro que lees hace meses? —me reí, recordando que ella ya había llorado una vez por eso. Me miró con sus ojos asesinos y apretó el tenedor en su mano.

—Eso-no-ayuda —dijo separando las palabras con la mandíbula apretada. Levanté las manos rendida y cerré mi libro.

—¿Que sucedió entonces? —pregunté intrigada mientras posicionaba mis codos sobre la mesa para escucharla.

—Dante no me ha invitado a la fiesta y... —su cara hizo un puchero gigante y volví a reírme de ella cuando la interrumpí.

—Wow, wow. ¿Que fiesta? —la detuve sin entender de que hablaba con mis manos en alto para detenerla de que siguiera hablando sin parar.

—La fiesta —dijo obvia con un poco de comida en la boca—, la que organiza Mike —me encogí de hombros mientras le indicaba que no tenía idea de quién era—. Un jugador del equipo —usó ese tono otra vez y me reí, dejándole en claro que me podía dar hasta la dirección y tipo de sangre del chico, que yo no sabría quién era. Revoleó los ojos. –A veces no creo que lleves aquí medio año —me  reí, otra vez, de mi falta de atención en las personas que no me importaban—. Como sea, es un chico popular. Y cómo todo buen y gastado cliché, todo el mundo asisten a las fiestas de la gente de la alta jerarquía —mi cara se deformó.

—¿Jerarquía? Es solo un idiota que corre con un balón en la mano, que tan difícil y genial puede ser estar allí arriba —resoplé mientras insultaba a los jugadores del equipo. Noel me había invitado a ver uno de los partidos y la verdad es que eran una mierda jugando. Pero no me metería con las porristas, ellas se abrían de piernas por completo, y yo apenas podía tocar la punta de mis dedos de los pies luego de los entrenamientos con los Clarke.

—Como sea. El hará una fiesta y Dante no me ha invitado aún —se apoyo sobre su mano frustrada.

—¿Cuando se anunció la fiesta? —pregunté sonando más intrigada de lo que en verdad estaba.

—En la primera hora hoy —fruncí mi ceño, apenas llevábamos tres horas en la escuela—. El sábado es la fiesta, tiene tres días para invitarme —dijo con un aire de autosuficiencia.

—Coni, apenas te enteraste tu, ¿como sabes que el se enteró? —pregunté, intentando hacerla entrar en razón—. Ademas ya sabes cómo es él, probablemente, si lo sabe, dio por hecho que irían juntos. Ustedes son novios, ¿no? —Yo sabía que si, pero quería que ella lo dijera en voz alta para que comprendiera.

—Pues si, pero... —la interrumpí antes que dijera alguna otra estupidez.

—Tu tranquila. Ya te invitará —mordí mi sándwich que ya se había enfriado por completo gracias a mi distracción en mi libro.

Mi teléfono sonó y me sorprendí al ver un mensaje de mi tía Marcia. Llevaba bastante de la ultima vez que me había llamado.

"Hola mi niña, ¿cómo está todo por allí?"