THE YOUNG GENERAL'S WIFE IS MR. LUCKY (2)

325. ES BUENO TENERTE

"Ah Mo, cuando domine cómo construir un mecha, te convertiré en uno único en el mundo". Yu Jinli se acurrucó en los brazos de Jiang Mosheng y dijo con una sonrisa.

Cuando llegó por primera vez a este mundo, se había aferrado a Jiang Mosheng, el "papá del azúcar", solo porque la familia Jiang brillaba con una densa luz virtuosa. Nunca había pensado que algún día podría estar tan cerca y profundamente apegado a él. Esto ya era un asunto que no podía reembolsarse.

Por supuesto, su pensamiento actual también había cambiado drásticamente.

En el pasado, Yu Jinli solo merodeaba por diversión y se cultivaba bajo la supervisión de shifu y shixiong. Ahora tenía un nuevo objetivo, es decir, estar con Ah Mo para siempre.

No es de extrañar que hubiera tantos hombres y mujeres enamorados y hermosas historias de amor transmitidas desde la antigüedad, algunas sobre bestias espirituales o hadas. No había entendido por qué estas personas dejaron de ser hadas y eligieron quedarse con sus seres queridos a riesgo de destrozar sus propias almas.

Ahora entendió.

Solo cuando uno encuentra a su amado puede uno entender los comportamientos aparentemente locos que uno puede hacer por el amado.

Sin embargo, en comparación con esas hadas o bestias espirituales, tuvo suerte porque él y Ah Mo fueron bendecidos. Nadie intentó romperlos y tenían mucho tiempo para pasar juntos. Eso estuvo bien.

"Ah Mo, es bueno tenerte". Yu Jinli puso sus brazos alrededor de su cuello y sonrió.

Jiang Mosheng miró hacia abajo y se encontró con los ojos de Yu Jinli. Bajó un poco y presionó un suave beso en los labios de Yu Jinli y, sin irse, dijo amorosamente: "Yo también".

La temperatura en la habitación seguía subiendo, burbujas amorosas flotando por todas partes alrededor de la pareja mirándose cariñosamente y besándose, como si no hubiera nadie más en el mundo.

El suave beso se profundizó y se volvió invasivo. Jiang Mosheng rodeó con fuerza sus brazos alrededor de la cintura de Yu Jinli, frotando y viajando, ya que ya no podía resistir el toque de la tierna piel.

Del sofá a la cama, de la sala de estar al dormitorio, de la noche al día, de la energía al cansancio, del deseo a la satisfacción, Yu Jinli era como un pequeño animal seductor que deseaba chupar a Jiang Mosheng y seguía queriendo más hasta él mismo estaba demasiado cansado para moverse.

Yu Jinli era un koi que siempre seguía su corazón. Le gustó mucho este comportamiento cómodo y le gustaría más si Ah Mo pudiera detenerse cuando estuviera agotado.

Yu Jinli, expresando abiertamente sus necesidades y sentimientos en la cama, fue irresistible para Jiang Mosheng. Aunque por fin tenía la intención de que descansara, sus mejillas sonrojadas y sus reacciones lo excitaron de nuevo.

Realmente era una pequeña bestia. Jiang Mosheng se rió para sí mismo e hizo el último sprint. Yu Jinli, con la garganta un poco croada por gritar demasiado, no tuvo más remedio que tomarlo pasivamente.

Sin embargo, a pesar de la noche loca y del hecho de que Yu Jinli casi se había desmayado, cuando se levantaron por la mañana, Yu Jinli estaba lleno de energía de nuevo sin el menor rastro del cansancio de anoche. A Jiang Mosheng le encantó, pero también se sintió molesto.